Capítulo diez.

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—¿Natalie? —preguntó Bucky mientras veía como Natasha y ella recogían desesperadamente sus cosas—, ¿qué pasa?

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—¿Natalie? —preguntó Bucky mientras veía como Natasha y ella recogían desesperadamente sus cosas—, ¿qué pasa?

—Aquí está —dijo Steve entrando a la habitación con una pequeña maleta.

—¿Qué está pasando? —preguntó Bucky.

—James, necesitamos un favor —dijo Wanda saliendo del baño con las cosas de Natalie.

—¿Qué clase de favor?.

—Natalie se va a fugar.

—¿¡Qué!? —preguntó el castaño—, ¿acaso están locos?

—Necesitamos que te la lleves a tu casa.

—¿Qué? —preguntó de nuevo.

—Mira, nosotros vivimos aquí. No podemos ocultarla en las instalaciones o Fury la terminará encontrando, necesita irse a algún otro lado y tu casa es perfecta así que..., ¿por favor? —le pidió Natasha—. Te deberemos una grande.

—Ah ya lo creo —suspiró y miró a Natalie, quien bajó la mirada—. Al diablo.

Se acercó a ellos y les ayudó a empacar todo rápidamente, ya casi anochecía y sería cuando pondrían su plan en marcha.

—¿Nat? —se escucharon unos golpes en la puerta y todos se quedaron estáticos—, voy a entrar.

La voz provenía de Fury y todos comenzaron a entrar en pánico, Natasha se escondió debajo de la cama, Wanda en el baño y Steve corrió hacia el closet. La puerta ya se abría y el único que quedaba era Bucky, quien no se había podido mover gracias al pánico de ayudar a fugarse a una mujer que tenía una gran cercanía con el director.

Natalie entró en pánico y lo aventó a la cama, cubriéndolo con las cortinas de esta y rogando para que Fury no lo viese.

—¿Nat? —preguntó Fury una vez que entró a la habitación—, ¿todo bien?

—Estoy empacando —. Suspiró y terminó de cerrar su maleta.

—Me preocupa que hayamos quedado en malos términos... —Fury se acercó a ella y Natalie se hizo hacia atrás. Aún seguía molesta. El hombre suspiró y puso ojos tristes—, estoy haciendo esto por ti. Para protegerte.

—Lo sé. Nos iremos mañana, ¿no? —él asintió ante su duda y Natalie dejó salir un suspiro—, bien. Seguiré empacando.

¿Quieres que te ayude?.

—No.

Natalie contestó de forma definitiva y Fury asintió, le daría su tiempo para asimilar la situación. Caminó con paso lento hasta la puerta, le dió una última mirada a Natalie, quien aún seguía con la mirada fija en el piso y los puños apretados. Se dió la media vuelta y salió de la habitación cerrando la puerta detrás de él. La chica rápidamente volvió al ruedo y siguió empacando sus cosas mientras los demás salían de sus escondites, nadie se atrevió a decir nada, la experiencia y la conversación habían sido algo muy tensos de presenciar y se notaba en la cara de la castaña que no quería siquiera escuchar mencionar a Fury.

La noche llegó rápidamente y con ello se puso en marcha su plan, —que no era tan sencillo—. Donde Natalie se quedaba, que era más específicamente la habitación de Natasha, estaba en un segundo piso, —pisos que eran altos—, y ella tendría que salir desde la ventana hasta el jardín, donde se encontraría con Bucky, quien la llevaría hasta su auto y después hasta su humilde morada. Para su fortuna, la salida del hombre ya estaba arreglada para ese día y no levantarían sospechas.

—¿Estás lista? —preguntó Steve en la ventana, viendo a Bucky debajo de esta.

Natalie asintió y comenzó a aventar las maletas, Wanda las atrajo todas hacia el piso con su telequinesia y la castaña y Steve se abrazaron fuertemente.

—Cuídate.

Ella asintió y comenzó a sacar su cuerpo por la ventana. El aire frío le voló el cabello y le puso los pelos de punta, Steve tomó sus manos y la ayudó a bajar haciendo que esta se quedara colgando de Steve. Natalie miró hacia abajo y vio que Bucky estaba listo para recibirla.

Adiós.

Steve le sonrió y ella se dió un pequeño impulso de la pared y comenzó a caer, cerró los ojos con fuerza y suspiró cuando siento los brazos del hombre alrededor de su cuerpo.

—Te tengo —. Natalie se sonrojó y el hombre la bajó, Wanda y Nat comenzaron a subir todo rápidamente al auto de Bucky, que era un auto de cuatro puertas, lujoso y bonito.

Natalie se despidió rápidamente de las chicas y subió al auto cuando ya todas las maletas estuvieron dentro.

—¿Estás lista? —preguntó el supersoldado cuando encendió el auto, la chica asintió y rápidamente comenzaron el camino. Las manos le sudaban y sentía una opresión en el pecho gracias a los nervios, se estaba escapando de Fury, quien le había dado todo en la vida.

El camino a casa de James se le había hecho extrañamente infinito, se convenció a si misma de que era por culpa de los nervios de estar con él, además de la situación de que estaba escapando de casa. Y por supuesto, por el hecho de que Natasha le había dicho que la castaña se había atrevido a besarlo en su estado de embriaguez extrema.

Sintió como las mejillas volvían a enrojecérseles ante el recuerdo borroso de ella parada de puntillas para alcanzar los labios de James.

—¿Todo bien? —preguntó él cuando la vio pegada a la puerta y sonrojada hasta las orejas. Ella solo se limitó a asentir y se limpió el sudor de las manos en el pantalón.

Cuando finalmente llegaron Natalie se quedó asombrada, era una casa hermosa, como esas típicas casa que solían verse en los Shows de televisión americanos. Era amplia y se veía limpia, pero también solitaria.

James y ella metieron todo el equipaje y una vez dentro la chica suspiró cuando su teléfono comenzó a sonar, era una llamada de Fury. Bucky miró como su vista se quedaba fija en la pantalla y después bloqueaba el teléfono, terminando así la llamada sin contestar.

—Ven, te enseñaré tu habitación.

La chica lo siguió por el pasillo hasta una habitación cualquiera, tal parecía ser la de invitados, Natalie dejó sus maletas a un lado del armario y le sonrió a Bucky cuando se giró.

Gracias por esto —le dijo con los labios y él asintió.

—No hay problema. Solo esperemos que Fury no se aparezca por aquí.

No lo creo.

Te dejaré para que te instales, avísame si necesitas algo.

Natalie asintió y Bucky le dió una última mirada antes de salir de la habitación.

The sound of silence | Bucky Barnes      CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora