Mundo Muerto.

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De vuelta al mismo día donde en el Matter of Faith hubo una muy grave falla de seguridad. Uriar arrastra a la doctora Ivanov a una sala poco utilizada de la nave.

Ivanov: ¡Aahh!. ¿A dónde me llevas?.

Uriar: -no responde y se limita a seguir arrastrando a la humana tomándola del brazo- quizás Rojar fue misericordioso, pero no empieces a creer que saldrás ilesa del problema en que me metiste. -en su camino se encuentra con el mismo elite Spec Op, quién es su segundo al mando desde que fue revocado del equipo de asalto e infiltración-. ¿Tienes lista a la Tumba?.

Elite Spec Op: todo listo para el castigo.

Uriar: que gran noticia.

Ivanov: ¿La Tumba?... ¿Cuál de tus dispositivos de tortura se trata?.

Uriar: ¿Para qué decirte la sorpresa?. Sí estás apunto de presenciarla. -suelta a la humana dejando que su mano derecha sea quién la arrastre-.

Ivanov solo podía hacer una cosa. Rezar, conocía bien a Uriar al leer su expediente. Investigó su historial de guerra, todas las misiones que realizó, escuchó las anécdotas de vida de este mismo y claro, el como aterrorizó a unidades de elite de la UNSC y lo hacía suplicar en sus torturas. Si ni escuadrones de elite SCDO pudieron tolerar una sola tortura de Ugald, ¿Qué le esperaba a ella?.

Uriar: déjame contactar una anécdota más Aleksandra.

Ivanov: agh... ¿Y ahora qué?...

Uriar: cuando después de unos años liquidando a tu especie en la guerra, finalmente me dieron el título de zealot. Me asignaron temporalmente a una manada de sangheilis idiotas que vivían bajo un código de honor muy estricto. Claro que mi manera de ser les parecía una total blasfemia, yo empecé a tomar el control de ese escuadrón porque lo deseaba. Todo llegó a un punto en no pudieron soportar mis deseos, y en una misión trataron de enterrarme en una tumba de hielo en pleno enfrentamiento contra los de tu especie. Esos 5 ciclos solares bajo la nieve y el hielo marcaron mi vida de una forma que agradezco.

Ivanov: ¿Ah?. -las palabras de Ugald empezaban asustarla más de lo ya está. Empezaba a deducir por dónde iba el asunto-.

Uriar: ¿Cómo salí vivo de ahí?. Mis hermanos y hermanas de guerra dirían que tuve fé, que los Dioses me dieron un escape, la oportunidad de seguir luchando contra los humanos. Yo más bien le llamo suerte de encontrar un punto de quiebre en el hielo y que mis compañeros no me retiraron las armas antes de intentar cavar mi tumba. No tuvieron tanta suerte para salvar sus vidas.

Ivanov: -los sangheili se detienen enfrente de una puerta mientras Ugald abre una compuerta de seguridad insertando un código de acceso-. Tus compañeros... ¿Qué fue lo que les sucedió?.

Uriar: a los ojos del resto de altos mandos del batallón, ellos fueron emboscados por un grupo de demonios que los asesinaron en cuestión de minutos y el único sobreviviente fuí yo. Pero claro, nada que una autolesión grave pudiera arreglar un engaño. -la compuerta de seguridad se abre a que entra seguido de los élites que arrastran a la humana-.

Guerrero Sangheili Parte 2, La Guerra De Los Imperios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora