Capítulo 10: «Y sí...»

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James

Joder, probablemente la he cagado a lo grande, pero debo confesarte algo.

Le mentí.

Probablemente tú ya lo sabías, pero si no, ahora lo estoy confirmando, y solo espero que esto tenga solución.

Apenas la estoy recuperando (aunque sé que nunca la tuve) y no quiero perderla otra vez.

Cuando me encontré con ella esa tarde hace ya muchos años en el concierto, ciertamente sí recordaba el nombre de Ava cuando la presentaron por primera vez y ella hizo lo mismo horas después.

Sabía quién era ella porque ya la conocía pero ella no sabía de mi existencia justo como ahora.

La conocí a mediados de mis años en la universidad, cuando hacía de voluntario en la pequeña cafetería que había cerca de la Universidadde arte y yo era el chico que servía café por las mañanas en aquella cafetería de enfrente a la cual no le darías ni dos miradas al pasar, y ella se la pasaba metida en la biblioteca que estaba cruzando la calle.

Sabía que iba ahí a hacer trabajos de la universidad porque siempre la veía con un montón de libros encima. Ocasionalmente yo era quien llevaba el café cuando pedían, pero nunca me tocó hablar con ella.

Después de un tiempo ella dejó de llegar sin motivo alguno y volví a perder mi oportunidad de salir de este olvido.

Era hermosa.

Ciertamente sigue siendo hermosa y fue un completo shock el verla ese día en el concierto. Pero claro, ella no sabía quién era hasta que Frank, mi amigo y amigo de Peter nos presentó.

Ese día fue la primera vez que ella supo quién era cuando por años pasé observándola como un completo loco desde el otro lado de la calle imaginando mil escenarios de cómo podíamos llegar a conocernos.

Y cuando los dos nos volvimos a encontrar más tarde en los puestos de cerveza y de alguna manera terminamos acordando tener relaciones sexuales sobre aquel edificio, solo sentí que era el hombre más afortunado de la vida y por supuesto, también un completo idiota.

Ella se merecía más que unos cuantos minutos contra una pared.
Ella se merecía primero una cena bajo la luz de las velas en un magnífico lugar con vino y después una cama magnífica donde pudiera adorarla como realmente quería.

No una rígida pared en medio de un concierto.

Y al error al que me refería, sin duda alguna no era a ese. Tal vez si lamento el lugar, pero jamás el que haya sido ella. En parte a esa clase de error me refería cuando lo solté de buenas a primeras.

Al error que cometí en primer lugar al atreverme a decirlo y mal interpretarlo todo. A... asumir que era de ello sobre lo que estaba hablando, pero debí darme cuenta rápidamente de que no era sobre eso. Y joder, debí haberme apresurado a explicarme, a decir que fue un error el haber preguntado de buenas a primeras sobre llevar nuestra relación profesional así sin más a algo más personal solo porque quiero experimentar todo lo que no he estado a su lado pero es que soy un completo idiota y realmente estaba feliz de poder tenerla un poco más para mi después de nuestra corta interacción de ayer.

No sé si está saliendo con alguien en estos momento y esto de alguna manera se ha convertido en algo indecente por mi parte el mencionarlo, pero realmente espero que esté próximo a terminar con el idiota con el cuál esté saliendo. Porque sé qué hay algo, puedo percibirlo.

Y ese día en el concierto realmente pensaba sacar algo de tema de conversación con el cual poder permanecer más tiempo con ella y de algún modo alargar no solo lo inevitable sino recuperar todo ese tiempo en donde solo me limité a observarla, pero cuando Sandy, una de las groupies de mi hermano empezó intentar tontear conmigo para seguramente hacer que le consiguiera un polvo con Carlo y me entretuvo más de la cuenta, la perdí.

El chico del café por las mañanas. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora