Capítulo 10: Más respeto para la muerta Vivia-n.

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Capítulo 10: Más respeto para la muerta Vivia-n.





Julia Durand es el nombre, beta de quince años, cabello largo, suave y dorado, cristalinos ojos como la más hermosa laguna azul, familia de renombre en el campo de la medicina, ella diría... dedicada, paciente, comprensiva, inteligente, mucho más que la media. Su sueño es lograr avances en la medicina. A ver, ¿Qué más? ¡Ah! Equitación, desde pequeña aprendió a cabalgar junto a sus primos. Le encanta la velocidad y tiene los reflejos necesarios para tomar decisiones rápidas en medio de una cabalgata. Es elegante en el acto, encantadora... Antes de volverse en el monstruo que es ahora, una gorda.

Julia tiro más de sus vestidos sobre la cama, cada vez más frustrada porque ninguno le quedaba como quería. Ya tenía quince años, la edad perfecta para las damas casaderas, su familia tiene grandes conexiones, y aun así nadie se interesaba en invitarla a bailar a ella en las fiestas, todo porque era una ballena. Su cara y pechos estaban cubiertos por una capa espolvoreada de pecas que en su niñez, combinadas con sus coletas de mechones dorados como la miel, la hicieron ver alguna vez como una linda muñequita, ahora solo eran los lunares de una bruja.

Era fea, sus padres lo sabían, habían abandonado sus esperanzas en ella como la hermana mayor a favor de su hermana menor omega y más bonita, Emily era un ángel bañada en la luz del amoroso sol, y Julia era su opuesto, un sapo redondo.

Desecho otro vestido, fue a tomar otro del armario solo para encontrarlo vacío. Era inútil, ya nada le quedaría bien jamás, usar vestido sería lo mismo que disfrazar a un cerdo. Se resignó por la ropa amplia y suelta, nada bonita, porque verse bonita no encajaba en las mujeres como ella.

Bajo al comedor con su familia, su padre y su madre estaban con Emily, la imagen de la perfección, de la belleza y la elocuencia. Ella ya nunca pertenecía aquí.

"Julia, es buen momento. Desayuna rápido que tengo algo de lo que informar a la familia"

"Si, padre" la joven se llevó a la boca la primera cuchara de su ensalada, las exigencias de sus padres para que bajara rápido de peso. Miro al plato de su hermana, avena con fresas y miel y tostadas, junto con chocolate caliente y jugo fresco. Ella solo tenía agua saborizada con rodajas de naranja.

Ella también quería algo dulce...

Termina su comida en silencio, entonces su padre toma la palabra, aclarándose la garganta.

"Su tía Vivian ha fallecido ayer en la noche. Los preparativos para el funeral ya están en progreso y se realizara para mañana" finaliza con tono apacible, aunque un toque de lastima se detecta ahí. Emily se lleva las manos al pecho con dolor, por su parte Julia no siente nada. Su tía la trato bien por un tiempo, pero cuando empezó a engordar ella fue la primera en señalarlo. No hubo visita que no estuviera acompañada de un comentario sobre su peso, la belleza que estaba perdiendo, que en contraste Emily ganaba. Por eso dejo de querer a su tía, por eso no le importaba su muerte. Su madre la reprendió con la mirada por no llorar como Emily.

"No te pongas triste, Emily. Tu tía se fue en paz. Ella siempre te quiso y la tendremos en nuestros corazones, ahora está en un mejor lugar" la consuela su madre.

"Uh-oh..." Julia reconoció que era su momento "Si, Emily. Hay que recordar a la tía Vivian como vivió y lo que hizo por ti"

"Gracias, hermana..." la pequeña niña limpio las gotas de lágrimas "Solo no lo puedo creer. La tía Vivian fue tan querida para mí... Siempre nos trató bien, la extrañare"

"Si, yo también..."

"Muy bien, vayan a cumplir con sus obligaciones diarias. Partiremos mañana temprano para acompañar a su tía por última vez"

La villana es una narcisistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora