Capítulo 15: ¡Y el maestro de ceremonias es!
"¿Qué hacemos aquí, Venus?" Rita se enderezo cuando reconoció las calles apenas iluminadas por la luz de las lámparas. La casa bonita de cerca blanca, césped verde y un gran árbol viejo con una rama larga de la que colgaba un columpio de madera. Rita se inquietó físicamente al estar en un barrio de blancos sin ser invitada, durante la maldita noche, si eso no se viera más sospechoso para una mujer negra.
"¿Mhg?" Venus se relajaba importándole poco la situación, como siempre "Ya te lo dije, echar un vistazo al barrio"
"¡En frente de la maldita casa de mi ex novio!" chillo.
"¡Cálmate, mujer! Ese estrés no debe ser bueno para el bebé"
"¡Entonces piensa en mi bebé y salgamos de aquí!" a pesar de ver las luces apagadas y cortinas cerradas, Rita se encogió, pegándose más al asiento del auto. De ninguna manera quería ser reconocida. Después de su trato con Venus y de empacar una maleta vieja, dejo su casa con una nota para sus padres en la que prometía llamar o escribirles una vez se asentara en su nuevo hogar. Sus padres dejaron de preguntarle por sus decisiones desde que empezó a trabajar en el burdel, ya fuera porque confiaban en ella, o porque simplemente no querían saberlo. Rita solo debía traer dinero a casa y seguir con vida. Cuando les dijo que estaba embarazada fue una gran pena para ellos, sabiendo que el niño que naciera tendría una vida aún más difícil, bastardo de una mujer negra y un hombre blanco sin rostro, no lo suficientemente blanco para la buena sociedad, no lo suficientemente negro para los que consideraban el pueblo de abajo. Su madre tuvo la misma consideración 'preventiva' de Venus, deshacerse de la criatura que de todas formas solo vendría al mundo a sufrir y hacerle la vida más difícil a ella. Su padre se quedó callado.
Rita no quiso escuchar nada, este era su bebé, el único regalo puro que le daría la vida. Ella ya lo amaba desde el momento en el que supo que estaba ahí. Ella ya no estaría sola, podía ser amada y amar de la misma manera, Rita y su hijo serían fuertes juntos, serían felices, comprendidos. Su bebé no era una carga, así como ella tampoco quería ser vista, a pesar de que sus padres a veces la hicieron sentir como tal.
Haría lo necesario por su hijo o hija, ni siquiera le importaba, solo que fuera feliz.
Así acordó reunirse con Venus en una hora mientras ella hacía llamadas y le conseguía un nuevo hogar temporal, y cuando Venus llego se despidió del barrio en el que creció, corrió, fue feliz y sufrió. Se despidió de su debilidad, de su duda, y emprendió el viaje.
Jamás espero estar aquí, en este lugar que le revolvía el intestino.
Era la maldita bonita casa de su ex novio, Matías, prontamente el lecho de amor de una joven pareja de recién casados.
Rita llevo su mano a su vientre protectoramente.
"Vámonos..." suplico. Pero Venus abrió la puerta en su lugar, una sonrisa socarrona que Rita no reconoció como más que problemas.
"Dime, Rita, ¿no te gustaría desquitarte un poco?" maldita sea, lo sabía.
"Venus, no hagas nada estúpido"
"Oh, no haré nada estúpido" se inclinó entre los pies del asiento del conductor, sacando una caja medianamente grande y abriéndola. Rita no pudo ver lo que contenía hasta que Venus la inclino hacia ella, permitiendo que la luz de la calle iluminara "Haremos algo estúpido"
"Tú de verdad..." soltó una sonrisa incrédula. Eran huevos y papel higiénico "Más te vale que no nos atrapen"
"Oh, yo sé correr rápido. Allá tú si las habilidades que te heredaron tus ancestros están a la altura"
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La villana es una narcisista
RandomYume Len, una reportera amarillista, murió después recibir un disparo. Al despertar estaba dentro del cuerpo de Venus Graymoon, la villana pelirroja que claramente estaba destinada a morir a manos del protagonista masculino. Un príncipe y futuro exp...