🌹Demonios internos 🌹

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Sujete el cuello de Yenni estampando su cuerpo contra la pared, ella se queja de dolor, pero eso no me importa, presionó un poco más su cuello, sus ojos se abren como platós mientras trata de soltarse, se lo que está mirando, se que está aterrada, se que mis pequeños cuernos acaban de aparecer, se que mis ojos ya cambiaron de color.

—Hazlo, mátala—Esa voz ronca y aterradora venía de mi interior, pero no era mi conciencia.

Obedecí y apreté un poco más el cuello de  esa zorra, una risa escalofriante hizo que mi piel  se erizara

—Sabes cuantas veces Alos se la ha follado aún estando contigo, muchas.

Apretó mi mandíbula de la irá.

Dime Yenni desde cuándo vez a Alos, ¡dímelo perra!—Exigí.

Ella no podía moverse ni hablar.

—Miroslava suéltala la vas a matar—Esa voz era la de Ender que sin darme de cuenta estaba a mi lado sujetando mi brazo izquierdo.

Hice caso omiso a sus palabras y la apreté más fuerte solo faltaba un mínimo para asfixiarla, pero... Realmente la quería matar mi mente se encontraba nublada, una gran capa de humo cubría todos mis pensamientos. De nuevo
¡Mátala!, ¿qué esperas? termina con eso ya.

Ender apretó un poco más fuerte mi brazo, eche mi cabeza a un lado para mirarlo, sus ojos estaban de color violeta. Luego todo se volvió de color negro.

En donde estoy pregunté para mí misma mirando a ambos lados.

—Tienes que hacerlo Miroslava Mátala, vamos sabes todas las cosas que ella ha echo con Alos, todo este tiempo te ha visto la cara.

Una sombra blanca apareció—Antes de hacerlo mira a tu alrededor tu hermano te mirá.

Entendí que eran mi demonio y mi ángel internó... Pero... A cual debería de escuchar...

Pestañeé varías veces y detrás de Ender se encontraban Bryan y Andros, el rostro de mi hermano reflejaba odió, y angustia.

—Suéltala Miroslava—Andros se acercó a mí y acarició mi mejilla pero al tocarme sentí que su contacto me quemó un poco, me encogí de dolor y la solté, el cuerpo de Yenni cayó al piso, yo di un paso atrás, miré a todos y salí corriendo.

Corrí a una velocidad sobre natural hasta llegar a un área boscosa cerca del colegio.

Cerré los ojos fuertemente pensando en lo sucedido y a mí mente venía la imagen de Alos besándose Yenni, empecé a golpear el tronco de un árbol sin importarme el dolor físico que me causaba necesitaba desahogar todo el dolor emocional.

Golpeé una, dos, tres, cuatro, y mis nudillos comenzaron a sangrar, tenía unas cuantas astillas clavadas no voy a mentir me dolía pero quería seguir golpeando, eche mi puño atrás pero cuando iba a estamparlo de nuevo alguien tomó mi puño.

Voltee y Andros tomó mi rostro entre sus manos.

—¡Ya basta!,¿por qué te haces dañó? ¿qué sucede?.

Negué con mi cabeza y él me rodeó con sus brazos, solo llore y grité como una loca, pero hay estaba Andros, consolando mi roto corazón.

Andros me miró fijamente con sus bellos ojos verdes, secó mis lágrimas con sus pulgares y luego agarró la mano que tenía lastimada y me la curo.

—Alos... Vi... Lo... Lo vi... Besándose con Yenni—Mis palabras eran atropelladas.

Andros puso los ojos en blancos—Estas segura que era él.

Asentí—Claro que era él lo ví con mis propios ojos.

—Muchas veces los ojos solo ven las cosas simples pero no logran captar más allá de lo indescriptible.

Alcé una ceja—No entiendo.

Andros se agachó—Sube a mi espalda te llevaré a casa.

Obedecí, subí a su espalda, Andros olía muy bien, mientras corría a gran velocidad, el viento golpeaba mí rostro alborotando mi cabello.

Llegamos y al bajarme quedó mirándome de una forma extraña, sus ojos verdes esmeralda brillaban.

—Nos vemos mañana.

—Andros... Gracias—me incline iba a besar su mejilla pero el volteó un poco el rostro y bese la comisura de su labio.

—Tan cerca y a la vez tan lejos.

Mi cuerpo recibió una pequeña descarga eléctrica me separé rápido, Andros sonríe y se despide.

Entro a casa y subo a la habitación de Alos.

Abro la puerta con cuidado y ¡jumm! no lo voy a negar huele a su perfume pero con un pequeño olor a pecueca, si hay que admitirlo Alos sufre de pecueca, en esta vida no existe la perfección, tal vez sea por su bendita costumbre de ponerse los zapatos con los pies húmedos.

Veo que todo está tal cual él lo dejo reviso su cama y la carta que le había dejado días antes no estaba...Eso me pone a pensar un poco será que ya la leyó.

Reviso en sus gavetas y encuentro una pila de películas por lo visto es fanático de Naruto tiene todos los CD que interesante... Sigo buscando no sé que busco pero bueno vamos a ver qué encontramos.

Algo llamo mi atención un libro “Angelusdemoniaco”  vol.1  lo tomó y salgo del cuarto.

Antes de leer el libro sujeto el teléfono entre mis manos debatiendo si debo o no Llamar a Alos.

Busco su contacto y marco y automáticamente me cae la contestadora así que decido enviarle un audio por Whatsapp.

Entro al chat y lo primero que hago es soltar un suspiró.

no sé  porque hiciste lo de hoy, no había necesidad de destruirme así, nosotros somos culpables de nuestras decisiones, y tú eres consciente de tus aptos, veo..
.—Tomo aire, siento un nudo en la garganta.—...Veo qué todas tus palabras eran mentiras, nunca me has amado, ya nada tiene sentido Alos, no voy a permitir que me sigas destruyendo, te amo pero que te ame no quiere decir que tenga que aguantar todas tus idioteces... Y creo que... Qué....esto nos va a llevar a un precipicio y la verdad no quiero caer... Te amo y... Adiós...

Envié el audio para luego llorar en silenció, me acosté boca abajo y llore hasta que ya no pude más y me quedé dormida...

Entre Ángeles Y DemoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora