Un diván en mitad de Midvale

Capitulo 31 Los secretos de Kara

Kara

Lory era una niña sorprendente, necesitaba saber todo de ella, mi hija era tan lista e igual de hermosa que lena, divertida, ingeniosa y muy alegre, no quería pasar tiempo que no fuera al lado de mi hija, la necesitaba en mi vida como se necesita al agua y la luz del sol, ahora y siempre sería lo más valioso en mi vida.

Después de nuestra pequeña visita a la sala de emergencias, mi madre me pidió que fuera más atenta con Lory ya que parecía ser igual de hiperactiva que yo, pero con la ventaja de ser más hábil. Así que tendría que ser doblemente más atenta para que esa niña no se volviera a accidentar, después de nuestro impresionante brinco al acantilado, tuvimos que tomar varios días en cama yo con el hombro vendado y mi hija con un diminuto collarín, disfrutamos cada momento de mimo que nos proporcionó lena, esas tardes comimos helado, galletas, tartas, caramelos e infinidad de chocolates pero lo más bonito fue sentir que al fin y después de mucho tiempo volvía a pertenecer a algo, algo tan hermoso como la familia.

Esa tarde Lory estaba teniendo una siesta en mi regazo, estaba trazando los lunares de su cuello como los que tiene lena, cuando alguien toco el timbre de la casa, solo que no pude levantarme a abrir – ¿esta kara aquí? – escuché una voz muy familiar de acento peculiar

–si ella está aquí ¿puedo preguntar quien le busca? – oí preguntar a lena, yo no quise levantarme para no despertar a Lory, se me hacía extraño que esa chica volviera a pisar medvile después de como la había amenazado Alex hacía unos años

–dígale que está aquí Verónica y que traigo conmigo a su hija –

–¡queeeeeeee! –gritamos al unísono lena y yo, ella en la puerta y yo en la sala, apenas estaba procesando lo de Lory y estoy segura que jamás rompí mis votos de matrimonio –kara ven acá – escuché gritar a lena

Dejé con cuidado a mi pequeña en el sofá mientras registraba a aquella mujer de rasgos orientales, cuando la conocí por culpa de Alex y Winn fue hace tres años en el bar de la madre de Imra, apenas y tuve contacto con ella, me dijo abiertamente que estaba interesada en alguien intersexual, que jamás había estado con alguien como yo y que quería experimentar, claro que no accedí y no sé porque razón estaba ella aquí

–hola kara, vine a presentarte a tu hija – dijo aquella mujer, mi corazón se aceleró al ver a lena con cara de preocupación y de traición

–¿me puedes explicar quién es esta mujer? – dijo cruzándose de brazos y alzando su ceja, se ve divina haciendo eso.... concéntrate kara tienes que enfrentar a esa señora

–verónica y yo nos conocimos en el bar de la mama de Imra, me la presento una de las amigas de Alex y no sé porque esta aquí – dije mirando de soslayo a la mujer que llevaba en brazos a una pequeña rubia que parecía tener dos años de edad –estoy completamente segura que jamás tuve relaciones con esta persona –

–porque le mientes kara, tú y yo tuvimos muchos encuentros muy gratos – esa mujer sí que era mentirosa, me dedique solo a mirar a lena que no sabía ni que hacer –este retoño que traigo aquí es la prueba de uno de ellos –

–no es cierto, Alex nunca dejo que tu pusieras un solo dedo sobre mi.... lena créeme, yo jamás rompí mis votos –

La mujer saco de su bolso una hoja y la desdoblo –ves, esta es la prueba de que esta niña es de kara – se la entregó a lena que no tardo en leerla, vi como sus hermosas esmeraldas escaneaban la hoja de principio a fin antes de volverse acuosas

Sabía que algo estaba mal cuando la vi colocarse la mano en su boca y comenzaba llorar – le pido por favor que se retire de mi propiedad, y no vuelva jamás – le espeto y yo sonreí en el acto, al fin nadie nos molestaría –y tu.... te puedes ir con ella – dijo y se dio la vuelta para la sala donde estaba Lory dormida, vi que la tomo en sus brazos y fue hacia fuera para abrir su Mustang, no sabía que hacer, no sabía siquiera que iba a hacer ella, la vi cargar el asiento de mi hija para el carro y lo metió, ella me miro por un instante con mucho dolor y me dijo –sé que estabas en todo tu derecho, pero nunca te creí capaz –