𝑫𝒆𝒕𝒓𝒂́𝒔 𝒕𝒖𝒚𝒐

Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ ²⁰

Bien…

Desde un inicio Jisung creyó que sería difícil volver a retomar sus estudios – pero justamente ese día – desde que Minho llegó temprano a tocar el timbre de su casa trayendo consigo varios libros sobre matemáticas, historia y ciencias fue peor de lo que imaginaba. Tampoco se arrepintió, pero ya pasadas las cuatro de la tarde con un ejercicio matemático que no lograba resolver sintió como su cabeza comenzaba a quemarlo por dentro.

Para su suerte, Minho le había prometido el día completo para él, lo que significaba que era la única atención que debería el alfa por unas buenas horas. Cada vez amaba más la personalidad tan brillante del pelinegro que lograba llenarlo de felicidad cuando estaba junto a él.

Fue capaz de conocer mucho más sobre más sobre el alfa. Aprendió que amaba las tonalidades oscuras, que le gustaban las películas de terror y que su pasatiempo es pasar tiempo con sus gatos. Que prefiere salir con sus amigos en vez de quedarse en su casa, que le gusta comer pollo y que si no hubiera sido coreógrafo le gustaría ser veterinario. Quizás no era mucho, pero saber esos pequeños detalles era lo que a Jisung más le encantaba.

Pero no podía ser más que perfecto, no cuando Minho le corrigió nuevamente el ejercicio ya siendo la cuarta vez consecutiva mientras le explicaba detalladamente en que se había equivocado.

   –Vamos Sunggie la mayoría de los problemas los tienes correctos. ¿Por qué el puchero? – le dijo alzando una de sus manos para acariciar el mentón del chico de mayor estatura.

   –Es mucho más contenido de lo que recuerdo – se lamentó por haber olvidado con tanta facilidad los temas que estudiaba durante la secundaria.

   –Podemos cambiar de materia, hemos estado aquí desde que llegué en la mañana.

   –¿Podríamos continuar con historia?

   –Descansemos primero Sunggie, estas agotado.

Jisung le devolvió la sonrisa antes de acomodar su cabeza en el hombro de Minho, queriendo esconderse ahí mismo y volver a impregnarse del aroma del mayor como había sucedido un día, en el cual permaneció su aroma por dos días completos en él. Entendía que si lo hacía, aquella acción sería mayor, sin embargo, su lobo aullaba por ser mimado por el alfa y estar rodeado con tranquilidad.

A penas tuvo el valor de hacerlo, de acomodar su cabeza para pegar su pequeña nariz al cuello de Minho, recordó todos aquellos consejos que su mamá y amigos omegas en Malasia le comentaron luego de su presentación. Ya había tenido su primer celo. Desde entonces odia tales fechas por el dolor e incomodidad que le producían, pero por suerte, siempre era prudente estaba preparado para cualquier circunstancia como su mamá le había ha lado con demasiado detalle, pero esta vez no fue así.

No alcanzó a estar ni tres cortos minutos acomodado junto a Lee cuando de pronto se levantó corriendo de su puesto y huyó por el pasillo de su casa a hacia el baño, así alertando al alfa quien al igual que él se colocó de pie dispuesto a seguirlo. Deteniéndose apenas dando un paso debido al aroma que ahora comenzaba a bañar con prisa casa rincón del lugar.

Jisung había entrado en celo.

Minho retrocedió como pudo, tapándose su nariz y boca con su misma polera mientras caminaba a la ventana más cercana y la abría dejando tan solo un diminuto espacio para no consumirse en la intensidad del aroma del omega. No casi debe ser controlado por su lobo. Incluso si partir en ese instante.

Minho

JEONGIN!!!

Ven a la casa de Jisung ahora mismo!

RÁPIDO!!

Entró en celo

16:19

Minho sabía que no podía aguantar tanto, pero tampoco podía abandonar a Jisung así de fácil. Su mente se había vuelto un caos, pero cuando escucho unos pasos en la sala, todo el estallido se detuvo. Sus pensamientos ya no corrían más y solo permanecían en silencio.

   –¿Jisung?

El omega apareció con la cabeza baja, sin poder ocultar el sonrojo que invadía con furor a sus mejillas.

   –Lo siento hyung, acabo de tomar un supresor. Pero aun así…

   –Tranquilo Sunggie, Jeongin debe estar por llegar – le dijo mientras que con cuidado se acercaba al pequeño quitándose el chaleco negro que tenía puesto en ese mismo instante para dárselo –. Se que es un infierno estar en celo, así que tenlo, quizá pueda ayudar de algo mi aroma. Te podría calmar.

   –No, estaré bien así – negó.

Minho simplemente lo ignoró y se acercó más a Jisung incluso si no era prudente para ponerle por encima de los hombros el chaleco, brindándole una sonrisa antes de separarse. Su lobo estaba siendo bueno, se comportaba incluso si todavía quedaba esencia del celo del omega en la casa, pero a diferencia de Jisung, su lobo gruñía por él, y cuando intento separarse se abrazó al torso de Minho con fuerza, volviendo a ocultarse en su cuello.

   –No Sunggie, no continúes – rogó con dificultad, queriendo apartar al menor sin éxito alguno, estaba tentado y sabía que no iba a salir nada bien de ahí.

   –Hyung – jadeó.

Y cuando Minho supo que no iba a soportar más, que se arriesgaría y se atrevería a dar el paso y demostrarle al menor que le gustaba, el timbre de la casa sonó fuerte, con golpeteos constantes que no se detenían.

Fue lo suficiente para poder alertar a Jisung provocando que saltará fuera de los brazos de Minho. Vio al alfa alejarse con las manos volviéndose puños, abriendo la puerta de la cual apareció Jeongin corriendo apenas logró divisar a su primo para abalanzarse sobre él.

   –¿Jeongin?

   –¡Eres un tonto! ¿Cómo no puedes estar alerta con el calendario de tú celo? ¡Tonto, tonto! – le reclamó con enfado.

   –Innie, Minho te avisó, no pasó nada malo – Hyunjin apareció detrás del menor, entrando con calma ya que teniendo un omega marcado ya no sintió las esencias que los omegas soltaban en aquel estado.

   –Lo se cariño – le respondió acercándose a su novio para brindarle un pequeño beso corto de despedida –. Te avisare cualquier cosa. ¿Si hyung?

   –Claro que si pequeño.

Jeongin le sonrió y luego de despedirse de Minho, tomo a Jisung de las manos, quien mantenía la cabeza hacia abajo con su lobo gruñendo dentro de él mientras que ambos omegas desaparecieron de la sala para ir a su habitación.

   –Vamos hyung, debes de haber quedado mal – dijo Hyunjin pasando sus brazos por los hombros de Minho y salir de la casa asegurándose de cerrar bien la puerta antes de partir –. Lo estás haciendo bien, serás un buen alfa para él.

   –Eso espero.

Hola! Perdón por no haber actualizado, la escuela me tiene muy estresada.

Bueno, espero que les esté gustando y cualquier error avisenme.