𝑫𝒆𝒕𝒓𝒂́𝒔 𝒕𝒖𝒚𝒐

Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ ¹⁷

Jisung bostezó con un notable sueño presente no solo en su rostro – el cual tenía notorias ojeras y bolsas – sino también en su aspecto, del cual la mitad de su prendas iban desordenadas al igual que su cabello. Sabía más que nadie las consecuencias que provocaba el jugar hasta altas horas de la madrugada, no obstante, su excelente racha de buena suerte no siempre aparecía y siendo sincero no pensaba en desaprovechar la situación.

Aún si eran recién las diez de la mañana y el sol tenía unas intensas ganas de brillar, nada parecía despertarlo… Nada a excepción de Minho.

Esperando el autobús prefirió mantenerse de pie que sentarse en las bancas ya que si reposaba al menos unos breves minutos, caería fácilmente dormido en plena calle, cosa que no deseaba para nada. Sus pequeños ojos fueron abiertos con sorpresa al notar la silueta del alfa caminando en la calle paralela a la que él se encontraba. Por unos pocos segundos, creyó que el sueño le había ganado y ahora el pelinegro aparecía en ellos, pero desechó la idea luego de pellizcar reiteradas ocasiones sus mejillas y brazos.

A pesar de que su corazón deseaba llamarlo, su cabeza le decía que seguramente estaba ocupado y tenía cosas por hacer. Entonces, entre dudas y muecas al debatirse a sí mismo que debía hacer, guío su mirada nuevamente al alfa y se tensó levemente al encontrarlo con su vasta clavada en su persona. Ambos se observaron desde aquella distancia que los separaba queriendo grabar el momento a la vez que pequeñas sonrisas se hacían presentes en sus labios – sin olvidar – los fuertes latidos de los dos corazones teniendo un solo verso.

Minho permanecía parado en el cruce, esperando ansioso a que el semáforo señale a los autos que debían detenerse para así los peatones continuaran su camino. Cuando este cambio al color verde, el alfa decidió correr hacia Jisung quien todavía se encontraba congelado en su lugar reclamándole a su lobo lo indeciso que había sido, a diferencia del alfa que ya tenía frente suyo.

   –Hey Sunggie – saludó Minho sonriendo aún más que antes.

   –Hola hyung. ¿Cómo esta?

   –Creo que un poco más despierto que tú – comentó divertido alzando sus brazos para acomodar el cuello de su camisa que el omega traía puesta –. ¿Dormiste mal? O quizás… ¿Te quedaste despierto hasta la madrugada?

Jisung con vergüenza asintió. Se lamentaba haber permanecido frente a la televisión sin tener las horas suficientes de descanso y más aún si se mostraba desarreglado frente al alfa que le empezaba a gustar. Comenzaba a creer que no tendría oportunidad de parecer atractivo a Minho, ni mucho menos responsable y cuidados como un omega debía ser.

   –¿Por qué? – al contrario, Minho solo se preocupó y sus deseos de protegerlo aumentaban más y más.

   –Es vergonzoso – confesó Jisung tímido sin querer pronunciar palabra alguna sobre el tema.

   –Vamos Sung, que me preocupó.

   –Es que es tonta la respuesta.

   –Y aun así quiero saberla – insistió.

Con un puchero en su boca y desviando su mirada hacia otro lugar, Jisung comentó la razón del porque tenía tanto sueño y se mostraba tan desarreglado. El alfa no dejó de sonreír – y lejos de sentirse incomodo molesto por la actitud del menor – se sintió feliz y su gusto por el omega creció aún más.

   –Supongo que tienes que ir a entrenar, ya que hubieras podido estas más cómodo en tú cama durmiendo, pero al contrario estás aquí.

   –Si, sólo llevo un mes y medio en la compañía pero en ocasiones dudo sobre la decisión de rapero.

   –¿Dudas por lo que me comentaste hace días? – alzando una ceja Minho pregunto algo curioso –. Ya sabes, sobre estudiar diseño de interiores.

   –Se que también es algo tonto – asintió ante las palabras de Minho –. Quiero decir, que nunca me fue bien como para entrar a estudiar con facilidad, pero aun así estoy dudando.

   –Te deberías dar la oportunidad, quizás te sorprendas en lo que te prepare el futuro y las oportunidades que puedes tener su te decides estudiar esa carrera.

   –De todas formas. Tengo miedo a intentarlo.

Lee asintió comprendiendo la situación. Cuando su objetivo fue claro sobre sus estudios superiores, Minho también estaba inseguro sobre si en realidad era buena opción estudiar danza, si dedicarse a ser coreógrafo le traería buenas oportunidades en su vida. Estuvo durante varias semanas dudando hasta que Félix lo convenció aconsejando lo bueno que es arriesgarse en la vida, aprovechar las oportunidades y sobre todo no arrepentirse de nada. Actualmente, tales palabras nunca le fueron indiferentes y cumplieron todos sus sueños.

Antes de lograr responder, su celular sonó debido a una llamada entrante. Se disculpó por unos segundos y respondió – teniendo en cuenta que duro máximo un minuto – una corta conversación monótona. Su compañero de trabajo había llegado mientras que él todavía no. Tenían una coreografía que entregar en dos días más y aún le faltaban algunas correcciones que hacer.

   –¿Te debes ir? – pregunto Jisung viéndolo asentir.

   –Jisung. ¿A qué hora sales hoy?

   –Pues, debería de salir a las seis con cincuenta. ¿Por qué?

Minho sonrió. Necesitaba terminar rápido con su trabajo y convencer a Jeongin que le diera la dirección, pero de eso se encargaría después.

   –Te pasaré a buscar. ¿Sí? Nos veremos dentro de unas horas Sunggie – terminó por decir y le guiño un ojo despidiéndose con una sonrisa. Le hubiera encantado ir a dejar al menor directamente a la empresa pero por desgracia, tenía cosas que hacer. Prioridades que ahora Jisung encabezaba y que al llegar tarde le mostraría lo planeado hace – literalmente – segundos atrás.

Hola ardillitas, perdonen la hora pero es que hoy no podré actualizar más tarde.

Si encuentran algún error avísenme, nos leemos después.