Prólogo

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Ocho años más tarde 

Suspiro sonriente. 

El amargo olor del café inunda mis fosas nasales. 

Le doy un sorbo y me estremezco, demasiado caliente. 

Escucho unos pasos acercarse. 

-Buenos días -Me saluda y yo le ofrezco su café- ¿Cómo has dormido? 

-Bien, sin pesadillas -Bieber le da un sorbo a su café y enciende a pantalla de su móvil. Sus ojos se abren mostrando preocupación. 

-No, puede ser ¡Llego tarde! -Le da un largo sorbo a su café acabándoselo. Se acerca al fregadero, deja su taza vacía y me da un beso en la mejilla- ¿Hoy vas a la oficina? 

-No, trabajo desde casa -Le doy un sorbo a mi café. Antes de salir de la cocina se gira hacia mí. 

-Se me olvidaba decirte que hoy vendrá mi madre - Asiento, no muy contenta- ¿Estás molesta? 

Niego con la cabeza. Aunque si lo estoy, esa mujer no me cae nada bien, y, encima, ni siquiera me ha consultado si estaba ocupada. 

Se acerca y deposita un beso en mis labios. 

-Eres la mejor -Dice saliendo. 

-Que tengas suerte en el quirófano y salva muchas vidas -Sale de la casa cerrando la puerta tras de sí. 

Recojo la cocina y me dirijo a mi despacho. 

Abro el laptop y reviso los correos nuevos. 

Un correo de mi jefe, eso no suele ser bueno. 

En él dice que debo ir a verle lo más pronto posible. 

***

-Buenas señorita Stone, ¿Cómo está? -Me pregunta mi jefe al verme entrar en su despacho. 

-Bastante bien, gracias -La verdad es que tengo bastante miedo. Me hace una señal para que me siente y obedezco. 

-La he mandado a llamar por algo, muy importante -Hace una pausa- Un nuevo proyecto. 

Yo suelto todo el aire que tenía contenido, pensé que sería algo malo. 

-Es un proyecto, realmente importante para esta empresa ¿Conoce la empresa Brown? -Asiento, es una empresa bastante conocida- Nos han llamado para contratarnos. Quieren una remodelación del edifico principal y una ampliación. Me han pedido que elija los mejores, para ello, quiero que seas tú la que dirija este proyecto. Es algo realmente importante ¿Estás dispuesta a ello? No necesito una respuesta ahora mismo, pero si hasta mañana. Serías la arquitecta principal y la jefa del departamento de diseño de interior. 

No puedo creerlo ¿Es enserio? Esto es... asombroso, no puedo creerlo. 

-Sí, me encantaría hacerlo. -Le sonrío. 

-Bien, pues les llamaré para concretar una reunión con usted -Asiento- Ya le informaré. 

Salgo del despacho y cierro la puerta. Sonrío y comienzo a saltar, ganándome la mirada de tres personas que pasaban por allí. 

-¿Qué? -Les pregunto, y ellos siguen a lo suyo. 

La mejor decisión de mi vida. O eso creía. 

***

Abro la puerta de mi departamento. Dejo las llaves sobre la mesa de la entrada y descuelgo el abrigo. 

Voy hacía la cocina y... Grito del susto. 

El Chico No Es Siempre Un Caballero [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora