¡El chico catalán había llegado!
Mientras lo veía caminar en mi dirección al bajar de su auto, empiezo a analizarlo, cada paso que daba se reflejaba su seguridad, aunque veía como apretaba las manos marcando sus nudillos en señal de nerviosismo. En su otra mano veo que lleva un libro, pero no logro distinguir cual es. Tiene un aspecto mucho más atractivo a como lo imaginé, incluso a comparación de las fotos de su perfil (fotos que revisé varias veces). Gabriel parece de tamaño promedio, no es tan alto, ni tan bajo, su piel es un tono demasiado pálido, incluso era más blanco que yo; y con una complexión delgada acompañado con un estilo moderno.
Parece una eternidad el trayecto de donde se ha estacionado hasta la puerta de mi casa, cuando finalmente llega a estar frente a frente conmigo, nuestras miradas conectan por una milésima de segundo que parece que fueron años, mi piel se eriza sin entender el motivo de la reacción.
- ¡hey! Al fin ¿no? – el tono de su voz era percibido por mis oídos por primera vez, y es como si lo hubiese escuchado desde hace mucho tiempo.
- ¡Si! Al fin – mi tono delata mi nerviosismo – adelante, bienvenido. Espero te sientas cómodo. – le digo al chico catalán con una señal indicando que entrara a mi casa.
- Gracias... - dice antes de entrar y ver hacia atrás. – tienes una casa muy linda. Mira, te he traído algo, espero te guste. – al entregármelo puedo ver la portada y veo que se trata del libro de "El Diario de Ana Frank". Anteriormente había tenido la intención de leerlo, había escuchado muchas veces referencias buenas sobre él.
- ¡Wow! Gracias, es... muy generoso de tu parte. – no logro articular más ¿Por qué me sentía tan nerviosa?
- ¿Si te gusta? A mi novia le he traído otro también, le traje "amor a cuatro estaciones" ¿lo has escuchado? – ¡oh, vaya! El chico catalán tenía novia.
- Si, sí. No lo he leído, pero si he escuchado sobre él. ¿Qué escritores te gustan?
- Soy muy fan de lo romántico. Me gusta Paulo Coelho, Nacarid Portal, Megan Maxwell, etc. Soy de ese tipo.
- ¡Genial! Yo no soy muy fan del romance, soy más tipo suspenso intelectual. ¿Conoces a Dan Brown?
- Am... creo que sí. No estoy seguro. Gabriela, mi novia creo que me ha hablado sobre él. – ¿que? ¡Genial! Pero tenía algo para mostrar.
- Pues él es mi escritor favorito. – y saco del mueble que está a la par del sofá mis tres libros de Dan.
- Interesante gusto. ¿Qué es eso? – pregunta pasando su dedo índice sobre un intento de firma de Dan Brown.
- ¡Oh! Bueno... es la firma de Dan Brown. – al decirle suelta una carcajada haciendo marcar sus pómulos rojos.
- Por supuesto que no lo es. ¿en que momento lo hizo? ¿acaso el ha venido al país? - ¡diablos ¡¿Qué se supone que diría? El nerviosismo se apodera de mi y no puedo hacer mas que morderme el labio y evitar su mirada para continuar con mi tonta mentira.
- Amm pues... mi tío fue a ... a su lanzamiento que fue en... en Nueva York y el pidió que lo hiciera por mí. – al terminar mi oración volteo a verlo y noto su mirada de ternura hacia mí.
- Mentir no es tu fuerte ¿cierto? Dilo otra vez sin titubear y viéndome a los ojos. – me reta. Siento como mi rostro se sonroja a la vez y el enojo se apodera de mi ¿Qué le importa si puedo mentir? – tranquila. Te enseñaré a mentir, resulta que, si es mi fuerte, soy muy bueno en eso. Pero con una condición, jamás podrás mentirme a mí. JAMÁS. – Siento con mucha fuerza el énfasis en su último "jamás" mientras me ve fijamente a los ojos. Y me siento como polilla a la luz e inmediatamente por instinto decido apartar mi mirada.