Capítulo 19

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Me pinté los labios. Me había sentado genial los dos días de vacaciones que me había tomado.

Respiré hondo al oír que mi novio se despertaba. Nuestra relación empeoraba por minuto y sentía que no se iba a sostener mucho más.

-Buenos días -Se acercó para darme un beso en la mejilla. 

Le sonreí a través del espejo mientras me ponía algo más de mascara de pestañas. 

-¿Trabajas hoy? -Le pregunté sin siquiera mirarlo. Él se sentó en el inodoro para hacer sus necesidades.

-No, llevo una semana trabajando sin descanso -Dijo cómo si fuese obvio. 

Suspiré. Hoy tendría que terminar mi proyecto o mi jefe me mataría. 

Me miré al espejo repasando mi maquillaje antes de salir del baño. 

Sheila estaba sentada en el sofá mientras cambiaba los canales de la tele. 

Me acerqué a la cocina y noté que había preparado el café. Me serví una taza y fui hasta el sofá para sentarme a su lado. 

Estos dos días apenas habíamos podido hablar, ella no había dejado que me levantase siquiera de la cama. 

Afirmaba que debía descansar. 

-Buenos días, bella durmiente -Bromeó. Le sonreí antes de darle un sorbo a mi café- ¿Cómo te encuentras? 

-Cansada -Confesé. 

Mi cuerpo aún no se había recompuesto del todo, pero estaba lo suficientemente bien cómo para ir a trabajar. 

De echo necesitaba salir de allí. 

-¿Un cigarro? -Le pregunté sacando la cajetilla de uno de los cajones de la mesa. Ella me miró con las cejas alzadas. 

-Lo voy a dejar -Me confesó, cambiando de nuevo el canal del televisor. 

La miré sorprendida. Sheila no era de las que fumaba compulsivamente, de echo se fumaba uno muy de vez en cuando. 

-¿Y eso por qué? -Casi se me vuelca el café. 

Ella me miró con una sonrisa triste. En el fondo sabía muy bien la razón, pero quería que saliese de sus labios. 

-Me recuerda a él. 

Las palabras salieron como cuchillos de su boca. 

Sabes que todo se ha ido a la mierda cuando dices "él" sin siquiera haber mencionado su nombre y ambas personas sabéis de quien estáis hablando. 

Odio saber a quien se refiere porque en cuanto lo llamas así, significa que es importante para ti. Y ese hombre no se merece ni el buenos días de parte de mi amiga. 

Tragué grueso cuando noté que ella bajaba la cabeza avergonzada. 

Le acaricie la mejilla para que me mirase. 

-Será lo mejor para tu salud. 

Ella asintió. Ambas sabíamos que en esa frase no estábamos hablando solo y exclusivamente del tabaco. 

Dejé la taza de café sobre la mesa y la abracé en un intento de reconfortarla, solo por el sollozo que emitió al envolverla en sus brazos supe que había ocurrido más de lo que me contó la última vez. 

Me maldije a mi misma. Había estado tan centradas en mis problemas que ni siquiera me había dado cuenta lo que estaba sufriendo mi amiga. 

Me deben dar el premio a peor mejor amiga del año. 

El Chico No Es Siempre Un Caballero [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora