[ADVERSARIO] PARTE 1

CAPÍTULO 122 ESPECIAL PARTE 2

Fue frotando la pequeña firmeza hacia abajo y luego empujando hacia arriba con las uñas redondeadas y manicuradas, rascando y frotando repetidamente.

"¡Mmmm ...... no ......!"

Aquel latido,fue más que eso,le  provocó escalofríos en la columna vertebral, haciendo que Ai Qing encogiera los hombros hacia atrás, pero aún así no había forma de evitar que las yemas de los dedos de Jing Ting Rui jugaran con él de forma despreocupada.

"El corazón de Su Majestad, de hecho, está latiendo muy fuerte ......"

Jing Ting Rui murmuró, levantando su brazo derecho y pasando por delante de la clavícula de Ai Qing, sujetando todo su hombro en un fuerte abrazo, Ai Qing tuvo que enderezar su espalda y hundirla completamente en el abrazo de Jing Ting Rui.

"Y es ...... muy tentador aquí".

Jing Ting Rui abrió la ropa de Ai Qing y, con una ligera inclinación de la cabeza, pudo ver la piel blanca como la nieve y las pequeñas puntas erectas de sus pechos.

Ai Qing se puso repentinamente rojo, claramente no quería mirar hacia donde Jing Ting Rui estaba señalando, pero sus ojos todavía no podían evitar mirar hacia abajo.

"¡Bang dong! En el momento en que lo vio, ¡su corazón latió aún más violentamente!

La incontrolable timidez casi abruma la cordura de Ai Qing, y sus labios bermellones se abrieron ligeramente, inhalando con nerviosismo y vergüenza al mismo tiempo.

"El último general quiere probarlo". Jing Ting Rui susurró: "¿Está bien? Su Majestad".

"No ...... ¡Yo ...... no puedo!"

Ai Qing negó con la cabeza, y su voz era tan suave como el gemido de un gatito. ¡Él sí quería estar con Rui Rui, con urgencia!

Pero la forma en que estaba ahora desaliñado y nervioso hasta el punto de sonrojarse y jadear debía ser fea, y no importaba, no quería causar una mala impresión a Rui Rui.

Y apenas unos toques y estaba jadeando tan fuerte que no podía recuperar el aliento, lo cual era demasiado penoso.

"Entonces el general no lo tocará". Jing Ting Rui retiró la mano con bastante sequedad, y Ai Qing lo agarró del brazo sin pensar: "No ......"

"¿Eh? ¿Es esta su manera de pedir al general que continúe?" Jing Ting Rui tenía un tono de sorpresa, haciendo que Ai Qing se quedara cada vez más sin palabras.

"Yo ...... que ......"

"Como un sirviente  no se me permite especular sobre la santa voluntad sin permiso".

La palma de Jing Ting Rui se deslizó repentinamente a lo largo de la túnica de dragón de Ai Qing, levantando las capas del dobladillo, ignorando el forcejeo de Ai Qing, sus dedos acariciaron rígidamente la entrepierna a través de los limpios pantalones blancos profanos, "Pero los hechos están delante de ti, eres todo dureza, así que esto no es una suposición presuntuosa del último general, ¿verdad?"

"¡Rui Rui ......!"

¿Es una ilusión? Ai Qing  realmente sintió que Rui rui era aún más difícil de tratar que de costumbre, era simplemente una intimidación.

"Sin embargo, mientras sean las palabras de Rui Rui, lo admitiré aunque me esté intimidando ......", Ai Qing no pudo rechazar el abrazo de Jing Ting Rui, aunque en este momento, su corazón ya latía y sus oídos estaban calientes al extremo.

"Su Majestad, no hay necesidad de tener miedo". De repente, Jing Ting Rui besó tiernamente la oreja enrojecida de Ai Qing: "Seré muy bueno contigo".