Capítulo 9

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Al abrir la puerta, mi mundo se detuvo. 

-Siéntate por favor -Me pidió la mujer del traje, señalando la silla que estaba frente a mí. 

Pero yo no la estaba escuchando mi mirada estaba clavada en el hombre que presidía la reunión. 

De repente mi cerebro explotó. Regresé al mundo real. 

Tenía el pelo corto, perfectamente ordenado y una leve barba que estaba perfilada, seguro que  por los mejores profesionales. 

Era un hombre de más o menos mi edad con una expresión seria en el rostro, de completa madurez. 

Pero sus ojos era inconfundibles. 

-¿Jack? -Un leve susurro de asombro se escapó de mis labios, aunque él seguía con la misma expresión, serio. 

-Señor Brown -Me corrigió con voz serena. En mi cabeza todo iba a explotar ya que no podía asimilarlo.

Después de tanto tiempo... 

-¿Podemos empezar la entrevista? -Pregunto una mujer que estaba sentada en la mesa. Es verdad, con la situación se me había olvidado completamente la exposición. 

-Claro. 

(...) 

Sinceramente, no sé explicar que tal me había salido la entrevista. 

Mi cabeza estaba en otra cosa, y la mirada de Jack sobre mí no ayudaba en absoluto. 

Había cambiado demasiado desde la última vez que lo vi. 

Era extraño, o más bien, él era un extraño. 

Ya no es el Jack Brown adolescente que conozco, o solía conocer, mejor dicho. 

Estaba en el baño, retocándome el pintalabios cuando entro una de las mujeres que estaban en la mesa. 

Sé que me tenía que decir algo, pero no se atrevía. La pillé mirándome por el espejo, aunque yo seguía sumergida en mis pensamientos.

-¿Puedo hacerte una pregunta? -Por fin se atrevió a hablar, aunque yo la verdad es que no tenía especial ganas en conversar. 

-Claro -Dije de la manera más amable que pude. Ella recapacitó varios segundos. 

-¿Por qué había tanta tensión en la habitación? Daba la sensación de que os conocíais de hace mucho tiempo.  

No sabía que responder a eso. Sé que había tensión, pero la causa era demasiado personal como para explicársela y así se lo hice saber. 

La chica me miró con mala cara, entiendo que tengan curiosidad, yo de hecho soy muy curiosa, pero no hasta tal punto de querer meterme en la vida privada de un desconocido. 

Salí del baño y noté la mirada de todos sobre mí. Creo que algún rumor sobre mí corre por el edificio y eso que acabo de llegar. 

Llegué hasta la sala de reunión donde ya no había nadie. Me fijé en la silla en la que minutos antes, estaba sentado Jack. 

Mi mirada viajó por toda la habitación, era amplia y estaba muy bien equipada. Nunca olvidaría este momento... El mundo es un pañuelo.

-Señorita Stone -Me llamó una chica desde la puerta de la habitación- Debe acompañarme hasta la entrada del edificio. 

Di un último vistazo y salí de la habitación. 

-El resultado te lo mandarán por correo -Me informa. 

Al salir estaba todo oscuro, las luces de los edificios estaban apagadas. Tan solo quedaron las de nuestro edificio. 

Mire a mi alrededor ¿Dónde estaba el chico de las llaves del coche? No lo veía por ningún lado. 

El Chico No Es Siempre Un Caballero [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora