Capítulo 5

480 41 16
                                    

Le contamos absolutamente todo lo que pasó, desde el principio hasta el final.

He de reconocer que la que más habló fue Sheila.

-¡Pero será Capullo! -Dijo mi tía indignada- No fue tu culpa que ellos sean unos pijos de mierda ¡Yo lo colgaba de un puente y que se cayera desde allí y se rompiera cada hueso del cuerpo y después que le pasara un tren encima...!

-Vale, vale -La corte riendo- Lo hemos pillado.

-Alexa, ahora en serio, no es justo que te despidieran por culpa de unos idiotas -Dice mi tía mirándome fijamente- Debes volver ahí y plantearles cara.

-Puede que tú tía tenga razón -Dice Sheila- Además, no tienes nada que perder, ya estás despedida no te pueden volver a despedir. 

Ella se encoje de hombros.

-Puede que tengáis razón -Dejé la taza sobre la mesa y me levantaré- A mi nadie me despide así sin más.

-Si se hubiese puesto así antes mejor... No nos tendríamos que haber tragado los llantos -Le escuché decir a mi tía Helen.

Yo la miré mal.

-¿Qué? Es verdad -Se encoje de hombros y Sheila se ríe a su lado.

-Venga, anda, súper Alexa, vamos a demostrarles que no te pueden despedir.

Sheila se levanta y me acompaña a la puerta.

-Yo me quedaré aquí -Dice mi tía- Ya me contaréis.

La escuché decir antes de que Sheila me arrastrarse fuera.

Nos montamos en el coche, yo iba de copiloto.

-Sheila... Ya no estoy tan segura -Le confesé a mi amiga.

-No, Alexa, ya no vale echarse para atrás.

-Es que...¿Y si me denuncian?

-Oh vamos, ¿Porque te iban a denunciar? Además que precisamente, tu historial no es que sea de lo más bueno.

-Ya en eso tienes razón -Dije acogiéndome de hombros- ¿Qué es lo peor que podría pasar?

En ese momento se me pasaron cien mil cosas por la cabeza.

-Mejor no pensarlo mucho - Me dijo Sheila al ver mi expresión.

No tardamos mucho en llegar al edificio, que en estos momentos me pareció más grande de lo habitual.

-Genial -Dice Sheila- Ahora tú respira.

Asentí y por fin tuve el valor de entrar.

Mientras subía por el ascensor mi cuerpo temblaba y mi corazón iba a mil por hora. 

Cuando las puertas se abrieron ahogué un grito. Caminé con paso seguro por el pasillo. 

Cuando llegué Trish me miró sorprendida y yo le sonreí. Ella me guiñó un ojo y yo me giré en dirección a la puerta y respiré hondo antes de llamar. 

Cuando, al otro lado, escuché que podía pasar, abrí la puerta y entré.

Bethanie estaba sentado estaba sentada junto a mi jefe, aún en reunión con la misma mujer. 

-Buenas, jefe -Me hice notar y todas las miradas se dirigieron  mi persona. 

-Creo que no te quedó muy claro -Me interrumpió Bethanie.  

-Lo siento, señorita Clawn pero estoy hablando yo y nadie ha pedido su opinión -Ella me miró con cara de fastidio y yo sonreí falsamente.  Dicho esto me giré hacia la mujer con traje- Me justaría hablar con su jefe. 

-Señorita Stone, estamos en medio de una reunión -Me dice mi jefe mirándome serio. 

-Lo sé señor, pero le estoy pidiendo a la señorita una oportunidad para aclarar todo -Le dije con la mejor sonrisa que logré formar. 

-Perdone pero si no estoy mal informada usted está fuera del proyecto, así que no tenemos mucho más que discutir. 

-No, con usted, con su jefe. Quisiera hablar con él, por eso estoy aquí -Dije sin mover un musculo. 

Todos me miraron sin saber que responder, pero yo seguía allí de pie, esperando alguna respuesta. 

Entonces una voz llegó de la tablet, algo que no logré escuchar, pero hizo suspirar a la mujer del traje. 

-Bien, la esperaremos mañana en la dirección que le llegará al correo a lo largo de la tarde. 

Al escuchar esto el corazón me dio un vuelco. La verdad es que ya había perdido toda esperanza, pero esto me la devolvió. 

-Claro, allí estaré -Dije con una sonrisa antes de despedirme para salir de el lugar. En la puerta estaba Trish que me miraba nerviosa, analizando las facciones de mi cara para intentar adivinar que es lo que había ocurrido dentro de la sala. 

-¿Y bien? -Preguntó nerviosa mientras jugueteaba con sal pulseras que llevaba en las muñecas. 

Yo la miré a los ojos seria, intentando confundirla cosa que demostró su cara al, segundo siguiente, confusión. 

-Pues... -Esperé unos segundos mirándola a los ojos para  darle drama al momento- Si. 

Ella respiró esperando que continuara. 

-¿Sí qué? -Me incitó a que continuara. 

-Que sí, que me van a dar una segunda oportunidad -Digo pegando un brinco de alegría antes de correr hacia ella y darle un abrazo- Bueno o eso creo. 

Digo mientras pongo un mechón suelto tras la oreja. 

- ¿Qué te han dicho? -Pregunta curiosa. 

-Pues sinceramente no lo sé -Dije separándome de ella- Me han citado para una entrevista y me enviaran los detalles por correo. 

-Pues eso ya es algo ¿No? -Pregunta con una sonrisa sin separarse. 

-Pues sí, realmente pensaba que no iba a conseguir nada pero, por intentarlo no perdía nada y ¡Mira! 

Ella sonríe y me mira con ternura y siento que su sonrisa es verdadera, sentida desde el corazón. 

Un impulso me hizo que la abrazará, era como una segunda madre para mí, después de mi tía claro está. 

Ella me devolvió el abrazo, con sorpresa y acarició mi pelo con dulzura. 

Cuando nos separamos sonreímos antes de que del ascensor saliera algo, o más bien alguien corriendo en nuestra dirección. 

-¿¡Qué ha pasado!? -Pregunta Sheila agitada llegando a nuestro lado. Nos mira a ambas esperando una respuesta- ¡Contestad! ¡Me tenéis en ascuas! 

-Pues que... -Empezó Trish y me miró para que continuara. 

-¡Me han concedido una entrevista! Si consigo gustarles, no solo obtendré ese nuevo proyecto sino que volveré a la empresa. 

Ella abre los ojos como platos para después sonreir y abalanzarse sobre mí. 

-¡Eso es genial! -Sus rodean mi cintura y me besa toda la cara para después sonreír y separarse- Esto hay que celebrarlo. ¡Esta noche nos vamos todas de fiesta! ¡Invito yo! 

-Pero, Sheila si no estás muy sobrada que digamos -Le dije mirándole con las cejas alzadas.

-A la mierda -Dice sonriendo- ¡Hoy hay fiesta!


El Chico No Es Siempre Un Caballero [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora