Un viaje a casa

312 58 1
                                    


No pudo escapar, no por falta de intentos, sino porque correr gastaba energía y la mayoría ya las había gastado en sobrevivir a la moto del infierno.  Lo llevaron a rastras desde la orilla cuando se cansó de correr y fue torturado por Mikey quien no dejaba de abrazarle y arrastrarlo por toda la arena en un juego diabólico que consistía en a ver quien mantenía por más tiempo a Aoichin. 

Terminada la tarde, se encontró tambaleándose hacia un Mitsuya sonriente, porque diablos, no iba a ir con ninguna otra persona. Había enojado a Kazutora y Pah, por lo que sus posibilidades de ser tirado en medio del viaje eran muy altas. Draken y Mikey iban en la misma moto después de que la de Mikey fuera destrozada por unos pandilleros (Spoiler, ellos también terminaron destrozados). Baji estaba más loco que el sombrerero loco de Alicia y el Pais de las Maravillas, asi que fue un no-no. 

- Voy contigo - declaró con toda la determinación y el cansancio del mundo. No esperó a su respuesta y se sentó detrás de él. 

( Mitsuya sintió pena por el chico. Sabía como se sentía, había tenido que convivir por años con el grupo de locos e idiotas que componían basicamente todos sus amigos. Le caía bien el chico, Aoi, aunque su pesimismo y la amargura que llevaba a su alrededor le hacía reír interiormente. 

Pobre bastardo, había atrapado la atención de Mikey y no iba a conseguir huir de él.)

- Al menos podrías haber pedido por favor - masculló con una sonrisa irónica el del pelo lila. 

Anne solo pudo gruñir sin fuerzas. Abrazó la cintura del menor y no pudo evitar tocar sus abdominales. ¡No lo mal penséis! Mitsuya no llevaba ninguna camisa superior porque entre tanta diversión y risa, había tirado los monos negros de Toman al agua como venganza. Algunos se habían salvado, como él, que llevaba su camisa con tirantes sucia con arena, o Mikey que ni siquiera se había dignado a quitarse la ropa antes de tirarse al mar. 

- Buenos abdominales.

El cuerpo que abrazaba se tensó como la cuerda de un arco y siseó.

- Cuidado donde tocas o te tiro mientras conduzco. 

Anne sonrió perezosamente, notando las orejas sonrojadas del chico. 

Mitsuya dio un largo suspiro insufrible que no se oyó por la velocidad a la que iban y apartó las manos deambulantes de Anne, quien hizo un pequeño puchero. 

- Deja de manosearme. 

- Bah. 

Anne hizo una mueca burlona y le dio un pechizco en su costado antes de dejarse recostar en su espalda. El chico de pelo lila apretó los dientes, todavía sonrojado sin saber si era de ira o vergüenza, pero no se movió y no apartó la mirada de la carretera. 




Nada más entraron a Shibuya, donde convenientemente vivía Draken y él, volvió a hablar.

- Para. 

- ¿Qué? - gritó Mitsuya al no poder escucharlo entre el ruido.

- ¡He dicho que pares! 

Mitsuya miró hacia el líder rubio, que se había girado hacia ambos. 

Anne notó el asentimiento que le dio Mikey a Mitsuya, quien esperaba una respuesta de él. La moto rápidamente se paró a un costado de la carretera, haciendo que mucho de los coches que pasaran, pitaran. Tokio y sus atascos. 

- ¿Qué pasa? - Mitsuya se giró para mirar a Anne, pero ya saltó de la moto segundos después de que paró. 

- Caminaré hacia casa. 

- ¿Ah? 

- No me mires así. No quiero que mis secuestradores sepan donde vivo. 

Una vena se marcó en la sien de Mitsuya, aunque la comisura de sus labios se crisparon como si quisiera reírse.

- Dirás salvadores, podríamos haberte dejado fácilmente en la carretera y habrías tenido que andar hasta acá, en un día tan caluroso habrías tenido un ataque de calor. 

Anne le dio una sonrisa burlona. 

- Eso no te lo crees ni tú. 

Dirigió su mirada hacia Mikey, el grupo de motos se había parado a unos metros de ellos dos. Mitsuya siguió su mirada hasta caer en el rubio y reconsideró su respuesta. 

- Bien, vale, tú ganas - pasaron unos segundos y prosiguió - Lárgate.

Anne se sintió totalmente ofendido por el despido total del chico de pelo lila, quien lo ahuyentó con la mano y apartó la mirada de él como si no le importara mucho. Y en cierto caso lo hizo, ni siquiera lo conocía. Se lo habían presentado de manera tan inusual, primero en un anime y segundo en un pseudo secuestro que no había pensado en la manera que ellos lo veían a él. Aún así no sintió ningún remordimiento cuando se retiró, tirando de un corte de manga en ambas manos, una para Mitsuya y otra para el grupo de Mikey. 

Habían estado vigilando sus movimientos desde que había saltado de la moto, así que no le pareció extraño que Baji se enojara nada más ver su movimiento ofensivo, pero Anne había recorrido tanto Shibuya que podía recrear perfectamente un mapa de todas sus calles y fácilmente desapareció antes de que le prendiera fuego a su persona. 



( - Qué cabrón - habló Pah. 

- A mí me parece divertido - comentó casualmente Draken con una pequeña sonrisa

- No se despidió de mí - Mikey hizo un puchero ante la vista de la espalda de Aoichin. 

- La próxima vez que lo vea le partiré la cara - declaró Baji, enojado, Kazutora abrazado a su espalda quien lo impidió correr hacia el chico de pelo negro. Kazutora se sintió raro, ¿por qué mierdas era él el que paraba a otros a pegar al emo? 

Mitsuya masculló por lo bajo y se puso una camisa medio mojada sobre él. Pasó distraídamente sus manos por sus músculos. Negó rápidamente con su cabeza y montó en la moto de nuevo

- Vámonos de una vez, nos vamos a resfríar y no voy a ser yo quien os cuide. Otra vez.

El grupo gimió por lo alto - Mitsuya era aterrador en modo mamá-  y en minutos, los faros de sus motos se desvanecieron.)



Cuando Anne llegó a su casa, si es que se podía llamar así, ni siquiera trató de ser civilizado. Se comió todos los paquetes de dulces que había dejado para el fin de semana, cuando leía sus mangas de One Piece. 

- Pff, que día... 




- .. Creo que me quemé. 

Puta playa. 

¿Quién sabe...? [Tokio Vengadores x Oc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora