Chanyeol abre los ojos y se siente desorientado cuando se da cuenta de su alrededor, por un momento su mente proceso todo y de repente cada recuerdo vino a su cabeza. Estaba en casa, no lo había soñado, realmente estaba en casa.
Cuando se sienta mira el cuerpo a su lado, Baekhyun estaba acurrucado durmiendo mientras abrazaba una almohada grande, sonríe relajado y deja caer su cabeza hacia atrás mirando al techo, prometía que jamás volvería a salir de los límites del pueblo.
Se aparta las mantas para bajarse de la cama e ir hacia el baño, ya ni siquiera recordaba bien los aspectos de la casa que él mismo construyó ¿Cuánto tiempo había estado exactamente en aquel lugar? Truena su cuello dejando sonar sus huesos mientras abre la llave del agua.
Algo en su cuerpo tenía miedo, era aquella sensación de que en cualquier momento aquellos humanos entrarán y los llevarán de nuevo, sin darse cuenta comenzó a respirar agitado por lo que sacudió su cabeza; debía dejar de pensar en ello, ahora estaba seguro. Cómo alfa su deber era proteger y no pudo, eso había roto algo dentro de él.
—Chan, —escucha un toque en la puerta y la suave voz del omega. —Channie, —vuelve a tocar.
—¿Qué? —se aclara la garganta ya que su voz había salido demasiado rasposa, —¿Qué sucede?
—¿Estás bien? Has estado mucho tiempo en el baño, —pregunta con un tinte de preocupación.
—Sí, no te preocupes, enseguida salgo, —responde mientras abre la botella de champú; extrañaba aquel aroma a hierbas, el de aquel lugar humano olía a químicos y aromas artificiales. —Estoy bien, pequeño, —responde tratando de endulzar su voz para no preocupar a su omega.
—Bueno, —responde finalmente y luego se escuchan sus pasos alejándose del lugar.
Baekhyun deja a su alfa ahí para bajar a la cocina; quería acompañar a Chanyeol, pero realmente temía que el alfa le diera alguna respuesta grosera. A pesar de que su relación había avanzado bastante, fue en ese lugar donde solo se tenían ambos, ahora habían vuelto a su hogar con su gente y en su territorio… Tenía miedo de que Chanyeol tuviera la suficiente confianza de volver a ser el de antes, de que en realidad lo que habían vivido solo hubiera sido porque era una situación vulnerable.
Su dedo se quemó con el aceite en el sartén así que dejó de pensar para poder meter su mano debajo del chorro frío de agua del lavabo. Quería pensar que el alfa era sincero con sus sentimientos y que no iba a cambiar su comportamiento con él, pero ya no quería vivir de esperanzas. Es decir, no iba a empezar a evitar a su marido, pero quería ser cauteloso.
—Huele bien, ¿Qué preparaste? —escucha la voz gruesa de Chanyeol mientras es abrazado por su cintura. —Buenos días, —su cabeza es presionada por sus labios.
—Buenos días, alfa, —cierra la llave del agua y luego se mueve para empezar a cortar la fruta. —Nada especial, solo huevos fritos con carne de chancho y ensalada de aguacate, —siente como es soltado. —¿Quieres kreri? —pregunta dándose la vuelta hacia él.
—Claro, me gusta mucho, —dice contento para luego besar su mejilla.
Baekhyun fue a buscar las semillas negras para ponerlas dentro de una taza con agua hirviendo, Kreri era una bebida de aquella zona que daba bastante energía por lo que solo los alfas la tomaban ya que ellos hacían actividades dónde usaban aquella energía, en los omegas tenía un efecto negativo dónde adelantaba su celo y si estaba embarazado podía generar un riesgo de aborto.
Ambos estaban comiendo y Baekhyun seguía mirando de una manera algo desconfiada a su alfa quien desayunaba felizmente; no parecía que algo había cambiado en el alto. Quiso internar algo, algo que Chanyeol nunca hubiera hecho antes.
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Lamentos de un omega
FantasyBaekhyun ha vivido con insultos hacia su físico toda su vida, pero nunca le prestó atención hasta que fue su alfa quien se los dijo. Advertencia: Si no te gustan los temas sensibles como el abuso y el maltrato este no es para tí.