¿Quién sabe...? [Tokio Vengadores x Oc]

Podría ser peor

Anne suspiró profundamente, acurrucada en un árbol y abrazando la bolsa llena de mangas como si fuera su única ancla en este mundo, y posiblemente lo era. ¿No podría haberle transportado en algún anime de romance totalmente normal donde su vida no estaría comprometida por maníacos totales? Además de que ya le ofrecieron fastidiado con retroceder en el tiempo, ahora estaba metida en un mundo donde el "viaje en el tiempo" y los delincuentes juveniles de 11 años montando en motos era normal. 

Quizás esta vez ni llega a ver los 20 años. ¡Ni siquiera se había leído el puto manga! Solo se vio el anime, la primera temporada (con breves saltos porque era impaciente) y no se sabía todos los detalles del anime, como era capaz con One Piece. Suspiró soñadoramente, mirando hacia el cielo nocturno pero la cúpula de hojas bajo el que estaba le impedía ver los astros.

- Joder. Estaría más que feliz viviendo en One Piece aunque muriera al mes. Aquí no te joden el coco niños de 14 años que posiblemente se adueñen de la yakuza. ¿Quizás pueda escapar del país silenciosamente? - masculló por lo bajo. 

Jugó con sus manos por algunos minutos, su tic nervioso había viajado con ella a otro cuerpo. Genial, le había llevado años hacerlo desaparecer. 

- Podría ser peor - murmuró Anne, dejándose llevar por el sueño - Podrían haberme mandado a Shingeky no Kyojin, para ser devorada en segundos ... 

Anne no juró no meterse con la trama, porque había leido suficientes historias de protagonistas prometiendo lo mismo para después tropezar directamente en el centro de ella y no poder salir. Ahora "vivía" en Tokio, en 2001 y tenía que sobrevivir aunque sea a costa de los delincuentes inutiles que habitaban en los callejones, así que siempre supo que directa o indirectamente habría influenciado a la historia original. Aunque eso no influenció en que lo intentara. Siempre había la posibilidad de escapar. 

Al día siguiente, golpeó otro grupo de imbéciles que la intentaron robar (otra vez) y se llevó todo su dinero. Ahora regía la ley de la selva: el más fuerte triunfa y el más débil es pisoteado. Anne se preguntó si se le había caído alguna tuerca durante el viaje a este nuevo mundo, porque ya está acostumbrado tan rápido a la delincuencia no podría ser normal. Aunque, lo normal ya había volado por la ventana metafórica hace mucho tiempo.