Parte siete

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Baekhyun amaneció con náuseas, su estómago era un desastre por el embarazo. No pensaba que esa etapa de su vida iba a ser tan cansada y fea, no le gustaba tener que vomitar cada mañana y no poder comer lo que antes le gustaba porque le daba náuseas. 

Después de desbordar toda su comida, se lavo los dientes y la cara. Luhan aún dormía profundamente, no lo quiso molestar así que decidió salir un rato a pasear. Esperaba profundamente que el líder se haya olvidado de la conversación que habían tenido anoche ya que no quería tener que lidiar con ese problema.

Dió un paseo por la escuela para ver a los pequeños entrando, todos estaban somnolientos y sus madres se encontraban con caras de sueño. Sonríe imaginándose a si mismo llevando a sus pequeños a la escuela, luego su sonrisa decae al pensar que pudieran molestar a sus cachorros por no tener papá. 

Después de caminar y cuando su barriga comenzó a sonar pidiendo alimento, volvió a la casa para preparar el desayuno, pero se encontró al otro omega cocinando. El pequeño lucía ojeroso. En ese momento se puso a pensar que quizá estaba siendo una carga para él, es cierto que lo quería pero no deseaba ser una carga. Tenía que buscar un lugar para quedarse y criar a sus pequeños. 

En la tarde cuando estaba tendiendo la ropa en los cordeles, la puerta sonó dejando escuchar varios golpes así que bajo las escaleras con cuidado. El suelo estaba mojado y no quería tener un accidente.

En cuanto abrió la puerta su rostro palideció al ver a uno de los deltas del pueblo, eran los guardias personales del líder. Le dijo que debía acompañarlo y su rostro imperturbable lo asustaba por lo que lo siguió sin objeción, tenía miedo de lo que sucedería.

Con paso lento camino detrás del hombre, tenía sus manos sobre su abdomen a modo de protección ya que se encontraba muy nervioso. Tenía la esperanza de que el líder lo llame para cualquier cosa que no involucre a Chanyeol.

Llegaron, no a la casa del líder, sino al ayuntamiento del pueblo. Cuando entró al despacho principal vio al alfa, al padre de sus cachorros, en ese momento quiso vomitar de nuevo, pero está vez las náuseas no eran por su embarazo.

—Buenas tardes, Baekhyun, —le saluda el líder con una sonrisa amable mientras señala la silla frente a su escritorio para que se siente. —Quería conversar con ambos, —pone sus codos sobre la madera para luego mirar a la pareja en frente.

Baekhyun mantenía sus manos sobre su abdomen mientras trataba de sentarse lo más alejado posible del alfa, quien no lo miraba en lo más mínimo, solo tenía su semblante serio hacia el líder. 

El ambiente era abrumador para todos, incluso podía sentirse una carga pesada y en su mayoría era por Chanyeol quien estaba fastidiado de estar ahí. Sospechaba la razón de que el líder los haya llamado a ambos, pero esperaba que sea otra cosa. No necesitaba ser molestado por asuntos tontos.

—¿Puede decirlo rápido? Tengo cosas que hacer, —habla de mal humor Chanyeol mientras resopla.

El líder frunce el ceño ante el comportamiento del alto, lo conocía desde que era un pequeño cachorro y siempre había tenido aquella actitud arisca. Sin embargo, pensaba que quizá con la decisión que iba a tomar probablemente el alfa baje aquella prepotencia y altanería. 

—Ustedes están enlazados, —dice en una sola oración. —Por lo que es correcto que vivan juntos.

Chanyeol formó una línea apretada con sus labios, aún no había averiguado cómo es que había mordido a aquel chico, no recordaba absolutamente nada. Respira con fuerza tratando de no mirar al omega, quería asesinarlo en ese momento porque estaba muy seguro que aquel tipo le había hecho algo.

Lamentos de un omegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora