Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ ²⁶

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El sol cada vez le faltaba menos para esconderse en el horizonte y darle paso a la luna para cumplir su parte del día

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El sol cada vez le faltaba menos para esconderse en el horizonte y darle paso a la luna para cumplir su parte del día. Todavía los débiles rayos que estaban presentes en la tarde alumbraban a los tres omegas que jugueteaban en plena calle entre broma y broma. De improviso habían tenido una pequeña salida cuando Yang y Han salieron a la misma hora de la empresa y el australiano menor se encontraba esperando por ellos. Había sido divertido, Jisung estuvo bastante tiempo riendo por las absurdas ocurrencias de sus amigos y chistes que se lanzaban con gracia.

Transcurrieron tres días desde que Minho se había declarado al de mejillas grandes y él lo acepto cuando le pidió cortejarlo. Desde entonces su sonrisa no había sido derrumbada por más que alguien quisiera proponerse hacerla desaparecer. Sentía que nadie podía arrebatarle la felicidad que sentía gracias por el alfa de baja estatura.

En su cuello yacía puesto un resplandeciente collar que portaba con un dije de luna, algo simplemente precioso. Eso era el obsequio que le fue entregado al día siguiente de su primera cita, cuando Lee apareció de sorpresa frente a su casa con aquella cajita roja en sus manos. Jisung realmente no había siquiera imaginado un presente como el collar lo era, simplemente le parecía mucho para su sencilla persona pero Minho le dijo dulces palabras que con tan solo recordarlas su rostro se tornaba rojo con fervor y llenando de alegría lo acepto.

De pronto su celular comenzó a sonar constantemente, intrigado no solo el dueño del aparato sino también sus amigos que se colaron a su espalda, uno a cada lado suyo para curiosear los chat del omega.

Por supuesto, fue Minho quien le habló. Emocionado le contaba a través de varios mensajes una no tan pequeña locura que cometió horas antes. Jisung se confundió ciertamente y sin lograr preguntar de que trataba aquella locura, un video le llego el cual enfocaba a la pequeña minina de pelaje gris con franjas negras del otro día. Finalmente Minho no pudo contenerse y tras unos poco papeleos adoptó a la gatita.

   –¡Dios mío! – chillo con alegría sin responder mensaje alguno –. Adoptó a Dori. ¡Que linda se ve!

   –Un momento Sung. ¿Quién es Dori? – indagó Jeongin desconcertado sobre el tema que mencionaba su primo.

   –¡Miren, mi hombre está con Min! – exclamó Felix observando con más detalle como Changbin aparecía en el acercándose a la mascota sin llegar a acariciarla –. Que guapo se ve mi alfa.

   –¡Vamos a ver a Minho hyung! – pidió Jisung ahora formando un puchero para convencer a sus amigos –. ¡Quiero ver a Dori!

   –¡Claro, vámonos!

Lo único que necesito fue la respuesta de Felix, quien únicamente acepto por ir con su alfa, por lo que ambos arrastrar a Jeongin que no dejaba de cuestionarle a Jisung su increíble naturalidad para sentirse tan confiado con Lee mayor como para autoinvitarse a la casa del alfa.

Tomaron el primer bus que los llevo a la residencia de Minho en el cual no tardaron más de diez minutos en llegar. Felix emocionado llamo al par de alfas y al instante Changbin apareció abriendo la puerta y alzando a su omega en brazos dejando sus pies colgando en el aire por el brazo que le daba. Jeongin literalmente ignoró a la pareja y entró tras ellos saludando a Minho de paso quien permanencia en la puerta observando al chico de mejillas grandes que lo traía simplemente loco de amor.

𝑫𝒆𝒕𝒓𝒂́𝒔 𝒕𝒖𝒚𝒐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora