cuatro

1.5K 126 53
                                    

Leah Denbrough.

Debía admitir que me había asustado un poco lo que dijo, ya que técnicamente hacía referencia a que no le importará tener mi consentimiento para tener relaciones, y si no está mi consentimiento literalmente sería una violación. Fuera de lo muy atractivo que me parecía y demás, no quería tener algo sin mi consentimiento, ni siquiera sin el de él.

Ahora nos encontrábamos fuera de la escuela de mi hermanito menor, Georgie, ya que habíamos venido a buscarlo porque Bill se quedó con su novia en casa, así que solo por esta vez iba a cubrirlo. Las millones de veces que él me había cubierto cuando mis padres preguntaban por mí y yo estaba de fiesta o quién sabe dónde, pero mi lindo hermanito mentía que estaba en la casa de alguna amiga teniendo una pijamada. En algún momento tenía que devolverle el favor.

Tenía el brazo de JungKook en mis hombros mientras buscaba con la vista a Georgie, él también lo hacía pero veía mal a los chicos que me veían, como si estuviera celoso o algo así. Hace unos minutos pasó un amigo, Henry Bowers, y lo miró de tan mala manera que el chico se fue apenas terminó de decirme "Hola Leah". Siempre me gustaron los chicos celosos, siempre y cuando sean mis novios, pero justamente JungKook no lo era, así que estaba algo incómoda.

Se sentía extraño. Sí, ayer quería que me parta la columna vertebral por follar duro, pero ahora le tenía algo de miedo por la forma en la que veía a los demás y de cierta forma era posesivo conmigo. Quería pensar que era solo mi imaginación o algo por el estilo, pero esa vocecita interna me gritaba que tenía que alejarme de Jeon antes de que me ocurra algo verdaderamente malo.

No voy a mentir diciendo que es una nueva actitud de él porque no es así. JungKook fue celoso desde pequeño y siempre quiere a todos y todo para él y solo para él. Cuando pone la vista en algo es imposible que ese algo no se haga de su propiedad. Pero ahora estaba distinto, antes me celaba pero era algo que daba ternura por los pucheros que hacía, ahora parecía que quería matar a cualquier hombre que me viera.

⎯ ¡Kookie!

Escuché el grito de mi hermanito y miré a la dirección en la que venía. Estaba Georgie corriendo junto a dos de sus amigos, cuando llegaron JungKook sacó el brazo de mis hombros para alzarlo y hacerle cosquillas. Todos nos miraban como si fuéramos una joven pareja esperando a su hijo, aún sabiendo que es mi hermano. Detestaba que todo el pueblo sabía todo de todos.

Aunque Georgie tuviera nueve años JungKook lo seguía tratando como si tuviera cinco. Al verlo crecer y compartir mucho tiempo con él los dos se adoptaron como hermanos, de ahí proviene todo el amor que se tienen, hasta podría pensar que mi hermano lo prefiere a él antes que a mí, que soy su hermana de sangre.

⎯ Hola pequeño, ¿Quieres ir a tomar un helado?⎯ le preguntó y mi hermano asintió. Yo saqué su mochila roja de sus hombros para llevarla yo. Antes de irnos Georgie se despidió de sus amigos que justo habían llegado sus respectivos tutores para llevarlos a casa.

En el camino ellos iban hablando mientras nos dirigíamos a una heladería, yo iba metida en mis pensamientos sin prestarles mucha atención. Sabía que si le decíamos a Bill que fuimos a tomar un helado sin él se enojaría así que estaba buscando alguna excusa para decirle el motivo del porqué tardamos tanto en venir. Aunque dudo que hubiera querido sentarse en la misma mesa que JungKook a tomar un helado.

Georgie iba en la espalda del pelinegro mientras le contaba que había hecho en la escuela, siendo esto que le enseñaron a multiplicar y dividir, va a tercer año de primaria así que cosas muy difíciles no les enseñan. Para mí eso era algo de todos los días escuchar a mi hermanito contarme qué hicieron, por lo que no me sentí culpable por ignorarlo un solo día, además de que tenía a Jeon prestándole toda su atención.

Work| jjk. ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora