Arile había arrastrado a Agnes hasta una habitación privada y él estaba nervioso, temía lo que pudiera pasar pues no era ciego, había visto lo que la castaña le había hecho a su mejor amiga y sí, ahora Arile no era más que una amiga pues entendía que no tenía porque depender de ella, al fin había comprendido que podía estar bien solo y, aunque no lo estaba, la posibilidad de estar sin la castaña ya no le producía terror. Agnes era un ángel, comenzaba a considerarla su mejor amiga y había prometido estar con ella, pero en esos momentos no quería hacerse el héroe y salvar a Agnes, si ella no podía defenderse sola entonces tendría que aprender a hacerlo aunque no creía que dejarla por su cuenta fuera lo correcto.
Una parte de él quería irse y dejar que todo se fuera al demonio, que todos se fueran al demonio, sin embargo otra parte de él quería romper la puerta y sacar a Agnes de ahí, pero no podía, no podía elegir a qué parte de él escuchar.
-Déjalas divertirse, estarán bien- Dijo Liv borracha a más no poder.
-¿No te molesta Damon? Arile se acuesta contigo siempre que viene.
El aludido rio recargándose en la barra y mirando hacia aquella habitación -Confieso que me exita pensar sobre qué estarán haciendo esas dos.
Eliezer lo miro sorprendido, muy sorprendido al parecer porque Evan comenzó a reír recargado en su hombro.
-A un chico hetero le exitan las lesbianas- Susurro el rubio en su oído provocándole mariposas en el estómago -Dam dirá que sólo es trabajo pero si fueras tú el que estuviera en esa habitación ten por seguro que ya habría interferido.
El pelirrojo se separó molesto, no entendía por qué a nadie le importaba Agnes, sabía que muchos se guardaban sus sentimientos para no crear lazos emocionales pero no podían ser tan insensibles.
-Agnes no es cómo ustedes, ella no sé acuesta por dinero.
Evan frunció el ceño ofendido y volteo hacia otra dirección muy pensativo, habían comenzado a dolerle los ojos y su visión se había tornado borrosa, un ligero sabor a sangre apareció de repente pues no dejaba de morderse los labios intentando no hacer una mueca. No quería que lo vieran llorar aunque no faltaba para que las lágrimas comenzaran a correr por sus mejillas. El brazo le había comenzado a doler pues había clavado sus uñas en él con mucha fuerza. Sentía vergüenza pues era verdad, esa chica no se acostaba solo por un poco de dinero, no tenía la necesidad de hacerlo, él lo hacía aunque no quería, le daba asco el satisfacer a alguien a quien no conocía y que no le agradaba ni siquiera físicamente, trataba de apagar sus sentimientos para que lo que hacía por las noches no le afectara, pero claro que lo afectaba, no podía estar con alguna persona románticamente pues no podía serle fiel, no podía ser feliz aunque intentaba serlo, tenía hermanos a los que mantener, tenía problemas que solucionar ¿Por qué todos creían que no le dolía hacer lo que hacía? Él no quería esa vida pero ¿Qué se le podía hacer?
Nadie podía decirle que lo que hacía estaba mal, quería ver a ese chico tener que acostarse con desconocidos para pagar deudas y llevar el sustento a su familia. Él tenía todo lo que quería, un auto y buena ropa, amigas y cero deudas, tenía todo excepto necesidad y por eso no dejaría que lo hiciera sentir mal.
-Verás Eliezer, no es como si los que estamos aquí, trabajando con poca ropa y enseñando más de lo que deberíamos mostrar, quisiéramos ser menos de lo que merecemos. Un ricachón como tú no podría entenderlo hasta llegar a tal grado de desesperación.
La rabia en su voz junto con sus palabras sorprendieron al pelirrojo que bajo la mirada y trato de disculparse, pero él no lo dejaría porque se merecía sentir la vergüenza que sentía porque ahora todo el afecto que sentía por ese tímido pelirrojo se había transformado en rencor.
-Pregúntale a tu amiga por qué trabaja en minifalda antes de juzgar, claro, cuando salga de divertirse con esa energética chica.
Tras decir estas palabras pudo escuchar como Clío salía de la habitación mirándolos perdida, sentía pena por la chica pues comprendía la preocupación de Eliezer, esa tal Arile era una tóxica abusadora, se notaba en como los trataba pero no podía acercarse a la rubia a quien si consideraba una amiga pues eso significaba tener que soportar más a su tonto amigo que sin darse cuenta había revelado el verdadero nombre de la rubia, un lindo nombre para una pobre chica en aquella triste situación.
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Chica angelical
ChickLitSin dinero, sin ayuda, con dos padres cuyo matrimonio ha terminado y junto a él cualquier amor que sintieran por ella, Agnes White deberá sumergirse en un mundo de alcohol, música, sexo y dolor con la esperanza de conseguir el dinero suficiente para...