Peyton Harvey
Eso no me lo esperaba...
«Cierra la boca, Peyton. Te ves patética».
Hago lo que ordena mi lado racional aun observando con impresión el camino por el que Drake ha desaparecido. Arrugo mis cejas en disgusto antes de regresar al interior de mi casa y quedarme apoyada contra la madera.
Me gustaría poder decir que si quiera tengo la decencia de poseer tiempo para analizar la situación, pero la verdad es que me parece haber llegado a una conclusión mucho más rápido de lo que me esperaba.
No iré.
No quiero.
«Bueno, sí quiero, sin embargo, no puedo».
Cualquiera que lo desee puede llamarme cobarde, o puede decir que no vivo la vida como esos adolescentes de Netflix. No me interesa en lo más mínimo.
La sencilla idea de estar envuelta en ese lugar suena en exceso peligrosa dentro de las paredes de mi loca cabecita. Y, apenas han transcurrido... ¿cuánto? Ni veinte minutos después de la conversación con mi madre, el tiempo no significa que ya no continúe en una cuerda floja que es bastante delgada con referencia al tema de ella queriendo asfixiarme para decirle la verdad.
No.
No voy a negar que suena como una alternativa excelente para conseguir lo que necesito en el menor tiempo posible. No ha contrato por ahora, no tendría que regresar una vez que termine y eso para mucho es una buena oportunidad, a pesar de no saber cuánto dinero ganarás. Sin embargo, al ser así de concurrido, no creo que paguen mal. Si no, no habría tantos empleados que hablen tan bien del espacio. Porque lo hacen.
Es solo que...los pros no siempre pueden ganarle a los contras. Es arriesgado, pero tan llamativo que mi lado impulsivo, cuyo cuestionamiento aparece incluso cuando debo recordar mi nombre, quiere lanzarse hacia ello.
Es como si Rhaegar me hubiese contagiado sus pensamientos irracionales.
«La nota discordante aquí sigue siendo la mujer que posee el control de mi vida hasta que cumpla los dieciocho, o eso quiero creer».
Cierto. Nora va a preguntarme, yo no querré contestar porque cosas ilegales saldrán de mi boca y ya tengo el agua hasta el cuello como para seguir con todo esto, no quiero que use esa toalla conmigo. Definitivamente no.
«Mentir es el camino más simple».
Lo es. Pero como dije, ella va a descubrirme a menos que trate de contarle la verdad a medias.
Hasta el momento, la única persona que tengo de confianza es Tate y sería patético decirle a mi mamá que iré a su casa cuando por cuestiones del pasado ella decidió que no me dejaría quedar allí a menos que el tío Matthew, papá de Tate, estuviese presente. Cosa que no es así el día de hoy.
«Podrías decirle que irás por algo que ella tiene y te quedarás unas horas, es tu prima y es obvio que hablarían, no levantarás sospechas, dile que volverás. Puedes ir allá cuando salgas del club y no todo será necesariamente una mentira, habrás cruzado el umbral de esa casa después de todo».
Gruño sacudiendo mi cabeza.
Esto de tener dilemas no es ni la mitad de interesante a como lo pintan mis películas favoritas. Y tener una voz insidiosa como consciencia parece lo mismo que tener un enemigo.
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¡Mírame y Di Queso!
RomancePeyton Harvey podría definirse a sí misma como una chica sin término existente. Sí, como lo leíste. La verdad es que no existe una palabra exacta que determine a la perfección lo que ella puede ser física, personal y académicamente. Sobretodo en e...