𝙾𝚅𝙴𝚁 𝙰𝙽𝙳 𝙾𝚅𝙴𝚁 𝙰𝙶𝙰𝙸𝙽

Capítulo 32

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Narra Kan :

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Poco después de que ella se fuese a Tartarus, supe de inmediato que a su regreso, muchas cosas cambiarían, y entre ellas, la relación que hacía unos pocos dias, habíamos empezado.

Pero, incluso desde antes de su ausencia, me había percatado de los indicios que señalaban el pronto punto final de nuestro pequeño recorrido juntos. 

Aquel día, aguardé a por ella en la estación de trenes de la ciudad, el retraso inesperado pero preocupante me tuvo ansioso durante varios minutos, pero pronto, al sonar mi celular y atender la llamada, comprendí que el retraso de su llegada, fue a causa de algo que involucraba a Hizashi, claro, él, como era de esperarse.

"Lo siento"—dijo ella de manera anticipada, ya que no vendria, pese a que lo había prometido.

Apreté fuertemente el auricular contra mi oreja, pude sentir su dolor silencioso como si lo estuviese tocando.

—Entiendo, ve a casa con cuidado.
Hablamos luego—le respondí, pero no era eso lo que queria decirle.

Aquel dia que me llamó, debió sentirse mucho peor que yo, pero, no pude encontrar las palabras adecuadas para reconfortarla, eso me hizo avergonzarme de mi mismo.

Era ese el momento para dejarla ir, pero no pude.

No dije nada, no por temor a crear una confrontación dolorosa y molesta, sino porque ella sentiría culpable, y probablemente sentiría temor de debido a que no querria perder a su amigo, era eso lo que la empezó a perseguir, pude notarlo al estar a su lado dia a dia.

Me convencí, sabía que le importaba mucho, y que no buscaba hacerme sentir como un error que nunca debió ser opción, aún asi, sentí que lo era.

No quise dar lástima, y mucho menos ser patético, en caso de haber echado una rabieta infantil ante mi clara frustración.

Me mantuve reservado al respecto, si nos quedaba poco tiempo juntos, como mínimo, quería hacerla felíz hasta que llegase ese último dia.

Era consciente, de que ella aún amaba a Mic, pero no queria apartarme de su lado aún, mis dias con ella eran lo mejor del mundo, cualquiera en mi situación optaría por ser más egoísta y no dejar ir a quien ama, sin embargo, yo no soy cualquiera, yo, simplemente no pude ceder ante mi deseo de tenerla para mi.

¿Por qué?

Porque ella es quien decide, quedarse o marcharse, nadie más.

"Sunflower"—no pude digerirlo al inicio.

Sabía que pronto tendría que llamarla de esa forma.

A su regreso, me sorprendió con su presencia en aquel que era mi hogar, me hizo feliz tenerla a mi lado otra vez, la había extrañado mucho, más de lo que llegaba a recordar hasta ese momento.

Pasamos esa noche juntos.

Unimos nuestros cuerpos, sumergiendolos en ése que era nuestro calor tan diferente, tan lejano a todo, sólo de nosotros.

Al terminar, nos envolvimos entre las sabanas y permanecimos juntos, hablando sin parar sobre las cosas que pasaron en esa breve semana.

Y, sin darnos cuenta nos quedamos dormidos.

Al abrir los ojos, no pude contener mis ganas de sonreir y abrazar a la persona que tenia a mi lado, me sentía afortunado, tanto que deseé no soltarla ya nunca más.