Capítulo treinta y cinco.

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Natalie solo empeoraba con el pasar de los días, era más que obvio que ya era hora de llevar el plan a cabo, no podían esperar más, porque al parecer, la teoría que se habían armado sobre qué su maldición también era un reloj para acabar con su vi...

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Natalie solo empeoraba con el pasar de los días, era más que obvio que ya era hora de llevar el plan a cabo, no podían esperar más, porque al parecer, la teoría que se habían armado sobre qué su maldición también era un reloj para acabar con su vida, había terminado siendo cierta. Loki estaba logrando darles más tiempo, frenando un poco el ciclo de la muerte que le venía acechando lenta pero dolorosamente a la castaña, aunque eso no era suficiente. Lo que necesitaban en esos momentos era ir a buscar a la hechicera que le puso la maldición encima, para encontrar una forma de revertirla.

Un portal se abrió y las capas de Loki, Thor y Natalie ondearon gracias al viento. La chica se giró hacia Bucky y le dió un fuerte abrazo—. Quiero que sepas, que pase lo que pase allá afuera, te amo, y siempre te amaré —le dijo con voz herida. Bucky le dió un beso lastimado y con lágrimas en los ojos.

Se dió la media vuelta y tomó la mano de Loki, haciendo que su apariencia cambiara al instante. Se obligó a sí misma a no voltear de nuevo, se obligó a mantener los pies bien anclados al piso y dejarle bien claro a su cabeza que el único camino que existía era atravesar el portal que tenía frente suyo. Porque sabía que si volteaba de nuevo, jamás se iría. Ella fue quien dio el primer paso y los dos hombres la siguieron por detrás.

Todos los vieron desaparecer por el portal para que después éste se fuera junto con ellos. Bucky negó con la cabeza y se retiró a su habitación.







El clima más cálido del mundo le pegó en todas las extremidades del cuerpo, sintió su cara ser bendecida con los rayos de sol que la golpeaban de manera suave. El paisaje era más que una hermosura, había toques verdes y dorados por donde fuera que mirase. Su pecho ardía, pero eso no le quitaba el momento de gozar de un clima tan hermoso.

—Natalie —le llamó Loki.

Ella lo ignoro y levantó la cara mientras sonreía al cielo—. Déjame disfrutar un poco.

Se dió unos segundos y después suspiró. Tomó la mano de Loki de nuevo y comenzaron a caminar. Traía una hermosa armadura en color plateado con un traje de cuero color morado, sus botas de tacón eran plateadas y metálicas, haciendo conjunto con la armadura. Los tres se subieron la capucha y comenzaron a caminar entre el gentío con la cabeza baja. Natalie solo seguía a Loki, limpiándose ocasionalmente la nariz gracias a las pequeñas gotas de sangre que salían de sus cavidades nasales.

Caminaban a paso lento entre la gente, para no llamar la atención. Para ellos tres era raro verse como elfos, con manos alargadas, finas y huesudas, con piel clara como el agua y aunque sonara tonto, Natalie podía asegurar que sus manos brillaban contra el sol, pero la de Loki no. Era como esos brillitos de juegos que se ponía de niña para sentirse más linda, solo que ahora estaban implantados en su piel.

Su mano izquierda tenía borrones de sangre gracias a la que se quitaba cada cierto tiempo. Pero ahora sentía el flujo más pesado y cada vez los tiempos de sangrado se hacían más cortos entre ellos. Sus piernas titubearon y tuvo que sostenerse del brazo de Loki para no caer. Él volteó a verla, tenía ojeras marcadas y se miraba más pálida de lo que se acostumbraba en la piel de los elfos. Sus ojos se iban hacia atrás y él estaba seguro que estaba a punto de desmayarse, pero se lo confirmó cuando cayó encima de Thor, quien la tomó antes de que cayera al suelo y la cargó estilo princesa. Era más que obvio que los murmullos no tardaron en llegar, ni tampoco las señalaciones, se movieron de prisa hacia un callejón donde la gente del pueblo no pudiese verlos.

Natalie descansaba inconsciente en los brazos del fortachón—. Haz algo hermano.

—Estoy tratando de encontrar la hemorragia —le dijo mientras en sus manos tintilineaba su magia verde, se movía de arriba hacia bajo en el cuerpo de Natalie, estudiándola.

—Loki, se está desangrando —dijo desesperando mientras limpiaba la sangre que ya empezaba a salir de su boca y oídos con la capa.

—¡Cállate un momento Thor! —gritó de la misma forma. Cerró los ojos con fuerza mientras sus manos hacían movimientos diferentes. Su magia se veía más brillante y a la vez oscura, se movía en remolinos en el pecho de Natalie, hasta que parecía una neblina que se disipó rápidamente—. Ya está.

Esperaron unos minutos a que Natalie abriera los ojos de nuevo. Parpadeo para acostumbrarse a la luz brillante que entraba por encima del callejón. Se limpió instintivamente el líquido que había salido de su nariz anteriormente y afinó la vista para poder verse los dedos con sangre seca.

—¿Estás bien Nat? —le preguntó Thor.

—Mjm —asintió y se sentó en su regazo mientras tosía.

—Toma un poco —Loki le acercó la cantimplora y ella tomó un trago después de agradecerle—. Tendremos que apresurarnos si queremos mantenerte con vida.

—Pero no podemos llamar la atención, están cazando a Natalie y a su hermano.

—Entonces tendremos que ser rápidos, discretos y silenciosos —sentenció el pelinegro.

—Vamos Natalie —Thor y ella se levantaron, el rubio se inclinó hacia abajo para que la castaña se subiera en su espalda, le hizo caso y se agarró fuertemente mientras se acomodaba en una posición más cómoda.

—¿Esto es no llamar la atención para ti? —le preguntó Loki cruzado de brazos con una ceja alzada.

—Así si preguntan quién es ella, será más fácil que nos crean que es nuestra hermana.

Chasqueó la lengua—. Bien, vamos, tendremos que buscar en la sociedad de magos.

Comenzaron a caminar fuera del callejón, mientras Natalie admiraba el mercado y todo lo que sus ojos podían atrapar, los grandes árboles que se extendían hasta el cielo le dedicaban una linda sombra refrescante que le hizo cerrar los ojos. Por primera vez en meses se sentía relajada, hasta que ya no.

—Disculpen, tendrán que acompañarnos.

The sound of silence | Bucky Barnes      CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora