🌹IRA🌹

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Cuando me desperté aún era muy temprano, apenas estaba saliendo el crepúsculo, suspiré y me amarre el cabello en un cola busque en la mesa de noche el diario que me había dado Franchesca unos días antes.
Lo abrí y comencé a leer

Lunes: llevo ya tres días viendo a Alfredo en la cafetería,  cada vez que lo veo siento algo extraño es como si lo conociera de hace mucho tiempo atrás, cundo me acercó a él siento que no soy yo siento que mi cuerpo es guiado por alguien más suena loco pero es lo que siento, y por su mirada se que el se siente igual.

Martes: hoy Alfredo me invitó a comer helados no se porque me siento tan ansiosa, me dijo algo extraño algo que no entendí “cuando la lujuria y el amor caminan juntos nada puede separarlos", o en realidad si lo entendí, siento que cuando estoy con él no soy yo es alguien más que maneja mi cuerpo, a veces me asusta porque no sé hasta dónde llegará.

Miércoles: Alfredo y yo fuimos a comer helados y me divertí mucho, me dijo que estaría fuera por tres días, hoy al mirarme al espejo vi que mi reflejo era extraño, vi como si tuviera alas blancas, talvez me estoy volviendo loca o talvez el amor me está volviendo loca... Solo espero que esa locura no acabe conmigo.”

Guarde de nuevo el diario junto al mío, Astrid y Azucel se amaban pero no se dieron de cuenta que le estaban haciendo daño a muchas personas.
Volví a tomar el teléfono que Alos había dejado lo encendí y le escribí a Valentina para que pasará por mí, me levanté fui al baño me duche rápido y me vestí con uno vaqueros negros una franela roja de tiras y me puse un suéter  arriba, la cabeza me dolía horrible pero ya me imaginaba que era por Andrés  el que me visita cada mes así que tome una toalla por si acaso.

Metí todo rápido en el bolso y bajé por suerte aún estaban dormidos así que me dio chance de prepararme un pan.
Me senté en la mesa a comer.

—Hola—dijo Bryan mientras se  aclaraba los ojos tenía el cabello tan liso que aún estando acabado de parar no tenía que peinar ya que le caía perfecto en forma de hongo.

—Hola, ¿Quieres un pan?
Negó con cabeza —Ni siquiera me  he cepillado.

Hice una mueca de Ascó—¡Cochino!, no sabes que eso es lo primero.

Se encogió de hombros—Miroslava que le puedo regalar a una niña para que se enamore de mí.

Trague saliva y apreté los dientes porque me iba a reír y se que se molestaría, yo soy realmente mala para dar consejos y más ese tipo de consejos.

—Bueno si ella ya está enamorada de ti cualquier detalle le gustará hasta el más mínimo, un chocolate, una carta, una flor, pero si no está enamorado de ti ni que le regales  lo que le regales no lo apreciará así que lo mejor sería dejarlo y ya.

Tome un poco de jugó

Me miro y alzó las cejas se tapó la cara con la mano—Eres muy mala para esos consejos, mejor le preguntó a Alos.

Escupí de nuevo el jugo al vaso—Tu crees que él sabe más que yo de amor, es un patético mentiroso.

Bryan río de carcajada—Logro enamorarte a ti no creo que sea tan patético, es que están peleando.

Asentí

—Bueno igual dile que necesito hablar con él.

Entre Ángeles Y DemoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora