Capitulo 6

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Tras unas cuantas aterradoras semanas, en las que pensamientos de temor pasaban por nuestras mentes, nuestras vidas seguían sin detenerse y sin darnos cuenta la vida estaba pasando y nosotras estábamos ahí, en el espacio, esperando que pasara lo malo para simplemente comenzar nuevamente a vivir. Realmente nosotras no teníamos la grandiosa virtud de poder pasar pagina rápido. Así que solo esperamos por que simplemente llegara el día en que todo se acabara.

Sin embargo los inconvenientes seguían apareciendo para poner patas arriba nuestras vidas nuevamente. Quien lo diría la vida nunca deja de sorprendernos. Cuando menos te lo esperas la ola vuelve y nos arrastra pero cada vez mas hondo. Así eran las cosas en mi familia una constante ola que nos arrastraba muy hondo y cuando menos había esperanza, salíamos a superficie nuevamente.

Nuestras vidas se habían convertido en una rutina. Levantarse, ir a la escuela, llegar a casa, comer y dormir. Aunque siempre estaban las preocupaciones del día a día.

La situación de nuestra custodia se había vuelto el tema de conversación de todos los días. Mi padre y mi madrastra intencionalmente trataban de meter sisaña, hacernos ver las cosas de un modo distinto en el que ellos quedaran como los buenos de la historia, causarnos miedo, bueno, mas del que ya teníamos.

Nunca habíamos estado en una situación de esa gravedad, eso no estaba en nuestros planes de vida, la verdad es que nada de lo que nos estaba sucediendo, pero la vida siempre tiene sorpresas inesperadas. Y lo que esta destinado para una persona, tarde o temprano llega a su vida.

Mi madrastra se había tomado la fabulosa tarea de hacer el papel de madre con nosotras, se la pasaba todo el día hablando de la buena vida que nosotras teníamos viviendo, comiendo y durmiendo en casa de nuestros abuelos y estando bien queríamos ver mal a nuestro padre que daba todo por nosotras y nosotras le pagábamos con eso.

"Pero como se atreve esta a juzgar nuestra vida, si ni siquiera nos conoce."

A penas habían pasado un corto periodo de tiempo desde que nos presentaron formalmente y ya ella estaba juzgando nuestras acciones y decisiones. A medida que pasaban los días, mas lo hacia. Sin duda creo que eso es una característica que la describía bastante bien. Juzgar sin conocer. Una mujer bastante entrometida. Realmente no se que mi padre le vio. Creo que entre ellos se entendían muy bien; parecían ser de la misma clase de personas.

...

Y en un abrir y cerrar de ojos ya el día estaba mas cerca de lo que parecía. El día en que nuestra vida cambiaría totalmente, el día en que algún juez decidiría nuestro destino. Que seria el mejor para nosotras.

Tras tantas citas con la abogada, una señora de tez blanca y pelo rojo, la cual tenia un rostro que jamas se me olvidara pues ella defendería nuestros derechos y de ella y el juez dependía gran parte de el destino de Andrea y el mío.

Recuerdo ese día como si hubiese sido ayer, un día gris por así decirlo porque era de esos días en que el paisaje refleja tristeza aunque debido a la situación que estaba ocurriendo tal vez solo yo veía el día así.

Un día en el que el teléfono no dejaba de sonar esperando noticias sobre todo lo acontecido. Nos levantamos muy temprano para llegar a tiempo al tribunal. Mi tía había decidido acompañarnos en este día tan importante y decisivo para nosotras.

De camino al tribunal se podía notar la tensión en el ambiente, yo estaba completamente nerviosa, debido al frío y los nervios cada parte de mi cuerpo temblaba incontrolablemente haciéndome sentir un escalofrío por toda la espina dorsal.

Si los deseos se hicieran realidad nunca habría pedido una vida mas fácil, pues creo que todo esto me a hecho ser una persona mas fuerte ante situaciones como esta. Todo esto me a hecho madurar y creo que es una buena ventaja para mi.

Después de tantos pensamientos que rondaban mi cabeza por fin llegamos a nuestro destino, el tribunal...

Ahí habían ya varias personas esperando que abrieran el lugar, gente con caras largas y amargura reflejada en su rostro, lo que fácilmente podía contagiarnos debido a todo lo acontecido.

Esperamos varias horas las cuales pasaron muy lentas, mientras hablábamos sobre el hecho de que mi padre aun no hubiera aparecido, de repente paso en el carro de nuestra madrastra dejándonos a todos boquiabiertos ya que pensábamos que no se atrevería a aparecer pero bueno como he dicho antes; la vida te da sorpresas.

Cuando por fin abrieron el dichoso tribunal la guardia nos aviso que perdimos nuestro tiempo esperando ya que el tribunal al que debíamos ir estaba a al menos dos manzanas. Inmediatamente decidimos dejar el auto e ir a pie deseando que la fila para entrar no fuera tan larga.

Después de algunos minutos caminando al fin llegamos y la fila pues obviamente era demasiado larga. Y allí estaba mi padre a punto de atravesar el detector de metales, primero en la fila.

Cuando pasamos el detector de metales en los que mi abuelo tuvo que quitarse su correa y algunas de nosotras deshacernos de algunas cosas que teníamos pasamos a los elevadores para por fin subir a la sala que nos tocaba. El elevador estaba lleno de hombres con trajes y corbatas y mujeres muy bien vestidas.

Era increíble como todas esas personas podían soportar el frío tan insoportable que hacia allí dentro yo hasta tenia la piel de gallina y llevaba mahones y camisa con mangas.

Antes de entrar a la sala mis abuelos se reunieron con la abogada quien les hizo algunas preguntas repasando sobre todo lo que dirían allí. Ya listos para comenzar entramos a la enorme sala donde se encontraban unas pocas personas y mi padre totalmente solo. No tenia ningún tipo de abogado lo que fue para todos un gran alivio.

Y por fin todo comenzó, la jueza comenzó a hacer unas breves preguntas a mis abuelos quienes contestaron con mucha seguridad, luego pregunto a mi padre la razón por la cual no tenia un abogado que lo defendiera y su excusa fue muy breve, respondió que no tuvo tiempo de buscar uno. En ese momento creo que en mi cara se reflejo un sentimiento de decepción ya que aunque en estas circunstancias fuera yo si esperaba que el peleara por nosotras nada mas para demostrar que si nos quería aunque nos dimos cuenta ese día que en realidad no lo hacia lo suficiente o tal vez simplemente no lo hacia.

De repente la jueza menciona nuestros nombres y nosotras inmediatamente nos pusimos de pie y ordeno que saliéramos de la sala.

Cuando salimos acompañadas de mi tía ya no pudimos oír nada mas de lo que sucedía adentro. Simplemente tuvimos que resignarnos a esperar que todo acabara para conocer los resultados.

Luego de aproximadamente quince minutos saltamos de un susto cuando mi padre salió de la sala reventando la puerta en su cara reflejado sentimientos de coraje e ira. Detrás de el mis abuelos con rostros bastantes serios y la abogada ojeando en algunos documentos.

Inmediatamente todas pusimos una cara esperando respuestas a todas nuestras interrogantes. Mi abuela en un pequeño susurro dijo...

-Ganamos...

Y en su cara reflejada una cierta alegría triunfante que era imposible de explicar, un sentimiento de alivio llego a mi. Y simplemente la abogada dijo un corto -felicidades. Y su boca se formo en una curva dándonos una sonrisa de boca cerrada mientras mi abuelo le daba un abrazo y le decía un eterno y agradecido.

-Gracias!

Simplemente todo esto era imposible de creer pues había llegado a nuestras vidas una de las mejores noticias que alguien puede recibir.

Una buena noticia.

Nota de autora:

Próximamente nuevos capítulos, espero que todos hayan sido de su agrado y estoy completamente agradecida con todas las personas que le han dado una oportunidad a mi historia, gracias a todos por votar/comentar.

¡Sigan votando y comentando! ¡Besitos!

-Dark_queen001

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