Jisung comenzó sus clases y siendo ya viernes podía decir que había terminado su primera semana de estudios con éxito. Claro que eso era solo el inicio, que no todo a lo largo de su carrera iba a ser genial y fantástico como lo fueron sus primeros cincos días de clases, pero se sintió emocionado de continuar aún si le va a costar en el futuro.
Se sintió genial. Teniendo a su novio a su lado, cumpliendo uno de sus sueños que ya había tachado como inalcanzable, viviendo una vida que quería vivir. No era gran cosa, pero todo eso, lo que formaba parte de su día a día le encantaba y le hacía feliz.
Eran las deis de la tarde y junto a su alfa se encontraban en una biblioteca, ambos sentados en una de las mesas del lugar se entretenían buscando un libro – irónicamente – en el celular del alfa.
Podía parecer estúpido, pero aquel libro tan solo contaba con diecisiete páginas que únicamente eran de bosquejos perdidos que fueron encontrados y eran simplemente raros. Por casualidad un profesor del menor lo había mencionado en una de las clases y él se mostró tan curioso que terminó por colar esa curiosidad en su pareja.
–¿Esa cosa es una rana? – preguntó Minho concentrado en descubrir lo que era el dibujo además de la finalidad que tuvo el creador anónimo.
–Así parece, es extraño.
–¡Mira, si lo es! – gritó un tanto alegre por acertar.
–¿Qué función tendrá?
–Eso también me gustaría saberlo – respondió.
A Minho le pareció interesante aquellas páginas y la intriga lo hizo estar pendiente realmente de que no le prestó atención al detalle de como su novio se apoyó en su hombro hasta que sintió cosquillas a lo largo de su cuello por la respiración del contrario. Dejó el celular de inmediato bloqueando la pantalla para ahora llevar su mano a la mejilla de Han acariciándola con suavidad.
–Eres muy bonito, Sung.
–Tú lo eres más – le contestó nervioso desde su cuello –, pero hyung – lo llamó meloso. Obteniendo un beso.
–¿Sí?
–Estamos en el escenario perfecto para que me bese – susurró con leves tartamudeos, casi en un hilo de voz con una vergüenza notable, sintiendo su rostro enrojecer por tales palabras dichas.
–¿Qué?
–Ya sabes, cuando el alfa acorrala a su omega en uno de los estantes – murmuró.
Minho soltó una risa. También estaba ciertamente avergonzado, pero le hizo gracia ver a su chico balbuceando para ser besado como en las típicas historias románticas. Jisung al escucharlo golpeó con suavidad su pecho ocultando su sonrisa nerviosa por aquella idea loca que le llegó a la cabeza una vez sentados en el lugar.
–No te burles hyung – dijo como un bebé con un puchero en sus labios mientras se separaba de su pareja e intentaba ponerse de pie; pero ni siquiera logró avanzar dos pasos cuando Minho con posesión tomó su cintura impidiéndole hacer acción alguna –. Honnie hyung – se quejó e inmediatamente giro para verlo con una pequeña sonrisa burlona.
–No te voy a acorralar aquí bonito, o al menos no cuando hay más gente, pero si puedo hacer otra cosita – le dijo de misma forma melosa antes que había empleado Jisung.
Sin esperar respuesta lo acercó aún más a él provocando que terminara sentado en su regazo y sin previo aviso plantó un delicado beso tan corto como un parpadeo, mientras lo apresaba aún más a su cuerpo antes de seguir repartiendo tan diminutos besos en todo el rostro de su pequeño y lindo omega.
–Honnie, disimula, hay más gente por aquí.
–Pero tú querías incluso algo más comprometedor que esto Sunggie – habló en un intento de tono coqueto que falló miserablemente cuando volvió a reír.
–Quedaremos a mano si me das otro besito. ¿Trato? – le dijo tomando el rostro del alfa brindándole un beso en su nariz y darle mimos a está al juguetear con tiernos toqueteos entre ambas narices.
–Tenemos un trato. Ahora mi beso Hannie.
Solo alcanzaron un leve roce, tan solo sentir la esencia de los labios contrarios como una suave caricia que hizo a la pareja deseando por más cuando de pronto una señora con edad ya avanzada – pero que al parecer demostraba una buena condición física – tosió de manera fingida a sus espaldas, con una distancia prudente. Obtuvo la atención de los chicos al instante, y luego de quemarlos con la mirada por unos segundos – que parecían eternos – les recrimino que no estaban en un hotel privado, remarcando que ese no era un lugar para andarse besuqueándose. Se separaron con rapidez para luego pedirle una disculpa – a pesar de que no lo sentía, puesto que a su alrededor había gente externa bastante alejados de ellos, que no le tomaban ni mínima importancia en verlos – y decidir salir del lugar.
Olvidando lo ocurrido, los dos tomaron sus pertenencias. Minho fue rápido y antes de que Jisung logrará acomodar su mochila en la espalda, él la tomo, llevándosela a uno de sus hombros. Jisung quiso alegar, pero su novio fue más astuto que él y busco su mano para entrelazar sus dedos y comenzar a guiar al menor a la salida, volviendo a encontrarse en las calles que lo guiaron a una tienda para merendar.
–Sé está haciendo tarde, bonito. ¿Te parece si vamos a por un café?
–Me parece perfecto hyung.
–Ah, Jisung. Una cosita más – agregó deteniendo al menor en plena entrada de la biblioteca, los dos cuerpo permaneciendo quietos alrededor de las personas que continuaban con su propio camino y vida. Jisung lo miró a los ojos con detalle, sin ser consiente de los relucientes que se mostraban los suyos. Tan únicos y especiales como los de Minho –. ¿Quieres ir a dormir a mi casa está noche? – terminó por preguntar tímido, esperando una pronta respuesta para poder calmar los incontrolables latidos de su corazón.
Jisung le sonrió, brindando un suave apretón a su mano, asintiendo –. Me encanta dormir junto a ti, Honnie. Claro que sí.
Estamos a dos capítulos del final. Espero que les esté gustando.
Nos leemos después.
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𝑫𝒆𝒕𝒓𝒂́𝒔 𝒕𝒖𝒚𝒐
FanfictionDonde Minho es un alfa de baja estatura y odia serlo. -Honnie - lo llamó. -¿Qué ocurre bonito? -Te amo hyung ・:*:・ Contenido homosexual ・:*:・ Mención de otras parejas ・:*:・ Adaptación autorizada ・:*:・ Todos los derechos reservados a @blanie...