🎇Capítulo 26🎇

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Actualmente, Yoongi no tenía palabras para decir. Momentos atrás, en un arrebato emocional, quiso enfrentar a la señora Jung y recriminar todas sus malas acciones de la manera más cruda y cruel posible, quiso lastimarla tanto como sus acciones irresponsables lo habían lastimado a él, pero ahora, allí sentado con el cuerpo sin vida de Hoseok entre sus brazos y los sollozos de aquella mujer de fondo, simplemente ya no lo creía necesario.

Gracias a las nuevas cosas que podía hacer en medio de todo aquel caos, pudo reconocer la voz etérea de Hoseok llenando el silencio del salón y sus últimas palabras que le fueron dedicadas. Incluso si odiaba a la señora Jung por haber utilizado el alma de Jeong para sus fines egoístas, también fue capaz de sentir compasión y lástima por ella, porque a pesar de todo lo malo, comprendía de primera mano el dolor que la consumía.

Hoseok fue su único hijo, y haberlo perdido de una forma tan repentina había sido un gran shock que eventualmente se transformó en depresión, la cual fue creciendo más y más hasta llevarla a un estado en donde estaba dispuesta a hacer cualquier cosa para tenerlo a su lado otra vez.

Aunque claro, comprender el porqué de sus acciones, no tenía nada que ver con justificarlo. Ella estuvo mal, y debía pagar las consecuencias.

No obstante, he ahí la cuestión ¿Además de un intento de homicidio, de que otros cargos ella era realmente culpable?

—De verdad no podíamos hacer nada para salvarlos ¿cierto? —preguntó obligándose a romper su propio silencio al sentir a Jimin a su lado.

—No, no podíamos —respondió un apagado Jimin—. Pero si te pones a pensar, haberlos liberado del ritual fue lo más cercano que estuvimos de salvarlos. Ahora sus almas están en un lugar mejor, ya no hay cadenas que los anclen al mundo de los vivos. De cierta forma, sí lo hemos conseguido.

Yoongi le creyó, y no sólo porque está acostumbrado a tenerle una fe ciega a Jimin, sino también porque le había otorgado la oportunidad de poder hablar con Jeong antes de que se marchara para siempre. Ser consciente de eso, no le hacía sentirse mejor, pero la verdad era esa, Jeong y Hoseok fueron salvados y debía quedarse con eso para poder seguir adelante una vez más.

—Hobi...—La voz quebrada se la señora Jung logró tensar su cuerpo como una cuerda, quería decirle que se mantuviera lejos suyo y de Hoseok, que no quería verla, y que se marchara antes de que hiciera algo como arrestarla, pero previniendo todo eso, Jimin se adelantó a cualquier cosa que pudiera hacer o decir.

—No podemos quedarnos mucho tiempo con él, debemos avisar a las autoridades que ha fallecido. Así que si quieres un momento para despedirte en privado, que sea rápido. —Aunque Jimin estaba siendo amable, su rostro mostraba lo enojado que seguía con ella.

Hee Jin asintió de inmediato, dispuesta a colaborar con Jimin y los demás. Ahora que la bruma de su mente y corazón fueron despejadas, la culpa era lo único que le quedaba.

Entendía, comprendía y aceptaba que lo que había hecho estuvo mal, como sabía que, aunque tuviera mil disculpas atoradas en la boca de su garganta para el detective Min, entendía que, por el momento, el corazón de Yoongi no estaba preparado para escucharlas.

Lo mejor que podía hacer por el momento era guardar silencio y dedicarse únicamente a quedarse con su hijo hasta que la policía llegara.

Yoongi soltó a Hoseok con cuidado pasándolo a los brazos de la Señora Jung que lo recibió con una nueva oleada de llanto. Él se levantó y así cabizbajo como se había encontrado desde que despertó, desapareció al exterior del jardín con la necesidad de tomar un poco de aire.

Jimin no lo siguió, por el contrario, fue y tomó el arma que su tía había llevado para deshacerse de ella. Había muchas cosas que hacer antes de que algunos de sus compañeros llegasen a su casa.

✨IN THE LIGHT✨️ Vol.II ||YM|| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora