Octubre 27 de 2016.
Santa Monica, California.Había una vez, una pareja muy inusual escondida al susurro de las sombras.
Aunque del término «pareja», no poseían absolutamente nada.
¿Desconocidos?
Por supuesto que sí.Y esto solo me ha llevado a pensar: Oh, dios, ¿cómo he llegado hasta este momento?
Mientras trato de ahogar el gemido que se está construyendo en la base de mi garganta dispuesto a ser liberado, pero pierdo la batalla con la siguiente embestida y este brota de mis labios sin mi permiso mientras muerdo mi labio con fuerza y entierro mis uñas color azul eléctrico en la piel del desconocido que tengo entre las piernas moliendo mis terminaciones cuando vuelve a clavarnos contra la dureza de la pared y sé que él también está teniendo problemas porque le escucho maldecir y nadie necesita decirme que ese movimiento en particular que ha estado moliéndome no solo el trasero y la espalda sino también la cabeza casi nos lleva a un final que ninguno está dispuesto a aceptar.
O al menos eso es lo que me digo mientras solo puedo pensar en que no debo dejar que se detenga, y si tú estuvieras en mi lugar y estuvieras sintiendo lo que yo... estarías totalmente de acuerdo.
Dios, es que tengo mucha adrenalina en el cuerpo en estos momentos y esto solo hace que las cosas se intensifiquen a niveles astronómicos.
A lo lejos se escucha el sonido de la multitud al vitorear acompañado al sonido del comienzo del rasgueo de una guitarra eléctrica y cuando mi grupo de amigos me dijeron que vendríamos a un concierto el fin de semana en un poblado cercano, no me imaginé que al aceptar estaría en esta posición a tan solo unos minutos de que empiece lo que estoy muy segura, será una interpretación fenomenal.
Yo había venido buscando un poco de cerveza y palomitas, y terminé encontrado unos increíbles y monstruosos embistes.
¡Por todo lo sagrado del mundo!
Realmente agradezco que no se trate de un maldito concierto por primera vez de pintura o al menos si la hay, aún no haya aparecido, porque estoy muy segura de que en este callejón hubiésemos dejado un magnífico, alocado y desastroso mural tras nuestro paso.
Y ni que decir de nosotros.
—Mierda, me voy a perder el comienzo —escucho gruñir al desconocido mientras continúa moviéndose sin cansancio aparente por mantenerme erguida y empotrada a la pared de uno de los pequeños y muy lejanos edificios qué hay alrededor de la zona donde se instaló el concierto y en verdad agradezco la lejanía, aunque en otro escenario sería totalmente espeluznante.
No me hubiese encantado ser pescada in fraganti con un desconocido por algún otro espectador del concierto y mucho menos aparecer en alguno de esos videos en YouTube que se vuelven virales tras su publicación.
O incluso llegar a aparecer en alguna página con videos XXX.
Aunque para eso supongo que necesitamos mucho menos ropa de la que actualmente vestimos.Claro, aún no puedo cantar victoria y en parte por eso el corazón y la adrenalina están teniendo una danza mortal en estos momentos, y este chico parece que le han dado la noticia de que este será su último polvo en la vida con el trabajo que está haciendo, y bueno, ¿quién soy yo para quejarme?
Aunque es imposible no preocuparme por esto.
¡¡DEJA DE PENSAR EN ESO MALDITA SEAAA!!
No soy precisamente la clase de chica que se lo monta como un animal en los lugares públicos. Si esto fuera una sensación extracorpórea me desconocería. Inclusive ya estoy leyendo el maldito titular si alguien nos llega a pescar:
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El chico del café por las mañanas.
ChickLitEl destino tiene muchas vueltas y caminos y nunca llegué a imaginar que uno de ellos me conduciría a él. Y nada de lo que él haga, pueda representarlo en una sola palabra. Porque lo que él está haciendo por mí... no encaja en la categoría de amista...