Chica Flaca [COMPLETA]

30- Epílogo.

Nathan.

Carta para mi querida Layla.

Quizás empieces a leer esta carta cuando ya yo no esté... No sé por donde empezar.

Lo siento.

Sé que debí avisarte con tiempo, pero queria pasar mis últimos días sin preocupaciones, sin estar pensando en este desastre, en esta enfermedad... Quería sentirme normal por primera vez, sentir que era feliz. Y lo fui, cuando apenas te conocí.

Había creído que toda mi vida sería un fracaso total, que ya no sería feliz nunca más, que mi vida estaba condenado para siempre, pero apenas te vi sonreír, sabía que no todo estaba perdido.

Así que decidí pasar mis últimos días como nunca, por eso la repentina escapada a la playa, el momento en el lago, decirte lo que siento. No podía irme de la Tierra si antes decirte lo valiosa que eres, y hacerte dar cuenta que eres mi preciosa Layla.

Recordarte una y otra vez lo increíble que eres.

Y cuando sentí que por fin había logrado mi propósito, sentí que ya estaba realizado, y que podía irme en paz. Espero que nunca me olvides y que siempre me tengas presente en tu corazón. Gracias por hacerme feliz en los últimos días de mi vida.

Solo te pido dos cosas.

Recordar siempre que hasta la flor más marchita puede florecer en la tempestad.

Y que, ya que no estoy contigo, no te prives de no estar con alguien más, de no querer sentir amor por alguien más, sé libre y disfruta por mi, lo que yo no pude.

Te amo en esta vida, y en las otras Layla. Gracias por hacerme feliz, espero haberte hecho feliz a ti también.

Y gracias por ser mi Chica Flaca.

Con amor, Nathan.

Me limpio las lágrimas que había derramado, y con delicadeza doblo la carta que me había entregado Delia, y luego lo guardo en el cofre.

Entonces deslicé un sonrisa melancólica.

—Fue un placer ser tu Chica Flaca, mi querido Nathan.

Te amo, en esta vida y en otras.

Fin.