Peyton Harvey
Mi lado fangirl está floreciendo de nuevo
Tengo una teoría.
Una absurda, inestable y poco realista teoría que, por supuesto no es de las mejores que mi mente ha podido elaborar, pero que me servirá de una u otra forma para darles un por qué a esos pequeños fragmentos de las situaciones más terribles en las que me encuentre a lo largo de mi bonita existencia.
Y es que fui un gato.
Estoy 99.9% segura de que fue así.
No cualquier tipo de gato obviamente. Lo más probable es que mi pelaje fuese negro.
Viví siendo uno de esos felinos que tienen fama de lanzar mala suerte a las personas que los miran o simplemente se los encuentran. Los seres humanos llenaron de mitos mi color y ahora estoy pagando las consecuencias
¿Me parece una tontería? Sí. En primer lugar, el departamento de reencarnación en animales cuadrúpedos no te entrega un formulario para que coloques:
Color de ojos: verdes.
Maullido: agudo.
Color de pelaje: oscuro.
...Dije que era un pensamiento absurdo, así que no hay que verle mucha lógica.
Siendo honestos, es la primera vez que me siento a considerar algo como eso, sin embargo, no me culparé. Quiero una explicación, sea buena o mala de por qué siempre estoy en las peores situaciones cuando simplemente ando por ahí tratando de no tropezar con mis propios pies, aunque también me gustaría saber por qué las personas a mi alrededor son tan inoportunas; cualquiera de las dos es bienvenida.
Hasta ahora solo hay una respuesta: tengo esencia de gato negro de mi anterior vida impregnada en mi piel actual.
Y eso es una mierda.
Puedo verme inhalando y exhalando con fuerza en el asiento trasero del coche de papá solo por pensar en ello. Lo peor es que me lleno de rabia a cada segundo ya que considero que haber sido un gato negro no es excusa para meterme en problemas constantemente.
Menos cuando este gato negro se porta tan bien.
—Deja de mirarme así si no quieres que te arañe la cara—murmuro hacia Drake sin apartar mis ojos de un punto inexistente al frente. A estas alturas del partido desbordo furia por todos mis poros—. Te dije que te fueras. Que yo lo resolvería.
El pelirrojo gira en mi dirección para dedicarme una expresión hermética segundos antes de que un bajo gruñido brote de sus labios.
—¿Y quedar como un cobarde ante mi futuro suegro? Eso no sería muy Rockstar de mi parte, Harvey.
Enarco una ceja aun sin mirarle. ¿Suegro? ¿Cobarde? Es evidente la confusión en mi cara por esas palabras, en especial por la primera.
—No digas tonterías—replico.
—No son tonterías—esta vez ha dejado de lado el tono neutro que estuvo usando para sustituirlo por uno particularmente desesperado—. Puede no ser tan grande como tu tío, pero a mi parecer tu papá intimida lo suficiente. Él miró mi alma, mujer. Perforó mi carne y huesos. ¿Entiendes eso?
Pongo los ojos en blanco sonriendo por primera vez en varios minutos.
—No te pasará nada...a menos que continúes con esa actitud histérica.
Drake se queda boquiabierto y quizás indignado después de lo que acabo de decir. Admitiré que la expresión que tiene es muy graciosa, casi quiero sacar mi móvil y tomarle una foto.
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¡Mírame y Di Queso!
RomancePeyton Harvey podría definirse a sí misma como una chica sin término existente. Sí, como lo leíste. La verdad es que no existe una palabra exacta que determine a la perfección lo que ella puede ser física, personal y académicamente. Sobretodo en e...