Capítulo 9: No somos amigas.

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Primero que nada, a partir de ese capítulo Venus ira demostrando más de si misma a través de la moda, esto porque empezara a dejar de ocultarse como informante que era, y empezara a pulir su papel como Capo de la mafia con su propio estilo. Además de otras cosas que ya verán ;)

La ropa que elija para cada capítulo estará al inicio, como pueden ver.




Capítulo 9: No somos amigas.




Rita nunca creyó que llegaría el día que tuviera que mentir al decir que iría a trabajar a un club de prostitutas cuando en realidad se reuniría con su aparente nueva jefa para ayudarla en recolección de información, su padre ciertamente levantaría una ceja con la verdadera razón, pero aquí estaba, apoyada en una farola de luz en la parte trasera del club y esperando a Venus, la extraña omega.

Toda su vida, desde que aprendió a caminar, se le enseño que su lugar en este mundo era el de complacer. Complacer a los blancos, un punto muy riguroso, complacer a los alfas, importante, importante, y complacer a la sociedad en general, si es que quieres que te permitan quedarte en este nuevo mundo moderno. Su tono de piel ya de por si era lo suficientemente malo, ser una omega lo triplico. Sus futuros eran tres: casarse con uno de su raza que pudiera mantenerla con la suficiente dignidad, aunque siempre vivirían en la pobreza y con poco o nada, trabajar en una casa de blancos, fregando pisos y soportando malos tratos solo para recibir un sueldo miserable, o prostituirse, este último por lo menos pagaba bien.

Una pensaría que su familia estaría horrorizada con la noticia, su pequeña niña, la que corría por inocentemente por los campos, la que los acompañaba todos los domingos a la iglesia a rezar, ¿prostituta? Como mínimo debían protestar. Todos estuvieron aliviados. Su madre le dijo que ya nunca se podría casar estando tan deshonrada, pero que por lo menos podría llevar el pan a casa. De todos modos la vida de un negro era demasiado corta como para que la manera en la que la viven importe, solo es importante cuánto pueden ayudar a los suyos.

Su destino era este, un prostíbulo, alfas y betas sedientos por pasar un buen rato, pero solo un buen rato, nadie se quedaría ni daría una pulgada por ella.

Trabajar con Venus fue lo más emocionante que hizo en su vida, lo disfruto, se divirtió, y le dio mucho dinero, nunca tuvo tal cantidad en una sola noche. Intento resistirse, por amor a Dios, Venus trabajaba con la mafia, pero le picaron los dedos con cada día que pasaba. Quería repetirlo.

"¡Aquí está mi putica!" Rita suspiro ya agotada. Seria mil veces más divertido si pudiera estar cinco minutos sin un comentario sobre su raza o profesión. Levanto una ceja ante el saco largo rojo y brillante de Venus, además de un sombrero a juego. ¿No necesitaban más discreción? Aún así no comento.

"Habíamos acordado algo. Sin insultos"

"Corrección, promiscua mía. Dijimos que SIN comentarios racistas, eso me deja mi repertorio sobre prostitutas a mi entera disposición" dijo Venus con su pecho inflado de orgullo y un dedo arriba. Rita rodo los ojos.

"Bien, lo que sea. Ya vámonos"

"Espera, ¿no me invitaras una bebida?"

"¿Qué? ¿A dónde vas?" casi grito cuando vio a Venus caminar hacia el club con tanta soltura que pensarías que no estaba haciendo nada malo "¡Venus! ¡No puedo entrar ahí! Se supone que me reporte enferma, si mi jefe me ve y descubre que le mentí, me va a despedir"

La villana es una narcisistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora