Capítulo IX: Bóveda de los secretos

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Fuera de una hermosa casa esperaba Eliezer en su auto impaciente por irse a la escuela, con desesperación subió el volumen de la radio mientras esperaba a que Arile saliera y se pudieran ir

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Fuera de una hermosa casa esperaba Eliezer en su auto impaciente por irse a la escuela, con desesperación subió el volumen de la radio mientras esperaba a que Arile saliera y se pudieran ir.

—Seguimos con nuestra transmisión, son las 7:45 AM y están escuchando "Lonely hearts club" de Marina and the diamonds.

Tras escuchar al locutor quien guardo silencio en cuanto comenzó a sonar la canción el muchacho se molestó y comenzó a tocar el claxon tres veces para llamar a Arile que se asomó desde su ventana furiosa.

 —¡Vuelve a tocar el claxon y te quedas sin volante!—  Amenazó alterada asustándolo, sabía muy bien que hablaba en serio —Si tanta prisa tienes lárgate, no soy quien para que me apresures idiota— Y sin esperar respuesta cerró la ventana y continuó arreglándose, estaba segura de que Eliezer la esperaría, seguramente estaría sintiéndose culpable por lo que hizo, sabía lo mucho que le molestaba que la apresuraran y le molestaba aún más que le tocaran el claxon como si esa fuera una buena manera de llamar a alguien, cuando finalmente estuvo lista la joven salió y sin cambiar su semblante serio subió al auto de su amigo que manejo apresurado y en silencio.

—Perdón— Se disculpó el chico y suspiró cuando no recibió respuesta —Ya sé que eso te molesta, perdón.

—Si sabes que me molesta ¿Por qué lo haces?— Ofendida la joven desvió la mirada con la intención de hacerlo sentir culpable.

—Arile, son las 8:15 ¿Crees que me dejarán entrar a clases? Ya perdí 3 horas.

—No te pedí que vinieras, ni siquiera preguntaste, si lo hubieras hecho sabrías que yo no tengo esas 3 primeras horas hoy— Eliezer enfureció en cuanto lo escuchó haciéndola sonreír burlona —¿Qué quieres Eliezer? Nunca vienes por mi si no te lo pido, creí que estabas molesto conmigo por lo que pasó anoche aunque no deberías, me hiciste desperdiciar dinero por un prostituto con el que no te ibas a acostar.

—Yo no te lo pedí.

—Así como yo no te pedí venir por mí.

—¿Así que es venganza? Que infantil eres— El pelirrojo detuvo el auto y la miró molesto —No es mi culpa que hayas perdido dinero a lo tonto.

—No vuelvo a hacer nada por ti, necesitabas divertirte, relajarte ¿Por qué nunca me haces caso? El sexo no te mataría es más, estoy segura de que te ayudaría a dejar de ser un pesado— Contestó a la defensiva la chica, odiaba cuando Eliezer le contestaba.

—A diferencia de ti yo no me acuesto con cualquiera solo por mero capricho.

Un silencio se hizo en el auto, el chico arrepentido trato de pedirle perdón pero ella no lo dejo, lo callo antes de que pudiera decir algo y se quedó en silencio pensando, ella era la cruel, era la mala persona que siempre lastimaba y ofendía a los demás aunque no siempre era intencional, Eliezer siempre había sido paciente con ella, la perdonaba cada vez que lo arruinaba, la apoyaba y ayudaba cuando se ponía mal, no la ofendía de vuelta ni se vengaba cuando lo trataban mal, era la persona más tolerante que había conocido jamás y ahora ahí estaba, diciéndole que era una cualquiera que se acostaba con el chico que se le cruzara y si, tal vez era verdad pero nunca pensó oírlo por él.

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