Capitulo 19

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Lo supere...
Lo supere todo el día que entendí cualquier persona me podía romper el corazón, pero no mas de una vez. Y crecí, supe que era lo correcto. Me di la tarea de continuar, de solo permitirme dar pasos hacia delante, de no mirar hacia atrás. Al fin y al cabo mis quince años me permitieron ser una nueva yo. Así que porque estresarme con un padre que independientemente de lo que haga, nunca volverá.
...
T E A T R O
Al principio decía: "Ay, eso parece como para gente que no tiene miedo" Y yo, creanme siempre tuve mucho miedo del mundo, de las miradas de la gente quemándote el cuerpo. No es que la gente fuese tan superficial, bueno si lo eran y yo era un desastre. Hablando, comiendo y hasta respirando.
Y apareció mágicamente un papel que decía: "¡Grupo de teatro!" De entrada dije no, no queria ni arrastrada. Los que me conocian en ese entonces sabian que yo no iria a eso ni vendada. Y mucho menos mis amigos. Ellos eran de mi clase de personas. Un grupo de gente antisocial, simpatica e introvertida.
Yo no se como paso, sepanlo, no tengo ni idea. Pero llegue a ese salon, el grupo lo estaba dirigiendo un muchacho de piel bronceada, alto y delgado. Parecia buena persona. Todo iba bien hasta que dijeron: "Es hora de presentarse", dentro de mi todo quedo en silencio, como si todas mis emociones colapsaran. Al presentarnos teníamos que decir nuestro nombre, edad y con que animal te identificabas. Las personas iban presentándose y yo quedándome para ultima, aun no sabia con que me identificaba, la verdad era muy difícil saberlo, no me identificaba con ningún animal, la realidad es que odiaba los animales, así que ¿por qué identificarse con uno? Cuando llego mi turno sentía todas las miradas de la gente quemándome el cuerpo.
–Vaya, ¡que sensación tan dulce! -pensé
Comencé, las manos me temblaban, sentía como las personas me querían fallar y al soltar la primera palabra se me quebraba la voz del nerviosismo.
–Mi nombre es Eira Casas, tengo 15 años y...
El salón permaneció en silencio esperando que terminara la oración.
–Realmente no hay nada con lo que me identifique... -completé mientras me sentaba con la cabeza baja.

Luego de esa primera clase que fue un desastre, no quise ir nada mas, pero algo me decía que si, que debía seguir yendo, así que así lo hice aunque fuese solo una oyente mas. Pasaron los días, las semanas y en mi algo cambiaba, ya no era oyente, participaba y cada vez me ponía menos nerviosa y mas segura de mi misma. El encargado estaba preparando un entremés teatral... No les niego que la primera vez que oí entremeses, me rugió el estomago, pero no se trataba de eso, desafortunadamente...
Era la primera obra corta, y seria de comedia. Con lo buena que era yo en la comedia... Cuando entregaron los primeros personajes me toco ser una borracha. De primera instancia dije "NO" y pensé en toda la gente que se burlaría de mi por eso. Sin embargo en los primeros ensayos lo intente y no me sentía bien con el personaje... Así que lo dije.

Unos días después el encargado se acerco donde mi y me dijo:
–¿Te gustaría hacer otro personaje? -preguntó
–Quizás, creo que si- respondí pensativa
–Bueno, pues serás, la doña del champú- dijo emocionado
– Jajaja, bueno, y, ¿que tengo que hacer? -pregunte
–Ya mismo te daré las lineas -respondió retirándose

Entonces si, la doña del champú, se oía mejor que la borracha, así que lo acepte y deje las cosas fluir. Ensayo tras ensayo, el me fue enseñando como debía hacerlo, y como soltarme mas y creanme, lo había logrado. Hasta que se acercaba la primera función, me enferme muy fuerte y no tenia voz.  Estaba tan asustada, sin voz no podía interpretar un personaje, el día de la función, había tanto ruido de fondo que sentía que no me escucharían.
En el momento de dar la tercera llamada, los nervios empezaron a hacerme cosquillas en la punta de los dedos. Seria la segunda en salir a escena y saldría sola. Cuando salí a escena vi toda la gente fija en mi cuerpo y en las cosas que decía, pero me concentre en un punto fijo y pude lograrlo, había sacrificado mucho mi voz y al final del día no tenia nada de voz, pero ya había pasado lo peor.
Ese fue mi gran debut en el teatro, aunque no fue el mejor... Sabia que me gustaba sentir toda esa adrenalina en el escenario, y sentía como salía una nueva yo a comerse el mundo.

...

No quería dejar que esta etapa quedara así, quería aspirar a mas, el grupo de teatro me limitaba y no quería eso... Así que me contaron sobre una escuela de bellas artes, donde podría estudiar actuación, pero eso parecía muy grande para mi, tenia que audicionar para eso y si me aceptaban entonces podría estudiar allí.
Yo no creía en mi, aunque mi seguridad hubiese aumentado desde ese entremés, yo no creía en mi, y si yo no lo hacia, nadie mas lo iba a hacer. Entonces, ¿qué debía hacer?, ¿dejar todo ese aprendizaje atrás, o creer en mi? Esa era la pregunta que valía un millón, una pregunta que marcaría mi destino, si dejar que ganase el miedo o arriesgarme a ver que pasaba.

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⏰ Última actualización: Dec 22, 2016 ⏰

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