𝑫𝒆𝒕𝒓𝒂́𝒔 𝒕𝒖𝒚𝒐

Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ ²⁴

   –Tú puedes – animo Minho mientras le asentía a Jisung para mostrarle positivismo a su gesto.

   –¿Tú puedes? – cuestiono el contrario confuso. Su mente no estaba al cien por ciento por la ansiedad.

   –No Han, tú puedes.

   –¿Yo puedo?

   –Sí, lo harás bien Sunggie.

Finalmente las dos semanas han pasado y siendo el día fijado para realizar la evaluación de selección ambos se encuentran frente a la universidad faltando veinte minutos para comenzar.

   –¿Puedes ir conmigo?

Pero claro, Jisung estaba que moría de los nervios. Su interior se removía inquieto y las inseguridades se adueñaban de sus pensamientos que buscaban hacerlo escapar de ahí, pero estando junto a Minho simplemente le era imposible. El alfa le alentaba más que nada, lo hacía sentir bien y estable.

   –Sabes que no se puede Sung – rio mientras negaba con su cabeza –. Ya deberías ir, falta poco y debes estar antes de completar con los registros solicitados.

   –Pero…

   –Estarás bien, eres capaz de pasar esta prueba – le corto motivándolo.

   –¿Me vas a esperar?

   –Estaré aquí cuando termines, te lo prometo.

Una evaluación, con dos horas y media de duración. Jisung asintió y aún con sus manos temblorosas le brindó una sonrisa al alfa, comenzando a caminar hacia las instalaciones dispuesto a dar lo mejor de sí.

Minho le tenía fe. La motivación que el omega reflejaba en sus ojos al verlo era lo suficiente para saber que lo lograría, por eso mismo él lo esperaría durante cada minuto que el menor estaba dentro.

Ya habían sido más de diez pasos que Jisung camino generando una distancia notoria con Minho pero eso no le importó. No lo hizo cuando sin pensar giro sobre sus talones y se abalanzó sobre el alfa dejando un sonoro beso en una de sus mejillas, provocando un claro sonrojo al instante – logrando incluso – que el menor sintiera su calor.

   –¿E-eso… Sung…?

Los ojos abiertos, boca abierta, garganta seca y mente nublada había sido lo que provocó en Minho, sin contar lo alborotado que su corazón se encuentra al latir con más frecuencia de lo usual.

   –¡De buena suerte! – respondió mientras volvía a correr esta vez en dirección a la sala indicada, dejando atrás al alfa intentando ocultar su propio sonrojo de él.

Había actuado su propio instinto, pero no se arrepentía. Ahora debía dar su mejor rendimiento y entrando a la sala luego de anotar sus datos a la persona que les tomaría la evaluación, no dudo que lo haría bien, que su esfuerzo valdría la pena como también el tiempo que Minho se había encargado de emplearlo solo para ayudarlo.

Minho observaba su celular cada cinco minutos, por no decir que a penas lo guardaba en su bolsillo volvía a sacarlo para volver a ver la hora. Podía incluso asegurar que estaba mucho más ansioso que Jisung. Deseaba que terminara pronto, porque el beso que sintió en su mejilla lo había alertado y dejó en un estado de nerviosismo. Sabía que en algún momento sus sentimientos por el omega fueron de tal grado que el declararse ya era algo que había aceptado, por lo que poco a poco comenzó a idear un plan para no arruinar su confesión. Claramente todo parecía arruinado cuando Jisung lo dejo bobo, tenía que actuar antes de seguir esperando para echar a perder cualquier mínimo progreso y por eso mismo estaba alterado. Una vez que viera al omega salir. ¿Qué se supone que haría? No sabría cómo actuar y solo fue por un simple beso.

Desde que conoció a Jisung, Jeongin siempre era su salvación. Había estado hablando con el menor a través de chat para pedirle algún consejo porque en verdad se sintió perdido. Fue más difícil cuando Jeongin no alcanzó a explicarle mucho porque estaba en medio de su trabajo y lo requerían con necesidad.

Suspiro volviendo a aceptar su mala suerte, justamente cuando Jisung salió de las instalaciones de la universidad. Incluso estando atento a la hora, Minho paso por alto cuando pasaron más de dos horas y media. Pero al darse cuenta de que el menor ya iba caminando hacia él, fue cuando estuvo listo. No sabía el porqué, tal vez el escenario que tenía lo que estaba ayudando, pero estaba dispuesto a luchar por una oportunidad con Jisung.

   –Sunggie – saludó con una sonrisa apenas llegó a su lado –. ¿Cómo estuvo?

   –Creo que me ira bien hyung.

   –Estoy seguro de que así será – aseguró comenzando a caminar al paradero –. ¿Qué quieres hacer ahora?

   –¿Podemos salir? Quiero olvidar por un momento que fui evaluado – pidió formando un puchero con sus labios que Minho no fue capaz de ver solo para controlarse y no besar sus labios.

El alfa no podía negarle a sus pensamientos que esa fue la mejor respuesta que había podido escuchar. Jeongin finalmente tenía razón, su pequeño plan debía empezar ya.

   –¡Bien, será nuestra primera cita! – vociferó con entusiasmo tomando la mano de Jisung para evitar dejarlo perplejo, que era lo que había logrado con esa frase.

   –¡Hyung, espera! ¿Dijo cita?

   –Así es Sunggie.

   –¿Pero, por qué?

Y así como el de mejillas grandes lo había hecho, Minho se volteó para tomar con delicadeza el rostro de Jisung y plantar un beso en la mejilla roja.

   –Porque ese es mi precio del besito que me diste – respondió riendo para seguir guiando al omega a la primera cita que tendrían.

Cita que iniciaría una relación.

Cada vez estamos más cerca del final.

Se me olvidó decirles ese detalle, pero estamos a seis capítulos del final.

Espero les esté gustando.