La villana es una narcisista

Capítulo 16: Elige tu carta de triunfo.

Capítulo 16: Elige tu carta de triunfo.

Ian giro sus pies hacia mí, asegurándose de no darle la espalda por completo a la calle, hábitos de caza. El lindo chico me dio un buen vistazo, levantando una ceja cuando vio mi lindo vestido y mis zapatos brillantes. Obviamente yo estaba muy fuera de lugar, pero si estoy aquí para intentar seducirlo como ya otras omegas habrán intentado, o si tengo en mente algún negocio con él, parecía dispuesto a descubrirlo, porque no siguió de largo nada más verme.

Había pasado casi un año desde que lo vi mientras huía de ese club al que lleve a Rita. Él venía con una cabeza de monstruo tan grande como su torso, cargándolo como si fuera un simple costal de papas. Vaya, solo un año y obtuvo un buen estirón. Es ahora unos centímetros más alto que la vez pasada, casi tan alto como Bavol. Sus brazos y muslos también tuvieron un buen cambio, notándose en continuo entrenamiento, asegurándose de poder dar un buen golpe. El mentón masculino, el cabello purpura oscuro, la nariz elegante, bonitos ojos y unos tentadores labios. Si, incluso había notado un buen trasero debajo de ese pantalón con demasiados bolsillos. Este chico es buen material para protagonista masculino.

Le regale una sonrisa coqueta después de comérmelo con los ojos. Una chica tenía el derecho de mirar "¿Estás libre para una pequeña charla sobre el camino al placer?" como el placer del dinero.

Ian me reflejo recargándose en la pared opuesta, el cuerpo inclinado hacia atrás "Eres la omega que se escabullo en ese club"

"¡Oh! Así que lo suficientemente bonita para recordar"

"Querrás decir desastrosa. Escuche que asesinaron al tipo que me contrato después de perder información valiosa, y yo no creo en las coincidencias" bonito y listo, por eso era mi personaje favorito.

"Chico, como ya dije, tú nunca me viste" respondí con socarronería. Ian asintió, sabiendo rápidamente que era un callejón sin salida.

"¿El camino al placer, dijiste?" rememoro con un gesto de tener poco interés pero si tiempo libre.

"Necesito a un chico fuerte como tú para un trabajito. Si me terminas gustando puede que te siga contratando, ¿y sabes? Puedo hacer que valga mucho la pena" me incline, mi voz melosa hasta la medula. Ian sonrió, un leve brillo de interés.

"Imagino que sabes quién soy como para que pensaras en mí en específico. Me pregunto cómo supiste encontrarme aquí..."

"Oh, bueno. No es que hayan muchos tipos que presuman de una placa de caza recompensas clase rubí como esa" señale con el mentón su cadera derecha, en dónde el trozo de rojo brillo como si la llamaran. Ian ni siquiera se molestó en seguir mi mirada, atento a lo que tenía que decir "Y mucho menos uno tan joven como tú. Además muchos de estos campeones prefieren trabajar en grupos para mantener su puesto más fácilmente, pero se oyen rumores de uno en específico que prefiere trabajar solo porque los demás 'son un lastre'. Solo tuve que descartar y reducir desde ahí. No eres un tipo fácil de seguir, no con tus buenos sentidos de lobo solitario. Pero es fácil seguir un rastro cuando ciertos patrones se repiten. Llegas al gremio, reclamas lo tuyo o llevas la entrega cuando es un contratista exclusivo. Vas a cenar a la primera posada vieja y de mala vida que te encuentres, y de ahí buscas tu ducha y tu cama. Entrenas como un enfermo, sexy pero enfermo. El resto de tiempo te la pasas en esta taberna, en donde el comercio fluye y los chismes se esparcen, ideal para encontrar un nuevo trabajo" me encogí en hombros como si hubiera sido un paseo por el parque "Con una rutina tan marcada como esa no era difícil predecir en dónde te encontraría hoy" eso y un par de monedas para las recepcionistas del gremio, de las posaderas, y del tabernero.