Capítulo 2: Desheredada por segunda vez.

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Capítulo 2: Desheredada por segunda vez.




La vida es una ironía constante.

Sabias palabras, ¿Quién hizo popular la frase? Debió ser alguien con barba en un fondo negro. Aunque le faltó decir que no solo es una ironía, es una maldita mierda. Con tantas mayúsculas como sean posibles.

Te dedicas a ser una hija de puta, un parasito que se alimenta de la agonía y la tragedia, y al final eres elevada a una santa.

La gente es graciosa, seres que olvidan las pequeñas marranadas a favor de los grandes gestos (Si la vida fuera una acumulación de muchos pequeños errores y pocos grandes gestos, al ponerlos en una balanza notarias que son de igual peso. Pero siempre se ignora el bulto feo). Le niegas toda la vida una moneda a una anciana en el metro y te miran como tacaña, salvas a un niño en medio de un incendio porque el mocoso seguía aferrándose a ti, y de pronto eres un héroe. Y para que conste, la metáfora es cierta, ¡Nunca le di una sola moneda a esa mujer! Pasaba todos los días de mi universidad y siempre le decía 'lo siento, no tengo dinero' aun cuando me estaba tomando un capuchino al tiempo que comía una dona glaseada, extra chispas. Parece ser que la religiosa de mi vecina se equivocó, no morí sola y olvidada, sin nadie que me quiera. Vaya suerte.

Lo peor es todo ese dinero almacenado a mi nombre, todo se donó. Firme un papel a inicios del año para que, en caso de que algo sucediera, seria donado a la caridad. Solo lo hice porque el juez dijo que reduciría mi condena por robo de identidad a solo doce semanas de servicio comunitario si lo hacía. Malditos niños con quemaduras y el hospital para niños con quemaduras, siempre piden y piden. ¡Solo sean cuidadosos con el fuego!

Al menos si me lleve la noticia del año, puede que mi nombre siga siendo mencionado por años y años cuando se hable de justicia y derechos humanos. Toma eso, Hanna Mizuki, ¡Te supere! Incluso muerta no puedes contra mí. Tú puedes tener a la niña huérfana de un terremoto, pero yo tengo toda un ala de niños sin brazos y con tiempo limitado de vida, todo el mundo tiene debilidad con los niños sin brazos y con tiempo limitado de vida.

No podía dejar de pensar el esos niños alabándome como a la virgen Maria. Para ellos yo era la chica buena de la historia. No quiero ser de los buenos. Las buenas personas son aburridas. Mira a, no sé, ¿Julieta? Dios sabe que ese romance desafío mi capacidad intelectual al límite. Rodee tantas veces los ojos que fue un milagro que no se me salieran de las cuencas.

Oh, y cierto, también está esto.

Parece que reencarne en una novela de hace diez años como uno de los personajes principales, la villana, Venus Graymoon. Si, lo deduje después de mirarme al espejo y de pronto todo tuvo sentido. Este cabello rojo fuego, estos ojos dorados como el licor, la piel perfecta, el lugar desconocido en donde estaba. Solo podía ser Venus Graymoon.

Si, cómo crees que algo tan estúpido tendría sentido. Hay literalmente miles de novelas con personajes pelirrojos en un universo victoriano. ¿Qué clase de súper mente deductiva tienes para de inmediato reconocer las características faciales que fueron descritas genéricamente en una novela de hace dos décadas y de inmediato deducir que mágicamente despertaste en su cuerpo justo después de tu muerte? Ni siquiera cuando me llamaron Venus o señorita, lo creía. Mierda, hasta donde sé pudo ser un delirio, tu cerebro creando una extraña visión debido a la falta de oxígeno o yo que sé, y en realidad estaba en coma. O no estoy en coma, morí. El cerebro tiene la capacidad de crear un sueño vivido, que se siente más largo de lo que realmente es, para escapar de la angustia inminente de la muerte.

La villana es una narcisistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora