Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ ¹³

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Minho sabía muy bien como había terminado en esa situación y también sabía cuánto deseaba congelar el tiempo y permanecer al lado de Jisung por mucho tiempo más

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Minho sabía muy bien como había terminado en esa situación y también sabía cuánto deseaba congelar el tiempo y permanecer al lado de Jisung por mucho tiempo más.

Luego de comprarle el control, Jisung con mucho ánimo lo invito a jugar esa misma tarde, por lo que terminaron comprando dos cajas de pizza para comer en la casa del menor.

Cuando el omega lo invito a pasar, se sintió demasiado cohibido, emocionado pero también asustado. El hogar de Jisung no era tan grande como su casa, pero si era lo suficiente para que una persona independizada logrará vivir estable y sin la necesidad de nada.

No conoció más allá que la sala de estar, baño y cocina, pero debería decir que la decoración del lugar era demasiado linda, tal y como en las películas y series representaban. Jisung le había comentado que también le gustaba mucho el diseño de interiores, pero nunca se había animado a estudiarlo debido a que no había sido un alumno con excelentes calificaciones, solo tenía lo necesario para no repetir de curso ni pasar a rastras, por eso decidió enfocarse a uno de sus otros sueños. Ser rapero y compositor profesional.

El reloj marcaba las ocho con veinte minutos de la noche. Las cajas de pizza habían sido abiertas, dejadas a medio comer y posadas en el suelo en medio de ambos cuerpos que miraban la pantalla del televisor mientras presionaban los botones buscando ganar la partida.

Resultó ser que Jisung era fanático del conocido juego llamado Fornite, lo demostró al ganar una que otra partida gracias a su talento de apuntar correctamente hacia los participantes contrarios.

   –Sunggie tienes a uno cerca – habló con voz monótona el alfa mientras hacía correr a su personaje en dirección al menor.

   –Lo escucho – avisó Jisung dirigiendo su atención en buscar al otro jugador externo tardando en encontrarlo, y que al darse cuenta de que iba solo, simplemente comenzó a huir. Lo cierto era que no tenía mucha munición, solo le alcanzaba para uno de los dos avatares que iban tras él–. ¡Hyung lo necesito!

   –Estoy cerca de ti Jisung, escóndete y yo me encargaré.

Y tal como Minho le aludió, Jisung lo hizo, pasando por una zona en el mapa que estaba rodeada de árboles. Entonces desde lejos y oculto en un arbusto comenzó a apuntar a los contrincantes pero fallando al instante por la posición.

   –Te dejé más balas detrás suyo Sunggie, me voy a adelantar.
Jisung sonrió, tomando no solo los cartuchos que el mayor le dio, sino también vendaje.

Cuando ya estuvo totalmente listo y recargado, fue detrás de Minho ayudándolo a deshacerse de otro jugador al disparar ambos al mismo tiempo.

   –Bien, estamos juntos en el medio así que cre- el alfa fue interrumpido abruptamente al ser lastimado. No tuvo tiempo de reaccionar correctamente cuando en la pantalla le mostró su suerte para luego ver a Jisung jugar–. Okey, acabó de morir pero tengo fe en ti Jisung.

   –Tengo tres acá cont- y tal como a Minho le ocurrió, Jisung fue matado por una de las tres personas que quedaban en el juego, provocando una reacción lastimada exagerada del omega.

   –Creo que tuvimos mala suerte – fue el único comentario que agregó al ver como continuaba la partida sin estar los dos participando en esta.

   –Justo en nuestra mejor racha – concordó Jisung echándose en el suelo para quedar intacto en su lugar mientras observaba el cielo de la casa. Minho imitó su acción dejando de lado el juego.

   –Al menos fuiste el cuarto en morir.

   –Me ayudaron tus recargas, gracias.
Minho soltó una risa estirando su brazo alcanzando el cabello de Jisung para acariciarlo con sutileza, recibiendo su intensa mirada que desbordaba dulzura sin ninguna palabra entre medio.

   –Lo sé Sunggie.

Ajenos a todo lo que era el mundo, en una burbuja que solamente los rodeaba de las delicadas acaricias del alfa y débiles ronroneos por parte del omega, Minho pensó que así estaría bien, que si su silencio y dulces actos de amor, no sería más que perfecto para ellos y lo era gracias al otro, porque estoando lado a lado era un paraíso propio.

Pero como todo empezaba, se debe romper esa burbuja que deseaban, fuera eterna.

   –Creo que ya debería irme, se está haciendo tarde – susurró Minho con temor por alejarse de tal maravilloso chico incluso por un corto tiempo, porque volvería a pedirle una salida incluso si el menor lo veía solo como amigos.

   –Sería bueno, ya sabes, para que no te suceda nada al volver muy tarde – dijo con un puchero en sus labios, Jisung pidió por su vida que tales palabras no tuvieran un efecto contrario al de preocupación.

   –Estaré bien.

Envueltos otra vez en silencio, se dispuso a colocarse de pies. Jisung sin prisa se encargaba de ordenar todos los rastros de comida que dejaron, observando de reojo al alfa abrigarse y asegurándose de paso de poseer todas sus pertenencias.

A pesar de las quejas por parte de Jisung por querer ir a dejar al mayor a una parada de autobús, Minho le convenció que se mantuviera en casa, ya que no se sentiría bien si incluso, en el pequeño trayecto que tenía que correr, le sucedía algo.

Jisung le sonrió con tristeza en la puerta de su casa, pero para Minho, verlo ahí con un aura deprimida solo hizo desear abrazarlo.

Y esta vez no sabía porque lo había hecho, simplemente lo hizo.

Expandió su aroma – antes de siquiera pedir permiso – lo abrazará sorprendiendo al omega – quien con duda y timidez – paso sus brazos por el cuello de Minho y lo acercó aún más a él sintiendo como el alfa rodeaba su cintura brindándole un abrazo aún más protector, mucho más cariños y sobre todo… Aún más eterno.

Porque con esa simple acción, se aseguró de que no iba a dejarlo ir jamás, mientras que con cada segundo pasaba, impregnaba aún más su aroma en él.

Marcándolo con este.

Hola, les habla Queenie Quokka

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Hola, les habla Queenie Quokka. Perdonen el que no haya subido los capítulos, es que la escuela me tiene ocupada y otros problemas.

Así que como recompensa hoy subiré dos capítulos. Espero que les esté gustando.

Si notan algún falta de ortografía o error no duden en decirme.

𝑫𝒆𝒕𝒓𝒂́𝒔 𝒕𝒖𝒚𝒐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora