27. Parte 2.

249 30 32
                                    

Llegamos.

Pareciera que estuviéramos perdidos en medio de un bosque.

Todos nos empezamos a mirar preocupados, a murmurar entre si, y quizás algunos ya se están empezando arrepentir en haber venido. ¿Pero que sería lo peor que nos podría pasar a parte de perdernos en bosque? Que nos coma un oso.

Pero eso no sucederá, solo sucede en la televisión.

Creo.

Después de que nos indicaran que formáramos un círculo, la profesora Mandeline se sitúa en el centro con un megáfono, y una enorme sonrisa. Quizás sonríe para que no nos demos cuenta que estamos perdidos.

Como la profesora no decía nada, todos empezaron a murmura nuevamente.

-¡Atención!-gritó la profesora a través del megáfonos, todos se empezaron a tapar los oídos por el chillido que este emitió-Ups, perdón. Creo que esta cosa no sirve-dijo, y lanzó el megáfono a quien sabe a donde. Volvió a sonreír como si nada hubiera pasado- Okey chicos, primero que nada, no estamos perdidos, aquí es el sitio, solo que hay que adentrarnos más al bosque.

Todos empezaron a suspirar de alivio, otros les llegó color nuevamente a su cara -literalmente parecían un papel por lo pálido que estaban-y otros, sol se removieron en su lugar,

-Pero tendremos que llegar caminando.

Todos se miraron entre sí, pero esta vez confusos.

-¿Por qué señorita Madeline?-preguntó una chica. No recuerdo su nombre... comenzaba por la S... creo.

-Porque el autobús no está en óptima condiciones como para adentrarse al bosque, además de que sería peligroso porque hay ciertos barrancos que hay que caminar, Samantha-le responde la profesora amablemente.

¡Samantha, ese es su nombre!

-¿Y cuanto tendríamos que caminar?-pregunta otro chico que tampoco recuerdo su nombre.

-No te sabré decir cuanto km hay que caminar, porque no tengo idea-la profesora cierra los ojos por unos instantes y los abre nuevamente-Pero son como 2 horas de camino.

Los murmuros se empezaron a escuchar otra vez. Los estudiantes se empezaron a alterar un poco, creo que hasta incluso la profesora. Yo solo me quedé en el mismo lugar, pensando. Y maldije varias veces, me arrepiento de haber venido. ¿2 horas de camino? Vale, camino de mi cama al escritorio, y ya me siento cansada a punto de fallecer.

Vale, tampoco así, pero supongamos. ¡Es mucho lo que tenemos que caminar! ¿Y que tal si... nos devolvemos a nuestras casas y nos acostamos a dormir en lo que queda del día? Mala idea no es, eh.

-¿Por qué esa cara?-la voz de Nathan me hace dar un pequeño brinco. Él me mira, con un pequeña sonrisa.

-Dos horas de camino -respondí sin muchas ganas-es mucho.

Nathan mira hacia otra parte, y hace una mueca pensativo. Yo aprovecho para mirarlo, y todavía no puedo creer lo increíble que es él. En todo sus aspectos. Él lleva su vista de nuevamente a mi, y yo desvío la mirada rápidamente, roja como un tomate.

—Pues si es mucho—dice finalmente—Pero será divertido.

Llevo la vista a él.

—¿Cómo estás tan seguro?

—No lo sé —se encoge de hombros —solo pienso que será así.

—Siempre viéndole lo positivo a todo—sonrío.

—Siempre.

Nos quedamos mirando por varios segundos, y me es inevitable no perderme en esos ojos azules, que son casi tan idénticos que el mar. De pronto la boca se me estaba secando, y él parece notarlo porque se relame los labios, cosa que hace que yo también haga lo mismo. En estos momentos, quisiera besarlo. Y estábamos a punto, incluso ya podía oler su respiración, pero el sonido del megáfono proveniente de la señorita Madeline, hace que reaccione y me separo de inmediato.

Chica Flaca    [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora