Capitulo 69 El principio del fin

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Lena

Había conducido por media hora hasta donde kara y yo teníamos nuestra casita, hacia meses que no veníamos aquí no después del nacimiento de nuestro bebe y según kara nunca había mostrado el lugar a nadie, deje mi auto en el descanso de la carretera para bajar hasta el solar de nuestro lugar secreto, me arme con un spray repelente de osos que tuvimos que comprar para Lory después de que viera una película donde un osos grizzli se comía a unos campistas

Mi corazón latía al mil, esa maldita de diana si tocaba un pelo de mi hija me las iba a pagar con sangre, nadie toca a mi familia y Sale ileso –Lory....! Lory! cariño.... ¿Estás aquí? – ingrese con mucho cuidado tomando un bate que guardábamos en uno de los árboles, mire hacia todos lados, podría estar embarazada pero no era para nada descuidada –¡diana! Ya estoy aquí..... puedes soltar a mi hija.... Ella no tiene nada que ver con nuestro problema –

–te equivocas– un golpe por la espalda me hizo caer de rodillas adentro de la casita la maldita estaba a punto de golpearme la cabeza, pero puse el bate que termino estrellándose en mi cara – tu y esa mocosa son la perdición de kara– se abalanzó sobre mi poniendo el palo sobre mi garganta –deben morir –

–estas.... Obsesionada..... maldita.... Perra .... Loca....– dije batallando tratando de encontrar una manera de tirarla de mi espalda. En mi juventud muchos años tuve que tomar judo y tae kwon do debido al bulling que sufría en la escuela en irlanda y bien lo dicen: lo que bien se aprende jamás se olvida, me avente hacia atrás para hacerla caer sobre su espalda y hacerla golpearse en la cabeza –uuuuuhhh uhhhhh– apenas y podía recuperar el aliento, la maldita me lastimo la garganta, gatee un poco para tomar de nueva cuenta mi arma

Tome mi spray anti osos y lo derrame sobre su rostro –aaaaaahhhhhh maldita, ¡maldita! No volverás a ver a tu hija– dijo tratando de limpiarse los ojos y la boca mientras se retorcía por el dolor

tome el bate y le pegue sobre las costillas – con que te atrevas a tocarle un solo pelo y me encargo de que cuando estes en la cárcel vivas cada día con miedo, no sabes con quien te has metido, jamás amenaces un luthor si no estas lista para ir al infierno – la golpee hasta cansarme cuando se abrió la puerta mostrando a Steve muy alterado

–te estas tar.... Hola señora luthor – dijo el sonriendo de medio lado, tome con mas fuerza mi bate para propinarle la misma paliza a el hijo de esa perra

–¿Dónde esta mi hija? – gruñí caminando hacia atrás mientras él se compenetraba a la casa, mostro sus manos haciéndome ver que estaba desarmado

–solo la voy a revisar, esta bien– dijo mirando a diana que se retorcía en el piso

–¿Dónde está mi hija?..... si se largan de aquí ahora y me entregan a mi hija viva no presentare cargos, pero si se atrevieron a tocarla espero que encuentren un lugar donde esconderse bien porque me encargare de recrear la santa inquisición en ustedes – apreté más mi mandíbula con cada palabra en amenaza mientras no dejaba mi bate

–bien..... sígame entonces– después de que Steve revisara a su madre que seguía tirada salimos de nuestra casita caminando por un camino no muy transitado, llegamos al acantilado donde mi esposa atendió el siniestro de hace ya tres años, estaba el auto de diana a un costado y sin esperarme mas corrí hasta el encontrándome a Lory dentro

Abrí la puerta para cargar a mi hija –mami ya llegaste– dijo soñolienta

–¿Qué le dieron? Díganme que le dieron– pedí una respuesta

–es solo un tranquilizante, no es nada peligroso – dijo el – bueno..... creo que es todo– hizo como si se limpiara las manos

–lárguense de Midvile y no vuelvan jamás–

Un diván en mitad de MidvaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora