..
.
.
—¿Qué quieres decir con eso? Kan—
Tu corazón estaba agitado, sentias que se saldría de tu pecho en cualquier momento.
Kan suspiró profundamente y se dio la vuelta, permaneció asi, pensando en cómo decir las cosas, cómo dejar por sentado todo.—Tú...no me amas—pronunció—Yo te adoro, te admiro y por supuesto que he querido darte todos estos sentimientos que han ido calando hondo en mi pecho, por ti.
En medio de aquel panorama, el viento calido de la tarde rozaba contra los arboles, agitando las ramas, provocando que las hojas cayesen.
Kan vino a ti, con una mirada triste pero a la vez dispuesta, no iba a seguir con aquel autoengaño, no era justo para ninguno, sobre todo para ti, a quien deseaba ver felíz, de una manera auténtica, verdadera, y eso, no le correspondía a él dártelo.
—Creerás que soy injusto, que te he timado, y que soy incluso despreciable por haber hecho esto luego de todo lo de hoy, pero...—tomó tu mano, señalando que en ella aquel anillo que te dio ya no estaría más ahí en adelante—...Pero sabes bien que mis sentimientos no fueron una mentira, yo de verdad te amo tanto, y es por eso que decido dejarte ir.
Te reverenció, inclinando la cabeza, soltando tu mano, para luego dar un paso al costado y esquivar por completo el contacto contigo.
—No necesitamos esto—
Aludió a los anillos, ya que él también traía el suyo con el que era tuyo.
—Ya no importan.
Te giraste de manera desesperada, viendo como Kan arrojaba con todas su fuerzas aquellos anillos en el lago, por impulso fuiste corriendo hacia este, con intenciones de arrojarte al agua, pero Kan te detuvo agarrandote por la espalda.
—¡Sueltame!—forcejeaste—¡No quiero esto!
¡No hagas esto! , ¡KAN!Querías llorar, gritar fuertemente, pero no podias, tus sentidos te retuvieron, tan sólo podias sollozar bajamente.
—Shhh, tranquila—te acomodó en sus brazos—Vamos a estar bien asi.
No te fuerces, por favor, no te hagas más daño.—...mentiroso...—murmuraste—Dijiste que estarías conmigo y ahora de un dia para el otro haces esto...tuvimos una cita como ninguna otra y me consentiste de tal forma que ahora...yo...—lo enpujaste—No me hables en adelante, no seas amable conmigo, no hagas nada que me involucre a mi.
—Osita...-
—¡No me digas asi, nunca lo fui!—
Caiste en cuenta de lo que dijiste y te arrepentiste de haberlo hecho.
—¿Es eso asi? Entiendo—lo habías lastimado—Haré lo que me pediste, no volveré a molestarte, siento haberme entrometido tanto en tu vida.
Las palabras no salian de tu boca aún intentado forzarte con todo tu sentir.
—Me retiro, cuidate, profesora—
.
.
.
Sin darte cuenta llegaste a las afueras de tu casa, en el lapso del trayecto habrías quizás tomado un taxi para llegar, o quizás simplemente habías llegado a pie, no tenias ni idea de qué hora podría ser, pero según percibiste, pasaba de la media noche.
—¿Qué estoy haciendo?—dejaste caer tu cuerpo sobre la cama—¿qué hice?
Estabas arrepentida de haber sido tan cruel con él, la expresión de su rostro y el tono de su voz eran algo que te estaba torturando en lo recóndito de tu mente, y en lo más hondo de tu pecho.

ESTÁS LEYENDO
𝙾𝚅𝙴𝚁 𝙰𝙽𝙳 𝙾𝚅𝙴𝚁 𝙰𝙶𝙰𝙸𝙽
Fiksi Penggemar𝙴𝚜 𝚞𝚗𝚊 𝚑𝚒𝚜𝚝𝚘𝚛𝚒𝚊 𝚊𝚕𝚝𝚎𝚛𝚗𝚊𝚝𝚒𝚟𝚊 𝚚𝚞𝚎 𝚜𝚎 𝚖𝚎 𝚘𝚌𝚞𝚛𝚛𝚒𝚘́ 𝚙𝚊𝚛𝚊 𝚕𝚊 𝚁𝚞𝚝𝚊 𝚍𝚎 𝙷𝚒𝚣𝚊𝚜𝚑𝚒 𝚈𝚊𝚖𝚊𝚍𝚊 𝚍𝚎 𝚕𝚘𝚜 𝚊𝚜𝚖𝚛 𝚍𝚎 𝙻𝚎𝚡𝚘𝚏𝚘𝚛𝚞𝚜. 𝙴𝚜𝚙𝚎𝚛𝚘 𝚕𝚎𝚜 𝚐𝚞𝚜𝚝𝚎.