D O C E.- s i m p l e m e n t e p a s a n

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"Ay, qué suerte la mía que hoy te volví a encontrar

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"Ay, qué suerte la mía que hoy
te volví a encontrar...
en este lugar"
—MORAT.

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L

a mirada de Juan Pablo iba de Mariella al dibujo que sostenía con cuidado en sus manos. Decir que estaba atónito era poco para lo que sentía.
Él era una persona sumamente cuadrada, siempre se regía por la lógica, ni siquiera creía en el horóscopo, le parecía que era una estupidez que las personas se guiaran en algo tan poco objetivo como la astrología.

De igual manera, Juan Pablo no era de creer en cosas paranormales, siempre tenía en su mente alguna explicación lógica si le acontecía algo, su cerebro era rápido para razonar pero justo ahora, por primera vez estaba totalmente en blanco, sin ningún argumento que le pareciera válido para entender porqué Romeo y Julieta tenían la cara de él y de Mariella.

—¿Cómo crees que esto sea posible?—preguntó Mariella.

Juan Pablo dirigió su vista a ella. La castaña se encontraba de espaldas mirando fijo por el balcón, absorta en el paisaje nocturno.

—Mmmm... ¿reencarnación?—propuso Juan Pablo.

De inmediato se quiso morder la lengua, decirlo en voz alta lo hizo sentir estúpido. Era el mayor de los disparates que alguna vez dijo.
La chica dejó de prestar atención al ventanal y volteó la cabeza en dirección a Juan Pablo, sopesando lo que él dijo.

—Es una locura... tú y yo no podemos...—negó con la cabeza repetidas veces.

—Bueno...—Villamil se rascó la nuca nervioso.

El ojiverde sacó su teléfono celular para meterse a Google y buscar sobre la reencarnación, de nuevo se sentía idiota. Seguro si alguien más lo viese buscando eso probablemente se reiría.

—Eh... hay varios artículos aquí en internet pero no sé qué tan verídica sea la información, además no sé si... es decir, es algo tonto buscar esto, pero...—suspiró nervioso ante la mirada de Mariella.

Buscando el rostro de Julieta |  j.p. villamilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora