🌹FUEGO🌹

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Hacía calor más de lo normal, abrí un poco mis ojos, y noté que estaba en mi habitación mire las paredes amarillas por unos segundos pero me sentía muy sofocada, giré y noté que el aire acondicionado estaba prendido, anoche me  quedé dormida no sé en qué momento y mucho menos se quién me trajo a mi habitación.

Me quité las sábanas de encima no soportaba tanto calor, mis ojos se abrieron como platos y di un gran gritó cuando ví que mi puño derecho estaba rodeado por una pequeña bola de fuego.

—¡AHHHHH!, ¿Que mierda?

—Miroslava hija estas bien—pregunta mamá desde el otro lado de la puerta.

Me levanto de la cama rápidamente

—Si...¡Eh!...si...solo..—Agito mi mano para tratar de apagar el fuego—Solo...Solo fue un pesadilla.

—Segura, no necesitás nada.

Seguía agitando —No... No... Ya bajó

—Esta bien prepárate emparedados.

—¡UJu!

Corrí al bañó abrí el lavamanos y metí mi mano allí, pero  el fuego no se apagaba volví a salir y tomé el teléfono lo encendí fueron los segundos más largos de mi vida.

El teléfono empezó a sonar por la cantidad de mensajes que tenía, no leí ninguno solo marqué el número de Ender, repicó tres veces hasta que contestó.

—¿Que mierda hacías que no contestabas?—mi voz era muy agitada.

—¡Hey!, Ese vocabulario señorita.

—Ender no estoy para juegos,¡mi mano!, ¡mi mano!, está... Está prendida en ¡fuegoooo!

Ender suelta una carcajada.

—¿Que coño?, no le veo la risa.

—Tranquila, tranquila, Alos irá para ayudarte, es algo normal en un demonio controlar el fuego.

—¡No!,  ven tu por favor Alos no.

Suspira

—Esta bien en  dos minutos estoy hay.

—Espera, espera y que les dirás a mis padres.

—Nada, ellos no me verán tranquila

Volví a meter la mano en el agua pero nada en vez de desaparecer se hacía más intenso, genial ahora prenderé la casa.

Salí del baño y empecé a caminar de un lado a otro, cuándo escuché que la puerta del cuarto se abría y cerraba rápidamente delante de mí Ender con un suéter negro y unas bermudas blancas que le llegaban a la rodilla.

Me mirá y le enseñó mi puños.

Sonríe y se acerca a mí —Primero que todo relájate porqué si sigues así de desesperada será peor

Alcé la cejas—Esta bien, ¿y como hago eso?

—¡Miroslava!—me regaña—cuenta hasta diez y piensa el fuego y tú son uno sólo.

Solté una carcajada.

Se sentó en mi cama—No le veo la risa, sabes a quién te pareces a Alos a él la primera vez le ocurrió lo mismo, bueno aunque el casi nos mata a todos.

Entre Ángeles Y DemoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora