dos

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Leah Denbrough.

Okey, eso no me lo esperaba.

Pero, ¿Qué más da? Si lo que más quiero es irme de este pueblo, del país si es posible. Aunque debo admitir que tener que me dolería un poco dejar a mis hermanos aquí, no estoy acostumbrada a estar sin su presencia por más de dos días y ellos tampoco, siempre estamos los tres juntos por lo que era algo fuerte irme de un momento a otro a un país desconocido. Sé que Bill lo entenderá, es grande y sabe que lo que consiga de dinero lo gastaré en ellos, pero con Georgie sería más complicado.

⎯ Dime de qué trata el trabajo.⎯ pedí. Ví que mostró una sonrisa maliciosa y me asusté un poco ante eso.

⎯ Eso no importa, ¿Quieres dinero?⎯ preguntó sin más.

Hijo de puta, sabía que el dinero era mi debilidad.

En realidad es la debilidad de cualquiera, pero para alguien como yo que siempre quiere más y más es aún más una tentación. No miento cuando digo que haría lo que sea para tener billones de dólares al rededor mío. Siempre y cuando no implique matar a mis hermanos, hago lo que sea necesario para tener dinero.

Al ver que no respondí se acercó a mí y comenzó a caminar en círculos al rededor mío. Antes de eso cerró la puerta, dejando que solo la leve luz del atardecer entre por la ventana de su cuarto. Parecía una típica escena de película de terror barata, lo único que faltaba era que saque un arma del bolsillo y me diga que tengo tres segundos para correr y salvar mi vida.

⎯ »Sé que eres débil ante los billetes, primor.⎯ susurró en mi oído y sentí un escalofrío por todo mi cuerpo.⎯ ¿No quisieras saber qué se siente estar en un yate, yendo a dónde quisieras, sin fijarte en cuánto saldrá todo porque tienes dinero suficiente como para vivir tres vidas?⎯ apoyó sus manos en mis hombros. Su voz, él, la propuesta, todo se me estaba haciendo increíblemente tentador.⎯ Podrás experimentar eso solo si te vas conmigo de este lugar.

Quería irme ya, en ese mismo instante si era posible, pero de solo pensar en las caritas tristes de Bill y Georgie quería quedarme aquí, sabiendo que perdería todos los billetes que Jeon me está ofreciendo. Aparte de que no me dijo exclusivamente de qué iba a trabajar, tal vez traficando mis órganos y obviamente iba a tener el dinero, pero yo estaría muerta.

Pero qué más da, tengo dinero.

Por mis padres no me haría problema, confían en la familia Jeon con los ojos cerrados, así que si les decía que me iría a otro país para trabajar con JungKook ellos me dejarían a la primera. Nunca entendí si es que no me querían lo suficiente o JungKook tenía la perfecta pinta de niño bueno y por eso en todo lo que él esté implicado a mí me daban permiso. Recuerdo que la primera pijamada la tuve en su casa, siendo dos adolescentes del sexo opuesto lo más común es que los padres no lo permitan, pero los míos me dejaron con total libertad. Ah pero cuando quería ir a dormir a lo de una amiga mujer no me dejaban solo porque "JungKook no estará ahí".

Ridiculeces.

⎯ ¿Puedo llevar a alguien conmigo?⎯ pregunté volteando apenas mi rostro para verlo de perfil. Escuché un leve sonido de molestia de su parte antes de contestar.

⎯ Cualquiera menos al imbécil de tu amiguito con derechos.⎯ soltó mis hombros. Pasé la lengua por mis labios y contesté con una pequeña sonrisa arrogante.

⎯ Creeme que es la última persona que pensaría en llevar, no quiero compartir mi dinero con alguien tan insignificante.⎯ bufé. Escuché su risita.⎯ Lo decía por mis hermanos.

⎯ No puedes llevar a Georgie, es muy pequeño, y a Bill solo será por un mes...me enteré que ahí está un amiguito de él.⎯ dijo. Yo asentí a sus palabras.

Work| jjk. ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora