Capítulo XV: Desilusión de medianoche

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Había sido divertido, placentero y divertido

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Había sido divertido, placentero y divertido. No recordaba mucho sobre esa noche, solo un beso y después muchas emociones, gritos de quienes la rodeaban y disfrutaban el espectáculo y después de todo eso más besos y caricias, placer, demasiado placer mientras la chica que la odiaba se robaba su primera vez. Cuando todo termino Agnes se vistió con una sonrisa boba y la respiración agitada mientras Arile descansaba en la cama sin prestarle mucha atención, estaba muy borracha hasta casi perder el conocimiento, al salir del cuarto al que no sabía cuándo rayos entraron se topo con sus amigos tan ebrios como la castaña, nadie se había percatado de que ambas faltaban, las vieron besarse y de repente algo más llamo su atención y dejaron de mirarlas, todos excepto Eliezer que conversaba muy serio con Evan que una vez que la escucho salir se alejo de su amigo y se puso a trabajar.

-Agnes...

-No quiero ser bombardeada con preguntas, déjame disfrutar.

-¿Disfrutar más que hace un momento?- Pregunto irritado.

-No me juzgues por favor, ni siquiera sé qué pasó.

-Es Arile, Agnes. ¡Arile!- Alzó la voz frustrado, no entendía que acababa de pasar, nadie lo hacía en realidad.

-Sé que no es lesbiana pero, quizá algo pase, no lo sé, solo sé que estuvo bien- Clío se abrazo y se hizo pequeña ¿Cómo había entregado su virginidad tan fácilmente? Era Arile la que había estado con ella en la cama y aunque sabía que era mala, no podía evitar desear que no fuera un error, siempre quiso que esa primera vez fuera especial y estaba segura de que había hechado a perder una experiencia que no se volvería a repetir, quería ilusionarse con que ahora las cosas serían diferentes, que no sería un acostón de solo una noche, necesitaba creerlo.

Eliezer la miro, se veía tan perdida y arrepentida, él no ayudaba a hacerla sentir mejor, en esos momentos odiaba a Arile pues creía que solo era uno de sus muchos experimentos para arruinar a las personas que odiaba, un acostón más para tratar de lastimar a su hermano que le había fallado ese día. Agnes no sabía que la castaña tenía novio, si se enteraba se destrozaría aún más y no podía permitirlo, tenía que hablar seriamente con Arile y ordenarme que no volviera a lastimar a su amiga, a la única amiga de verdad que había tenido y que ahora lo abrazaba con fuerza lamentando lo ocurrido.

Tras consolarla, o al menos intentar hacerlo, ambos fueron por Arile y la llevaron a su casa casi a rastras, la chica estaba en su mundo y no sabía lo que ocurría, solo reía con frenesí y coqueteaba con descaro. Cuando llegaron a la casa de la castaña los amigos se sintieron aliviados al ver que el padre de Arile aún no llegaba a casa. Juntos y con mucha dificultad llevaron a la chica a su habitación y la dejaron descansando. En silencio salieron de la casa y en entraron al auto donde ninguno hablo, en esa ocasión no hubo ninguna canción que los hiciera sentir cómodos, ninguno canto ni hablo en todo el trayecto a casa de Agnes. Ella no quería ser juzgada y él no quería hacerla sentir mal aunque estuviera enfadado con ambas chicas, estaba furioso con Arile por aprovecharse de la rubia al verla ebria pero estaba aún más molesto con Agnes por haber cedido sin pensar siquiera que la castaña no lo hacía por atracción o por cariño, solo lo hacía por cachondez.

Cuando llegaron a la solitaria casa de Agnes y se estacionaron ninguno se movió, nadie hablo, la chica tenía miedo de moverse y provocar que el silencio se rompiera, quería irse pero a la vez no, sus ilusiones podían no ser verdad pero no quería que Eliezer rompiera su pequeña y frágil burbuja de fantasía y el pelirrojo tampoco lo quería, no podía hablar sin sentir ganas de gritar y es que era su culpa, sabía cómo era su amiga, tan toxica y dañina, tan aprovechada de los demás, él sabía cómo era ella y no protegió a Agnes, no sabía mucho de ella pero creía conocer la verdad.

-¿Era tu primera vez?- Pregunto por fin en voz baja sin atreverse a mirarla y ella no supo qué era peor, que él no la mirara o que la mirara y la regañara con severidad.

-Si- Respondió entre llanto y con la voz temblando.

-Todo estará bien- Dijo sin creer sus propias palabras y ella tampoco le creía pues comenzó a llorar con más fuerza. Sabía que su amistad era más fuerte que el enojo que estuviera sintiendo en esos momentos y era por eso que tomo su mano y la apretó con fuerza sorprendiéndola -No importa que pasó hoy ni quién tuvo la culpa, yo estaré aquí.

-¿En las buenas y en las malas?- El llanto había cesado al escuchar esas palabras, no la odiaba y eso le bastaba.

Él al fin la miro y sonrió tranquilizándola -En las buenas y en las malas- Aseguro antes de abrazarla y esperando que Areli no utilizara lo que había sucedido para lastimarla.

Afortunadamente para Eliezer, Areli no recordaba muy bien lo sucedido, sabía que se había acostado con alguien pero no recordaba con quién pero eso no le importaba, su padre y su novio se habían puesto de acuerdo para estar con ella toda la semana y al estar con ambos nada más le importo, ni siquiera lo cariñosa que se había puesto Agnes y lo molesto que se mostraba Eliezer, solo sabía que estaba feliz después de mucho tiempo.

Durante toda la semana Agnes había estado soñando despierta y creía que el que Arile no dijera nada era señal de timidez y no de algo más, no sabía que estaba equivocada y no lo iba a saber hasta ocho días después de lo ocurrido. Era sábado y Eliezer había llegado informando que Arile llegaría más tarde, ambos habían estado un poco distanciados pero nada que no se pudiera arreglar después, por su parte Eliezer y Arile no habían hablada aunque aún la castaña no había hecho una escena por ello, por su parte, Agnes estaba más que ilusionada y ya que Arile iría al club le pediría una oportunidad, una pequeña pero una oportunidad, los del club estaban igual de borrachos que Arile que solo sabían que se habían dado un beso pero nada más, el secreto de que se habían acostado estaba entre Agnes y Eliezer que no planeaban decir nada a nadie, Eliezer por rabia y vergüenza y Agnes porque no quería que las cosas empezarán mal con la chica.

Nerviosa, Agnes espero a que Areli llegara al club. Cuando la chica por fin llegó pudo sentir como su corazón se rompía, no estaba sola, un apuesto chico pelirrojo la acompañaba y abrazaba cariñoso pero no podía odiarlo, era amigable y educado pues en cuanto llego se presento como Jared Chase, hermano de Eliezer y novio de Arile, y al parecer Agnes no era la única molesta y desilusionada pues Damon, al instante en que escucho la presentación de Jared, se fue con dirección al otro lado del club pues no quería saber nada de Arile porque aunque fuera un prostituto y viviera bajo ciertas reglas él aún podía sentir tristeza y desilusión, sobre todo esta última emoción.

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