Día 26

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La tarde anterior.

Harry nunca hubiera deseado preocupar a Louis; si por él fuera, encontraría la forma de protegerlo de cualquier situación difícil o dolorosa. Pero en ésta ocasión volvió completamente resignado a su oficina, ya que sabía que el castaño notaría de inmediato su aflicción por la conversación que mantuvo con Olivia. Harry no sabía mentir, y ambos lo sabían, así que intentar ocultar la verdad otra vez, no era opción.

-amor, estaba preocupado ¿dónde estabas metido?- Louis se dirigió a Harry notoriamente afligido en el mismo instante en que éste cruzó la puerta. -¿fuiste a la imprenta?, ¿por qué no me avisaste que saldrías?-

-no voy a escapar de ti, si eso te preocupa...- el menor se acercó lentamente y rodeó con sus brazos las cintura del castaño.

Y tal y como Harry suponía, en el preciso momento en que sus miradas se encontraron, Louis lo supo. No se necesitaban mayores detalles, solo bastó con ver los hermosos y transparentes ojos del rizado, para saber que algo no andaba bien.

-¿qué fue lo que pasó?- La mirada de Louis estaba llena de preocupación y ternura.

-salí para hablar con Olivia...-

-por tu rostro, puedo suponer que no te fue muy bien... ¿Le pediste el divorcio?-

-si, le dije que estaba completamente decidido...-Harry ahogó un suspiro, mientras su gesto revelaba una gran incomodidad.

-creo que puedo imaginar cual fue su respuesta, pero de todas formas te preguntaré... ¿Cómo lo tomó?-

-se negó absolutamente, mencionó a mis padres, a Sophie... Luego intentó chantajearme con el discurso de la familia, preguntó si tú me contaste algo respecto a ella... Y como ninguna de sus tácticas dio resultado, terminó con amenazas-

-esa mujer no conoce la vergüenza... Es una...- antes de que Louis pudiera lanzar un feroz insulto, el menor lo interrumpió.

-lo sé, no es necesario decirlo...- Harry se acercó dulcemente al rostro del castaño. Lo acarició con suma delicadeza, para terminar dejando un suave beso sobre sus labios -Bonito, no dejemos que esto nos desanime, tú y yo estamos decididos a estar juntos, y sabíamos que Olivia jamás sería fácil de tratar... Pero aunque ella se niegue y haga todo más lento y complicado, yo terminaré tarde o temprano divorciado de ella-

-lo sé amor, yo estoy seguro que nuestro amor puede vencer cualquier obstáculo... Sin embargo, una parte de mi le teme a Olivia, yo mejor que nadie sé de lo que es capaz-

-lo entiendo Lou, pero no tengas miedo...yo estoy contigo, y no dejaré que vuelva a herirte de ninguna forma-

-de todas formas cariño, creo que lo mejor es que ella no se entere que sigo trabajando como tu asistente... Mucho menos puede saber sobre lo nuestro...- el ojiazul se detuvo un instante para dar un profundo suspiro -Ella me dijo que aún conserva las fotografías que me tomó aquella vez,  y a pesar de que ha pasado mucho tiempo...me aterra pensar en que alguien más las vea-

-por supuesto amor, será como tú quieras... Te prometo que todo estará bien-

Se abrazaron en completo silencio por largos segundos; hasta que de pronto el ojiazul volvió a hablar con notoria inquietud.

-Harry... ¿Tú crees que Olivia sería capaz de hacer algo contra a ti?- A Louis le hubiera encantado dejarse llevar por las palabras de afecto y optimismo del ojiverde, pero tristemente sus recuerdos salían a escena, y se sentía realmente asustado.

El castaño miraba al menor con ojos vidriosos; su voz interior recordándole de lo que Olivia era capaz con tal de conseguír lo que se propone. A él lo había enviado a atacar, lo humilló, y amenazó siendo sólo una adolescente; ¿Qué podía esperarse de una Olivia adulta y con más alcances?.

Treinta Días Para Ser Infiel || Larry Stylinson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora