Capítulo 36 Mis superchicas

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Chicas: muchas gracias por su apoyo y su increible paciencia, saben que todo esto lo hago con mucho amor para ustedes, esta vez quisiera pedirles un enorme favor, para las chicas que no han leido "esmeralda salvaje" pasen a leerla, les agradecere infinitamente sus votos. ahora les dejo un capitulo para el dia de hoy, gracias

lena

Habíamos llegado a nuestro departamento rentado pasando desapercibidas por la prensa, no sabia como reaccionaria kara a la avalancha de flashes y preguntas, había varios reporteros que me siguieron desde Australia y muchos otros que querían saber sobre mi desaparición en esos tres meses que estuve prácticamente desconectada del mundo, encendí mi celular de negocios el cual había dejado con Sam en Vancouver y que ahora me había dejado a cargo – por favor amor, ponte cómoda en nuestra habitación – dije guiñándole el ojo, me había hecho un infierno los pocos días que estuvimos en Midvile durmiendo desnudas y ahora me había propuesto que la actriz y modelo iba a salir a flote con tal de que me hiciera el amor, iba a utilizar todas mis armas.

–e...es hermoso lena– kara camino por las amplias habitaciones mirando cada rincón hasta que vislumbro un hermoso cuadro de mi rostro –oh.... ese.... Ese es mi cuadro– dijo sorprendida mirando el cuadro siguiente –ese también es mío–

–si mi amor– llegue abrazándola por la espalda –¿te gusta nuestro departamento? –

–mama, mama ven, te voy a mostrar mi habitación– Lory llego para jalar a kara y presentar su habitación, en cuanto entro mi hermoso sol su sonrisa ilumino toda la habitación –lena!!!!! Son mis mariposas!!!! – de niñas ara me había regalado su libreta de mariposas para que no me olvidara de ella el año que me fui a irlanda, cuando Lory nació hice enmarcar sus dibujos, sus cientos de dibujos y estaban colocados en mi habitación y en su habitación, kara dibujaba una mariposa según su estado de animo –mi mama lena me dijo que tu comenzaste a dibujar a los tres años, por eso tengo todas esas mariposas porque quiero ser igual a ti– kara cargo a nuestra niña y la abrazo, estaba segura que tenia ganas de llorar

–eres lo mejor que pudo habernos pasado – dijo con la voz entrecortada

–que les parece si vamos por un helado, dejaremos nuestras maletas e iremos a pasear al parque–

–yey!!! – Mis dos amores festejaron yendo a su habitación para cambiarse de ropa. Después de unos segundos bajamos al estacionamiento para elegir el auto que usaríamos hoy

–oh lena, ¿estos son tuyos? – asentí sonriendo, tenia tres autos maravillosos que me recordaban mi infancia, ya que mi padre tuvo cada uno de ellos, y tardo mucho tiempo en deshacerse de los mismos, ahora el Mustang 1978 rojo, el Cadillac 1990 negro y el Lexus azul 2002 eran míos, además tenía una camioneta blindada para ocasiones especiales –prométeme que algún día me enseñaras a conducir–

–si mi amor, pero con una condición, va a ser en un campo abierto y prométeme que no tomaras ninguna palabra que salga de mi boca como un reto personal – sabia en que podía acabar la pequeña lección de manejo

–claro, te lo prometo–

–yo quiero el rojo – dijo Lory ya que el rojo era su color favorito

–yo quiero el azul – trato de refutar kara ya que su color favorito era el azul

–tendrán que disputarse en un pierda, papel y tijeras – propuse para que no acabaran peleando

–piedra, papel o tijera – Lory abrió su manita en lo que kara la cerraba en un puño

–hiciste trampa– grito kara sin querer aceptar su derrota cargando a nuestra hija para hacerle cosquillas

Un diván en mitad de MidvaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora