.
.
.
El día de la misión habia llegado.
Para tu sorpresa, el sospechoso había estado más cerca de lo que pensaste, incluso pudo haberse dado desde antes un encuentro entre ustedes.
—El dueño de ese bar me advirtió que a este acuden personas peligrosas—le comentaste al Director, habiendo recordado las palabras de Ayato.
Las horas pasaron, y cuando la hora indicada a los horarios del malechor se acercaron, te encaminaste hacia aquel lugar donde tendrias que confrontarlo para obtener ése mejor resultado que todos esperaban, pudiese acabar con el disturbio a la confianza que inspiraba antes la Academia, entre otras cosas.
A juzgar por tus movimientos torpes en cada descuido, aguardando a que se hiciese más de noche, y los balbuceos que salian de tus labios al encontrarte sola en el baño para refrescarte la cara, en seguida te diste cuenta de qué se trataba todo ese comportamiento ajeno a lo que normalmente acostumbrabas... Era miedo.
"¿Y si fallo?"
Cuestionaste.
En un inicio te determinaste, pero era ahora que el verdadero sentimiento que implicaba esta misión hacia manifiesto.
—No dudes, no te dejes que te superen estas emociones—respiraste hondo—Tu puedes con esto, ya lo has hecho antes en Tartarus, recuerdalo.
Estar a diario con los villanos en aquella prisión requería una voluntad fuerte, el mostrar debilidad implicaría que estos tuviesen un punto aprovechable sobre ti.
Es asi entonces que esto debia ser igual, sólo no mostrar debilidad.
—En cualquier minuto...—pensaste, mirando cuidadosamente si ése sujeto aparecia por la entrada del lugar.
Ahí estaba, el hombre que previamente viste en fotos y grabaciones, no era un impostor, y afortunadamente estaba solo y no en compañía de terceros que dificultaran tu misión.
Siendo más perceptiva, no parecía ser alguien que con sus características fuese lo suficientemente hábil, por eso tendrías que comprobarlo, no podias sólo juzgarlo en base de las apariencias, después de todo era ese tipo quien habia burlado la seguridad de la gran U.A..
—Estoy peor de lo que creia—sentias los nervios recorrer cada parte de tu cuerpo—¿Cómo me acerco a él? Ah, carajo.
Te dirigiste a la barra para ordenar un trago, al menos te ayudaría un poco.
—...ahh...¿y ahora qué?—suspiraste.
Pasados unos minutos...
—Yo diría que la pista de baile se ve tentadora—
Escuchaste a tus espaldas, pero no, esta vez no se trataba de Ayato.
—¿Me acompaña? Señorita Rinkuso—
Era ése sujeto.
—¿Perdón?—respondiste confundida.
—Es usted... La señorita Rinkuso, ¿no es asi?
Perdone si la he molestado, pero no podía dejar pasar esta oportunidad.
Soy un gran admirador de su trabajo—hablaba como si quisiera exagerar su 'clara' muestra de sinceridad.Sospechaste, pero ya que había venido a ti, tendrías que sacarle el mejor provecho.
—¿Quiere beber conmigo?—dijiste.
—Me encantaria—tomó el asiento de tu costado—¿Qué la trae por aqui?
¿Un respiro a tanto trabajo, quizás?—Quizás—no podias entrar en confianza tan rapido, debías soltarte poco a poco—Y a usted ¿qué lo trae por aqui? Joven.

ESTÁS LEYENDO
𝙾𝚅𝙴𝚁 𝙰𝙽𝙳 𝙾𝚅𝙴𝚁 𝙰𝙶𝙰𝙸𝙽
Fanfiction𝙴𝚜 𝚞𝚗𝚊 𝚑𝚒𝚜𝚝𝚘𝚛𝚒𝚊 𝚊𝚕𝚝𝚎𝚛𝚗𝚊𝚝𝚒𝚟𝚊 𝚚𝚞𝚎 𝚜𝚎 𝚖𝚎 𝚘𝚌𝚞𝚛𝚛𝚒𝚘́ 𝚙𝚊𝚛𝚊 𝚕𝚊 𝚁𝚞𝚝𝚊 𝚍𝚎 𝙷𝚒𝚣𝚊𝚜𝚑𝚒 𝚈𝚊𝚖𝚊𝚍𝚊 𝚍𝚎 𝚕𝚘𝚜 𝚊𝚜𝚖𝚛 𝚍𝚎 𝙻𝚎𝚡𝚘𝚏𝚘𝚛𝚞𝚜. 𝙴𝚜𝚙𝚎𝚛𝚘 𝚕𝚎𝚜 𝚐𝚞𝚜𝚝𝚎.