CAPITULO #7:

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estamos en la cena con mis hermanos, mi madre y yo. Mis hermanos hablan sobre su primer día de clases y no entiendo que mas porque no puedo dejar de pensar sobre el libro que me espera en mi habitación, pero luego mi madre me habla y me saca de mis pensamientos.

Paulette, no nos contaras como te fue a ti?

Em, pues... nada, todo normal, conocí a una chica que me parece muy agradable, su nombre es Aitana, y pues Maya también estudiara conmigo. Nada más.

Si tu lo dices – contesta mi madre un poco dudosa

Puedo levantarme ya? Estoy cansada y quiero irme a mi habitación.

Está bien cariño, que descanses.

Te amo, ma!

Y yo a ti.

Subo corriendo las escaleras que conducen a mi habitación, y ahí está, esperándome sobre mi cama. Veo el libro y es como cuando en las películas sale la escena donde el hombre se encuentra con su amante en un hotel y ella lo espera postrada en la cama muy seductoramente. Ni siquiera había empezado el libro y ya me estaba seduciendo. Decido tumbarme en mi cama y tomo entre mis manos el libro, le doy la vuelta para poder leer la contraportada.

"Una estudiante de literatura inicia un romance atrevido con un controlador hombre de negocios cuyo gustos sexuales se encuentran en la frontera del dolor y el placer"

QUE? A que se refería con aquello?

En la frontera del dolor y el placer...!

En la frontera del dolor y el placer...!

Esa última frase no dejaba de dar vueltas en mi cabeza, no entendía nada, y eso me despertaba la curiosidad aun mas, ni siquiera sabía lo que era el placer, mucho menos llegar a el por medio del dolor, y la verdad me parecía un poco ilógico que eso fuera a pasar, así que abro la primera pagina y empiezo lo que se convertiría en un martirio.

Todo iba normal, una simple chica llegaba a entrevistar a un magnate empresario sobre a qué se debía el éxito de su empresa, pero lo "normal" duro poco hasta que resulta que el empresario guapo decide ofrecerle un contrato a la chica donde implica su total sumisión y cumplimiento hacia él. Ya estando en el momento que se supone que ella aceptaría y firmaría el contrato, le termina soltando una verdad que a él le sorprendió, "ella era virgen", me molesta un poco la reacción de él, ¿Por qué se enfada? No sabía cuál era el problema, yo también soy virgen y no creo que sea pecado, al contrario, creo que es mejor, no?

Abro los ojos y una luz fuerte me penetra, casi grito al darme cuenta que ya es de día, me había quedado dormida con la ropa que llevaba puesta del día anterior y el libro a la par de mi cabeza, veo la hora y me queda poco tiempo para alistarme e irme a estudiar, me baño lo más rápido que puedo, me visto sin siquiera arreglarme el cabello y bajo por las escaleras a toda velocidad, tomo del licuado que hay en la mesa, salgo de mi casa, y por emergencia de tiempo decido irme en mi bicicleta. Al llegar al colegio, dejo mi bici en el área de bicis, y camino en dirección a mi salón, me sitúo en el asiento donde estuve la última vez, quedando otra vez Maya delante de mí, y Aitana a la par.

- Ps, ps, Pau! Dime ya, que te pareció?

- De que hablas?

- No te hagas. El libro!

- Oh! Pues...

Entra la profesora y me interrumpe, así que ambas volteamos en dirección a la profesora.

- No te salvas, eh! En el receso me cuentas detalles.

Me molestaba tener que admitir que Aitana tenía razón, leí mas de cinco capítulos en una sola noche, y la verdad que quería seguir leyendo. Al llegar el receso Aitana me toma de las manos y me jala con fuerza en dirección a un lugar solo.

- Ya, suelta!

- Es interesante – digo sin mucha importancia

- Por qué finges? Sé que te gusto. Y apuesto que no dormiste por estar leyendo.

Ella tenía razón, para que iba a fingir? Ella ya sabía sobre eso, así que decido ser sincera.

- Ok, mira. Voy por la parte donde él le roba la virginidad, y si me pareció un poco estimulante – digo con un tono de vergüenza – pero hay cosas que no me gustan, por ejemplo, yo odio que los hombres sometan a las mujeres a sus antojos, también en que él no tiene sentimientos o qué? Solo actúa en su beneficio y obvio ella se está enamorando, luego él la dejara burlada, porque solo le quito la virginidad y todo acabara ahí, y por último, a qué diablos se refiere con llegar al placer por medio del dolor?

- JA JA JA! – ríe sin disimulo – te puedo responder todas tus dudas, en serio, muero de ganas por hacerlo, pero la mejor manera es que lo termines, no puedes juzgarlo ya si ni siquiera vas por la mitad, así que si ya le diste la oportunidad, lo mejor es que lo termines, y cuando eso suceda, todas tus dudas serán resultas y lo podrás comprender todo, te lo aseguro.

- No lo sé, ese libro me da miedo.

- Yo también pensaba lo mismo, pero mírame ahora, ya termine la trilogía, y he leído otras, más o menos he leído diez a doce libros eróticos, y créeme, el que lees ahorita no se compara a lo fuerte que son los otros.

- Pero me hubieras dado uno más... no sé, menos fuerte?

- En eso tienes razón, creo que por ser tu primera vez debí darte uno donde no se hagan ese tipo de prácticas, pero ya lo empezaste, así que termínalo.

- Está bien, lo terminare, ahora entremos que ya se ha acabado el receso.

Aitana y yo estamos en nuestros lugares cuando entra la directora junto con un chico alto, de piel clara como lo mía, y extremadamente guapo, yo no podía quitar la mirada sobre el cuándo el voltea y me ve fijamente, casi me quedo sin respiración, se había dado cuenta de mi acoso, quito la mirada y hago como que si estaba hablando con Aitana.

- Buen día jóvenes, el día de hoy se integrara Christian Abernathy, espero que se pueda integrar en el grupo de ustedes, y puedan orientarlo en lo que al establecimiento se refiere. Adelante Christian, puedes tomar asiento, cualquier duda que tengas puedes llegar a mi oficina o abocarte con alguno de los profesores.

Christian... su nombre era Christian, como guapo empresario del libro. Christian camina hacia el escritorio que estaba vacío, queda al otro lado del salón.

- Paulette! Despierta, me estas escuchando?

- Qué? No, perdón, que paso?

- Te gusta Christian, verdad?

- No...!! acaba de llegar, como me va a gustar ya?

- Ay cariño, pues obvio, tú no eres ciega, bueno, nadie de acá lo es y pues... él no está nada mal.

Era increíble como Aintana podía adivinar tan rápido mis pensamientos, y eso me agradaba.

- Si, tienes razón, es apuesto. Y se llama igual que el chico del libro, que irónico. – rio con cierto nerviosismo.

- Uh! Christian ...- dice con énfasis en la última silaba.

Ambas reímos casi al punto de tener que taparnos la boca para evitar ser castigadas por el escándalo que hacíamos con nuestras risas.

Se llegó la hora de salida y Aitana y yo nos despedimos para irnos a nuestras casas, voy por mi bicicleta y empiezo mi camino hacia mi casa. Aprovecho para pensar un poco, y el tema que me ha estado dando muchas vueltas, el libro y todas las reglas puestas por la región en mi cabeza, hacen un choque explosivo, es como una de esas bombas que no dejan nada a su paso, solo humo y polvo. Ese libro me estaba inquietando más de lo que creí, había despertado aquella curiosidad que había nacido en mí desde niña, y creo que seguir reprimiendo aquella curiosidad ya no sería una opción, y ya no quería hacerlo, era hora de abrir mi mente, dejar los tabúes y saber qué era lo que el mundo escondía.

14Where stories live. Discover now